"-¿Prometes quedarte conmigo para siempre?
-Lo haré, ya no dejaré que te vayas.
-Serás mi amo siempre y yo tu fiel sumiso..."
Personalidades muy contrarias, problemas y trastornos a punto de enfrentar. Un camino preparado y un "te amo" en la punt...
San Ha cenaba junto a sus padres cuando una llamada entró.
-Señor Yoon, la señora Moon está llamando a su celular- avisó el ama de llaves, ya que, los Yoon tenían una costumbre. No llevar los celulares a la mesa.
-Pásamela- respondió el alfa y enseguida le pasaron su celular siendo tomado por la omega de cabellos cobrizos.
San Ha se mantuvo en silencio sin decir nada, pero bien atento a las expresiones en el rostro de su madre que solo lo empezaron a preocupar.
¿Qué estaba pasando?
-Está bien, SunMi. Le diré a Sanhie que se contacte con él- la mujer colgó, se miraba pálida.
-¿Qué pasa, cariño?- preguntó Yeon Joon a Hyuna su esposa.
-Dong Min se peleó con Min Ho y SunMi, y se fue de casa. Llamó para saber si estaba aquí con Sanhie.
-¿Qué? Minnie no pudo haberse ido así- se puso de pie - Iré a llamarlo.
Sus padres no le dijeron nada, dejaron que fuera a llamar a su mejor amigo. Después de todo, Dong Min también era como de la familia y estaban preocupados.
San Ha pensó que su amigo le respondería al instante, pero luego de seis llamadas se rindió, lo mandaba al buzón y ahora estaba más preocupado.
Mientras que en otro lado de la ciudad, Dong Min estaba siendo abrazado por aquellos brazos protectores que por nada lo han dejado.
Bin se sentó con él en el sofá, el omega con su espalda pegada a su pecho, recostada su cabeza en su hombro mientras trataba de eliminar todos sus pensamientos hechos ovillo.
-¿Cómo te sientes ahora?- preguntó con voz calma el mayor.
-Mejor... Aun duele.
-Lo sé, bebé. Solo trata de relajarte un poco.
-Quisiera, pero no dejo de pensar en que ellos solo... Me han tratado como una zorra hasta ahora y siempre sacan lo de mi tío Min como si fueran situaciones similares.
-No te alteres- pidió dándole un beso en la coronilla de su cabeza inhalando el dulce aroma de sus cabellos.
-Odio que me tachen sin saber absolutamente nada de mí, ni siquiera se han molestado en preguntar y ya sacan suposiciones- el alfa dejó que su silencio le diera la razón - Para ser sincero, no quería seguir en esa casa.
-Pero estarás bien, me tienes a mí y sabes que puedes vivir aquí si gustas. No me molesta.
-No quiero ser un estorbo.
-Claro que no. Bebé, para mí es muy importante tenerte a mi lado- el omega lo miró fijamente, casi pidiendo en silencio una explicación.
-¿Es importante para ti? ¿Por qué?- la curiosidad estaba matándolo.
-Porque hemos creado un lazo, algo que jamás he hecho con alguien- Y era cierto, porque cuando encuentras a tu destinado, una de las partes siente aquello vividamente.
-Sí, eres como esa familia que nunca tuve- Familia. Esa palabra sirvió para que se sintiera derrotado.
-Sí, bebé. Como familia.
Familia. No pareja. Nada con similitud. Pero si lo pensaba, eso era lo deseaba. Unirse al omega para crear esa familia que tanto le faltaba.
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