Es el año 1950, las cosas en Corea estan cada ves peor, dos hermanos luchan por una Corea distinta, uno desea la libertad y el otro desea gobernar el país a su antojo.
Los ricos tratan de no caer en la pobreza extrema, los de clase media tratan de...
Había pasado un día luego de que Jungkook se fue al ejercito, toda la ciudad estaba alterada y nerviosa, Jin y Nam habían ido al mercado a comprar todo lo necesario, por supuesto yo apoye monetariamente, no solo para comida para los tres, si no que también cosas para el bebé.
Mire la casa con detenimiento, merodee por el lugar dando suaves pasos, claro, no iba a tocar nada ni llevarme algo o adueñármelo, solo me daba curiosidad el lugar, a pesar de estar múltiples veces aquí jamas me di cuenta de muchas cosas, fui al salón principal y vi un retrato de ellos dos juntos el día de su boda, sonreí suavemente y me acorde del que teníamos Kook y yo en nuestra casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los dos se veían tan guapos en ese retrato, suspire leve y seguí caminando por la casa, estaba realmente curioso por todas las cosas que decoraban el alegre hogar, sonreí suavemente, y entre a la habitación en la que estaba, por suerte era en el primer piso, así me evitaba subir y bajar constantemente las escaleras.
Tome uno de los peluches que invadía mi cama y lo abrace con ternura, aun tenía el suave olor del perfume de mi amado, me senté en la orilla de la cama y vi el peluche de conejo.
-¿Como crees que llamaremos al bebito? o bebita, tu siempre habías querido una niña...Sería hermosa igual que tu, con era radiante sonrisa y esos hermosos ojitos redondos de bambi, tienes que volver antes de que nazca, no puedes perderte su nacimiento Kookie, me prometiste estar a mi lado en ese momento...
Mis ojos se llenaron de lagrimas y acaricie suavemente el peluche, lagrimas salieron de mis ojos y respire profundamente, apenas había pasado solo un día, pero se sentían como semanas.
-No importa si no llegas a tiempo para su nacimiento, solo necesito que llegues sano y salvo, por favor, me juraste estar conmigo para toda la vida, no quiero perderte.
Y sin más me puse a llorar como nunca abrazando el peluche como si mi vida dependiera de eso.
