Lisandro necesitaba hablar urgente con Cristian, pero podía esperar hasta estar en la seguridad y comodidad de la habitación de hotel en donde se encontraban concentrando.
o eso pensaba.
Se encontraba camino al vestuario luego del entrenamiento de la tarde, entre charlas y comentarios sobre lo que podría ser el partido contra Bolivia, cuando vio como Cuti abrazaba por detrás a Enzo, apoyando su barbilla sobre el hombro del menor.
Enzo, al sentir la mirada de alguien encima suyo quemando, se dio vuelta para ver a quién pertenecía. Cuando descubrió que era Martínez quien los observaba, dejó un toquecito en el brazo de Cuti, el cual cruzaba por su pecho, en señal de que lo soltara.
Cristian lo soltó, dirigiendo su vista al mismo lugar que Enzo. Sabía que la había cagado en cuanto conectó sus ojos con los del entrerriano.
Había hablado al respecto con Cristian, quien le juró y perjuró que no le importaba el morocho, que era solo un amigo y compañero. Que a quien amaba era a Licha.
El mayor, luego de la charla, se sintió mejor y se acurrucó junto a Cuti para así poder dormir.
Lisandro se encontraba en las duchas del vestuario, intentado calmar su enojo y tristeza. No es que fuera una persona celosa, pero Fernández, específicamente le generaba una inseguridad que aún no lograba entender.
Apoyó su cabeza en el frío mármol que cubría la pared de la ducha, soltando un suspiro acompañado de unas lágrimas bajando por sus mejillas.
Sabía que quizá estaba exagerando la situación, más sabiendo lo mucho que a su pareja le gustaba el contacto físico, pero no podía evitarlo. Le dolía pensar que a Cristian no le importaba como se sentía respecto al menor.
Salió de la ducha luego de haber lavado su cabello y su cuerpo. Iba camino a su bolso para así poder cambiarse y dirigirse al hotel. Necesitaba dormir para no pensar.
Cuando llegó junto a sus cosas, sintió al morocho a su lado.
— Li, amor... — murmuró el menor.
— Ahora no, Cuti. No tengo ganas de hablar— le contestó Lisandro, cortando lo que sea que el cordobés tenía para decir.
— Porfa, escuchame por lo menos— le pidió Cristian.
— Te dije que ahora no. Dejá que me cambie tranquilo, por favor— dijo mientras se colocaba el conjunto que les daban para usar mientras concentraban.
Romero esperó a que su novio terminara de cambiarse para acercarse. Lo abrazó por los hombros intentando demostrarle que lo sentía, que sabía que lo que había hecho estaba mal.
Lisandro no devolvió el abrazo, pero tampoco lo sacó de encima suyo, por lo que Cristian consideró que no estaba tan enojado como él pensaba.
— Vamos a hablar en el hotel— estableció Martínez con voz dura.
Cristian puso su cara en el cuello de su novio, erizándole la piel con su respiración caliente, sin soltar su agarre, incluso apretando un poco más.
— Dale, Cristian. Nos van a dejar acá si no nos apuramos— Lisandro puso sus manos en la cintura del menor con la intención de apartarlo, pero no pudo evitar apretar bajo su agarre.
— Prometeme que no estás enojado conmigo— pidió Cuti mientas dejaba piquitos en el cuello de Licha.
El entrerriano apretó fuerte la cadera de Romero, para luego llevar una de sus manos a su cabello, tirando de este para separar la cara del menor de su cuello.
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palo no tan santo | cuti x licha
FanfictionPNTS | Cuti le hace imposible a Licha calmarse para hablar bien las cosas. son personajes, no personas reales ni sus personalidades son como las descritas en el fic.