Capitulo 4. Una Sirena Muy Simpatica

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Bakugo paso los siguientes dias pensando que podria hacer para ayudar a su futura suegra, la emperatriz, para que no cometiera aquel acto por el que fue sentenciada y alejada de sus hijos.

Recordaba aquel momento, se habia escapado de la fiesta de cumpleaños del principe, y no fue hasta que escucho los gritos que fue adentro, su madre le tapo los ojos en cuanto lo vio allí en la cocina del Palacio Imperial, pero logro ver como la albina era sujeta por su esposo, el Emperador, y en otro extremo la Princesa Fuyumi y el Principe Touya sostenían a su pequeño hermano que se termino desmayando por el dolor.

La Emperatriz fue acusada de intento de Asesinato al cuarto Principe del Imperio de Yuei, pero al ser tan amada por el Emperador no fue ejecutada, solo enviada a su hogar de origen, el Reino Helado al norte.

Después de eso, Shouto no hablo durante cuatro años, hasta que llego la profecia, y todos decían que era por la gracia de su diosa y por la bendición que habia recibido. Antes Shouto le seguia a todos lados aun si le gritaba, pegaba o insultaba, pero tras el accidente dejo de hacerlo, y mas aun tras que se diera a saber la profecía del Templo sobre ellos. Volvieron a hablar un poco mas al entrar a la Escuela de Magia, y logro ver como Midoriya fue quien lo saco de su burbuja de autoaislamiento...fue cuando comenzó a odiarlo "¿por que el y no yo?" era su constante pensamiento.

Pero esta vez no cometería el mismo error, solo debía no enamorarse de Shouto, debía impedir el accidente y mejorar su relación con el.

Por eso le pidio clases de Magia Curativa a su madre una tarde, la rubia estaba sorprendida por que hasta ese momento solo se habia interesado por la Magia defensiva, de destrucción y caos, nada mas que esa.

Aquel dia, se cumplian 5 meses de sus clases, y en dos dias sería la fiesta de cumpleaños de Shouto, el dia del accidente. Se había mantenido en contacto con el por cartas, y tambien se visitaban mutuamente, aunque los ultimos dos meses el bicolor habia ido cada semana y no lo dejaba visitar el Palacio.

Suspiro estirandose un poco mientras caminaba entre los bosques que rodeaban el Imperio y su Pueblo, Kirishima le venia siguiendo, siempre lo hacia en realidad

-¿no te cansas? Deberias quedarte algunas veces en la casa Kirishima-

-Yo deberia preguntarte eso Blasty, eres humano, yo no. ¿y a donde vamos?- sonrió mostrando sus colmillos brincando para evitar caerse con una raiz de un arbol

-A la Laguna de Cristal-

-¿Iras a buscar a las sirenas?- se coloco enfrente de el cruzandose de brazos -¡son peligrosas!-

-No lo son, bueno, aveces, pero estare bien-

-¡No, no! Eres un niño, un niño humano y mas débil que yo, las Sirenas han acabado con Dragones incluso!-

-Lo se, pero las Sirenas de la Laguna de Cristal son pacíficas y estan casi en extinción ¿no lo sabias? Su magia es muy poderosa, la necesitó - murmuro apretando sus pequeñas manos en puño -Ademas ella esta ahi...-murmuro bajito

Para curar la "locura" de la Emperatriz y evitar que hiriera a Shouto, seria necesario el canto de una Sirena, y las mas amables eran las de la Laguna de Cristal. Por suerte no estaba muy lejos de su hogar, después de todo los Bakugo cuidaban a las criaturas magicas ademas del Imperio de Yuei.

Kirishima siguió refunfuñando sobre lo peligrosas de las Sirenas todo el camino hasta que llegaron, claro habían tenido que tomar descansos, por aunque le molestara su cuerpo seguia siendo el de un pequeño niño.

-Sabes que podia convertirme en dragón y llevarte ¿no?-

-Y una mierda, la bruja aun no aprueba nuestras clases de vuelo, si me descubre montandote y volando me mata- gruño bajo sentándose en el pasto y miro a la Laguna sonriendo, no tardo en salir una de ellas, una muy bonita, de cabello y piel rosa, ojos negros con la pupila dorada y una sonrisa curiosa

-¡un niño humano y un dragón! Que divertido, que divertido- la sirena salio del agua sentandose en la orilla y se acerco tocando el rostro del rubio, el dragon quiso moverse a alejarlo de ella pero recibió una señal de que se detuviera

-¿por que solo saliste tu? A las sirenas les divierte ahogar dragones-

-Buh, deberias saber que nosotras somos pacíficas...y tu...tienes algo interesante, asi que pedi salir solo yo desde que te sentimos pasar las barreras de Mitsuki-san - pellizco sus mejillas sonriendo -Has sufrido mucho ¿verdad pequeño humano? Uhm y aun te falta mucho...-

-¿me falta mucho?¿de que hablas pescado parlanchin?-

-¡que grosero! No soy un pescado, y me llamo Mina.- le solto sonriendo y volviendo al agua -Tienes un alma vieja pequeño niño, un alma que sufrió y pago ¿por que sigues aqui? Que extraño, que extraño-

-Esta loca ...- murmuro el pelirrojo alejado del agua y de la sirena que le miro divertida

-Un poco, pero bueno, Katsuki-kun ¿que quieres de nosotras?-

-¿asi que sabes quien soy?- alzo una ceja suspirando - Mi...prometido sera atacado en dos dias por la Emperatriz con su magia de hielo, quemara su rostro dejandole una marca para siempre -

-Vaya vaya que pena,pobre pequeño príncipe -

-¿no cuestionaras como se eso?-

-Nop.- se encogio de hombros -¿y bien?

-La Emperatriz, esta enferma. El canto de las sirenas...-

-Oh...Katsuki-ku que arriesgado y temerario, sabes que a nosotras no nos gusta cantar...nuestro canto es cruel y catastrófico, deberias buscar a una Sirena del caos, estan las del Arrecife sur -

-¡no tengo tiempo!- grito sorprendiendo a ambos mientras comenzaba a temblar -Debo corregirlo todo, debo salvarlo y enmendar mis errores del pasado, es lo minimo que puedo y debo hacer para pagar mis pecados- la pelirrosa sonrió y volvio al agua por unos minutos, penso que se negaría a ayudarlo, hasta que la vio salir en forma humana...y desnuda

-¡OH DIOS!¡TAPATE TAPATE, EL ES UN NIÑO!- Eijiro no tardo en quitarse la chaqueta que traia y cubrir a la chica

-Oh cierto,los humanos tienen esas reglas...lo olvide- el rubio habia desviado la mirada avergonzado y busco entre sus cosas una capa que habia traído arrojandola hacia ella

-¿me ayudaras?-

-Lo hare - la de piel rosa se le acerco acariciando su mejilla con una sonrisa compasiva -Nada de eso fue tu culpa- el par de ojos carmin le miraron confundidos y quiso preguntar mas pero la pelirrosa empezo a caminar -¡oh deberia tomar una forma mas adecuada! Aunque la magia de transformación se me da mal ¿hay magos en tu pueblo Katsuki-chan?-

-¿como mierda me llamaste?- olvido por completo las dudas que le acomplejaron ante las palabras de la chica y refunfuño siendo cargado por el pelirrojo, se habia cansado en ese pequeño viaje y ademas su corta edad y pequeño cuerpo no le ayudaban nada

Pero...habia conseguido la ayuda, y habia vuelto a ver a Mina, ¿los demas estarían bien y felices de verlo también? Se lo cuestionada bastante...desde que volvio

De Vuelta a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora