Capitulo 1.La fuente

1.4K 160 15
                                    

Gogo Katsuki nacio sin nada, ni amor, ni familia, ni dinero, ni un techo. Fue recibido en un orfanato tras que unas monjas lo recogieran de un basurero, criado ahi por ellas desde su niñez.

Lo acepto, recordaba todo y lo acepto como un castigo divino por sus atrocidades cometidas en su vida pasada, la cual recordaba con totalidad. Todo empezo cuando tenia 2 años, con sueños demasiado lucidos sobre un mundo muy diferentes, eran pocos a medida del tiempo lo recordo todo. Decidio no quejarse y enmendar lo mas que pudiera sus errores.

Todos en el orfanato lo alababan por su buen comportamiento e inteligencia, logro graduarse de una buena universidad y se dedico a ayudar en el orfanato y en otros mas con su dinero ganado.

Al pasar el tiempo, por casualidad se encontro a una pequeña niña en la calle, Eri le recordaba a alguien igual de su pasado, alguien a quien no salvo, a quien ignoro y probablemente asesino. Termino llevandola con el y la convirtio en su hija,paso años maravillosos con ella.

Y ella no lo dejo hasta el final de sus dias, en una habitación de hospital donde sus nietos lloraban por que no se fuera y su hija se aguantaba de hacerlo mientras sostenía su mano, finalmente cerro sus ojos.

Esperaba, ansiaba llegar al final, y anhelaba no volver, aunque...aun se arrepentía de mucho.

...

Abrió sus ojos confundido ¿no deberia estar muerto rondando por alguna maldita parte sin sentir nada? Su mirada se movió por todas partes hasta que sintió la humedad en su cuerpo y algo se movió debajo de el.

-B-Bak-kugo-san...- aquella voz le sorprendió, rapidamente sus ojos rubie se dirigieron hacia donde habia provenido y solto un grito de sorpresa

-No, no, no ,no- comenzo a murmurar frunciendo el entrecejo y llevo su mano al rostro ajeno tocándolo para verificar que no soñaba o alucinaba

-D-Deje...deje de to-tocarme asi B-Bakugo-san, y quitese p-por favor- la voz del niño salio clara, su mano se detuvo en el pequeño rostro en la parte izquierda donde debería haber una quemadura

No entendía que estaba pasando, se supone que finalmente habia muerto, que descansaría ¿que hacia alli?¿por que el estaba vivo?

-¡Katsuki deja a Shouto en paz!- una mujer rubia que reconoció se le acercaba rapidamente junto a otra mujer mas pequeña de cabello blanco que miraba asustada y preocupada la situación

-¿Mamá?- se levantó de inmediato y salio de la fuente corriendo hasta la rubia a la cual abrazo comenzando a llorar con fuerzas mientras se aferraba a su vestido con firmeza

-¿mmh?¿pero por que lloras pequeño mocoso? No creas que asi te safaras de un castigo pequeño revoltoso- la mujer cargo al menor sin dificultades e importandole poco que la mojara, Shouto por otro lado miraba todo confundido mientras era atendido por un par de sirvientas, su madre ni siquiera se acerco a ver si estaba bien.

-Estas viva, estas viva...- poco le importo ponerse a llorar como un mocoso, el cual era en ese momento, e ignoro la situación en la que se encontraba. No tardo en llegar Masaru, su padre, que le miro por demas sorprendido por su intenso llanto y no dudo en darle consuelo y secar su ropa.

El bicolor solo miraba la situación con una toalla en su cabeza y sujetando la mano de su nana, jamas habia visto a su prometido llorar, en los 2 años que llevaba conociéndolo, lo unico que veia de el, era su actitud agresiva, grosera y caprichosa.

Katsuki finalmente se quedo dormido de tanto llorar, ambos padres se disculparon con la Emperatriz Rei y el pequeño príncipe Shouto, retirándose rapidamente de alli para tratar con su inquieto hijo.

























Bakugo despertó mareado, observo a su alrededor con cautela dejando escapar un profundo suspiro de entre sus labios.

De verdad había vuelto, estaba en su habitación de infancia,se levanto recorriendo el lugar, todo perfectamente decorado con colores rojos y dorados, lleno de juguetes y cualquier cosa que el quisiera la tenia, incluso un Dragón, lo recordo y sonrió con tristeza, habia traicionado y vendido a quien le consideraba su amo, su mejor amigo, su familia. ¿ya habria llegado alli o aun faltaba para que conociera a Eijirou?

Camino fuera de la habitación abriendo las puertas por su cuenta, afuera los sirvientes le miraban y huían con miedo a sufrir sus enojos y gritos. Suspiro, no podía quejarse, con solo 6 años era todo un tirano dentro de su hogar, y sus padres, sobre todo su padre Masaru no hacian mucho para corregirlo y se la pasaban mimandolo demasiado. Recorrio los pasillos con muchísima nostalgia, a decir verdad habia mucha civilización en el lugar para ser un pueblo de salvajes como todos les llamaban.

Finalmente llego al comedor donde se encontro con sus padres a punto de cenar, ambos lo vieron y sonrieron.

-Katsuki, pequeño niño travieso, toma asiento, ya te serviran la cena- la rubia le señalo el lugar y obedientemente fue, escucho un suspiro y logro ver a todos los sirvientes salir rápidamente

-Cariño no seas muy dura...-

-Masaru no, no podemos seguir siendo benevolentes con el ¡arrojo al pequeño principe a la fuente! Sus defensas son debiles y se enferma rápidamente, este mocoso travieso debe aceptar ya su compromiso con Shouto- la mirada rojiza se dirigió al niño, aunque le extrañaba que no hubiera comenzado a pelearle y usar su magia carraspeo dirihiendo sus palabras a el -Estaras castigado dos semanas sin clases de magia ni espada, no saldrás de tu habitación y olvidate de tu regalo de cumpleaños-

-Mitsuki amor, no creo que debamos...-

-Esta bien- la voz del pequeño niño les tomo por sorpresa, y mas aun el como comenzo a servirse por si mismo la cena -Acepto el castigo, tambien deberian sacar parte de los juguetes de mi habitación ¿por que no los donamos?-

Los dos padres se quedaron callados, y rápidamente sintió a su padre tras su silla quien le hizo mirarle y tocaba su pequeño rostro preocupado

-Katsuki, hijo mio, ¿te sientes mal?-

-¿Acaso te dio fiebre por mojarte en la fuente pequeño mocoso?- la rubia tambien estaba frente a el con los brazos cruzados, nego con la cabeza mientras tragaba la comida que habia llevado a su boca

-No estoy enfermo viejo, bruja- los miro y sonrio de medio lado con altaneria -Jamas me enfermaría por solo mojarme con agua, sería algo denigrante como miembro de los Bakugo-

-Creo que le afecto el golpe, esta siendo muy amable- murmuro la rubia

-¡no soy amable! Ugh mierda, si me pongo a gritar y llorar se quejarian- gruño mientras todos volvían a sus lugares y los sirvientes entraron a servirle la cena, pero se quedaron quietos al verlo ya comiendo

-Mi pequeño ya comenzo a crecer, que bueno- Masaru sonrio -Deberias reconsiderar lo de su regalo, ha venido de muy lejos y ellos estan felices de que este aqui...- el ojirubi les miro de reojo picando su comida, sabia perfectamente de que hablaban

Eijirou Kirishima, un dragón de la facciòn de Dragones de Fuego y Caos que fue enviado como obsequio de paz entre el imperio de Yuei, los del "Clan" Bakugou y ellos, y un muy valioso para su cumpleaños.

Esta vez haria las cosas distintas, con Eijirou, con sus padres,con su Pueblo y su futuro Imperio...con Shouto.

No cometería los mismos errores.







































N/A: ¡nueva Historia! Ya se, ya se, deberia ponerme a otras pero....me surgió la idea y dije ¿por que no?

¿que les parece?¿les gusta?

De Vuelta a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora