Capitulo 6. Kuan Yin

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Katsuki desperto tan solo 3 dias después, segun su padre habia usado mucha de su magia, aun si era alguien del fuerte y poderoso linaje de los Bakugo, aun era un niño, y junto a un estres al que se vio envuelto lo hizo desmayarse por tantos dias.

-Si estabas tan estresado y cansado con todas tus clases debiste decirnos...- murmuro la rubia el dia que despertó.

Sabia que no era solo por sus clases que estaba estresado, antes se sometió a las mismas, lo sabia. Haber vuelto y saber lo que pasaría, ponerse a planear y hacer todo para remediar sus errores buscando redimirse durante esos meses le trajeron consecuencias.

-Deberias descansar mucho Blasty...-

-Si, si, aun tienes fiebre y ya pasaron dos dias desde que despertaste Katsuki-chan- la pequeña pelirrosa le sonrió colocandole un pañuelo frio en la frente

-Ya estoy mejor mierda...necesito ir a ver al estupido mitad-mitad- gruño por lo bajo

-La señora Mitsuki dijo que no ha despertado aun, pero que esta estable, y el atacante era un mago de bajo nivel que término suicidandose cuando lo atraparon -

-Ese jodido cobarde...- gruño golpeando la cama con su pequeña mano y suspiro rindiéndose a sabiendas que no lograría que lo dejaran irse

-La doctora Inko dijo que te recuperaras en dos dias mas, y ese dia iran al centro del Imperio para visitar el Templo de la diosa Kuan Yin...- la pequeña chica se sento en la cama sonriendo -Veo que los humanos siguen adorandola-

-Mis padres no son "fieles devotos" del Templo y la Iglesia que la venera, cometen actos crueles en nombre de ella y eso le molesta a la Bruja, aunque si creemos en ella, no somos como los obsesionados del Imperio- murmuro bostezando levemente

-Deberias creer mas en ella Katsuki-chan...- la chica le sonrió y comenzó a cantarle con dulzura para ayudarle a conciliar el sueño que se notaba tenka y con el que estaba luchando

-¿por...que deberia..?- bostezo cerrando sus ojos, y no tardo en caer completamente dormido ante la atenta mirada de sus dos "Guardianes" que se sintieron satisfechos de que descansara.

-Mi dulce niño...mi criatura indefensa...- unas manos se pasaban por su cabello mientras intentaba y luchaba por abrir los ojos

-No luches cariño...descansa, lo necesitas, pronto ire a verte mi pobre criatura...- sintió calidez en la frente y una nana era cantada con una voz tan melodiosa y dulce.



Despertó aquella mañana sintiéndose completamente recuperado, miro a su alrededor y logro encontrarse con su ropa ya lista para visitar el Templo, se levanto tomándola entre sus manos con el ceño fruncido, era de un pulcro blanco con pequeños detalles celestes en algunas partes.

Bufo por lo bajo y no tardo en recibir a las mucamas que se encargaban de su baño, al principio le dio vergüenza tener que pasar por eso, pero entendía que era su trabajo y finalmente se rindió en intentar deshacerse de esa costumbre.

Cuando termino de prepararse ya lo esperaban Mina y Kirishima que tambien estaban vestidos de un pulcro blanco

-¡con esta ropa no puedo ni correr!- el dragón movía su cola con enojo mientras caminaban los tres al piso principal

-Deja de quejarte joder, aprende a Mina...-

-Es que el vestido es bonito, la ropa humana es linda-

-A la bruja le encanta usarte de muñeca-

-¿no querra darte una hermanita Blasty? Parece adorar a las niñas del pueblo, incluida Mina y eso que no es una niña-

-¡Oye!

De Vuelta a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora