Spreen despertó en cuanto escucho el sonido de su alarma, al abrir los ojos nuevamente se encontraba en su cama, viendo el techo de su casa. El híbrido no tardo mucho en sentarse para alcanzar su celular, un dolor punzante en su espalda haciéndose presente en cuanto se movió, anoche no termino por dormir de la forma más cómoda lo que explicaría el dolor. Eso no tenía del todo sentido en la cabeza del híbrido, a pesar de haber dormido en la celda el había despertado en su cama, pero aun así tenía el dolor por la incomodidad, quizá si se lastima el día anterior el daño se queda junto con él cuando el día vuelve a empezar.
Spreen sacudió levemente la cabeza, quizá su dolor era mera coincidencia, realmente tampoco tiene ganas de comprobar si esa teoría es cierta, además tiene cosas más importantes que hacer. El oso finalmente apago su alarma mirando la fecha en su celular.
4 de diciembre.
Nuevamente el día no había cambiado, el cinco de diciembre no había llegado, Spreen no tardo mucho en levantarse y salir de su casa corriendo al pueblo central, una vez más se encontro con una multitud molesta y un Juan intentando solucionar las cosas. “Amigos tranquilos por favor, déjenme hablar con el Profeta, puedo solucionar las cosas.” La historia se estaba repitiendo eso estaba más que claro, pero Spreen sabía que tiene una ventaja, el ya sabe que es lo que va a pasar, lo unico que tiene que hacer es evitarlo.
Esta vez Spreen no se acerco a Juan, de hecho volvió a su casa tenía que planear exactamente que es lo que tiene que hacer para que las cosas cambien. “Piensa Spreen, que es lo que pasa hoy, que es lo que debes cambiar.” El día comienza con el Profeta declarando nuevas reglas por culpa de la rebeldía del pueblo y el castigo severo que recibirían en caso de romperlas. Ahora que lo recuerda Juan se veía igual de confundido e inconforme que ellos por lo que dijo su padre, pero ninguno de ellos lo noto en ese momento, todos estaban tan cegados por la ira que nadie se fijo en como Juan se sentía. Juan entraba a la iglesia para intentar hablar con su padre y solucionar las cosas de forma pacifica, mientras que todos los miembros de Tortillaland se reunían para conseguir los explosivos y explotar el santuario del hechicero. Una vez el santuario exploto Juan se sintio traicionado y en respuesta a sus acciones exploto la casa de todos sus amigos los cuales le habían dado la espalda, volviéndose el monstruo que todos insistían que era.
Spreen era más listo que eso, Juan no era ningún monstruo, simplemente se vengo haciendo lo mismo que ellos le hicieron. Despues de todo Juan se arrepiente de lo que hizo, intenta razonar aun cuando todo lo que sentía era completamente valido. Drako decide interferir y el Profeta termina por matarlo, Juan finalmente comprende que su padre no tiene salvación y hace lo unico que el considera como una solución, acabar con el Profeta y sacrificándose en el proceso. “Ayer intente evitar que explotaran el santuario, quizá si lo consigo todo lo demás no suceda.” El día anterior actuó sin un plan, pero esta vez tenía más tiempo y entendía más sobre lo que le estaba pasando, esta vez podía prepararse para dar una verdadera pelea.
Con un objetivo en mente el híbrido se puso manos a la obra, tomando todos los recursos que tenia para comenzar a hacer pociones arrojadizas de fuerza y de rapidez, tomando unas cuantas manzanas doradas como precaución y tomando su mejor hacha. Esta vez las cosas iban a ser diferentes, esta vez nadie iba a encerrarlo, esta vez iba a pelear con todo lo que tenia, ninguno de ellos iba a interponerse en su camino. Una vez todos los preparativos estaban listos el híbrido se coloco sus elytras antes de salir volando en dirección a la casa del hechicero, llamándolo mientras llegaba ahí.
“¿Spreen? Mira yo se que estas molesto al igual que los demás por lo que dijo mi padre en la mañana, pero estoy solucionando las cosas, ya casi llegamos a un acuerdo donde todos ganamos.” Obviamente Juan penso que esa es la razón por la que el híbrido le estaba llamando, para Juan el oso era impredecible a veces podía negociar de la forma más tranquila posible y a veces iría directo a la violencia, por su propio bien el castaño esperaba que este caso fuese la primera opción. “Gafotas eso no me interesa. Todos están enojados por eso y están planeando explotar tu santuario, intentare ganar todo el tiempo que pueda, pero tenes que ir ahí ¡YA!” El oso no espero respuesta antes de colgar, aterrizando justo frente a la puerta del santuario y lo hizo justo a tiempo ya que la multitud estaba terminando de subir la infinidad de escaleras que Juan había construido.
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Imposible • Spruan
FanfictionEl sacrificio de Juan los afecto a todos, muchos no sabían como procesar lo que había sucedido uno de ellos siendo Spreen. El híbrido simplemente tomo el sombrero del hechicero antes de ir a casa, en su duelo no pudo evitar desear por una segunda op...