Capitulo 8.Profecia

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Ambos estaban sentados en la sala principal del Palacio Imperial, con sus madres frente alado de cada uno, el Emperador y su padre tras el sofa y enfrente se encontraban La pequeña Santa, Uraraka Ochako, y a sus lados estaban dos clerigos que la acompañaban, y tras ellos un par de guardias que velaban la seguridad de La Pequeña Santa.

-¿y bien no vas a hablar cara de Mochi?- Shouto solto una risita baja disimulada y su madre le dio un golpe en la cabeza por irrespetuoso y la pequeña castaña carraspeo con sus mejillas infladas levantándose del comodo sofa y colocándose enfrente de ambos niños, con una indicación de sus manos los dos clerigos se levantaron haciendo una reverencia

-La Pequeña Santa desea hablar solo con el Principe y su prometido, por favor- los adultos se miraron dudosos, pero ante la afirmación de los niños decidieron salir de alli dejando un par de guardias tras las puertas.

-¡Es un desastre!¡completo desastre! El templo y Su Santidad, el Cardenal Aizawa esta vuelto loco y estresado ¡apenas es su primer año como Cardenal y pasa esto!- la niña se cruzo de brazos bajándose la capucha y miro al rubio directamente -Todo es tu culpa, cambiaste las cosas, la Diosa Kuan Yin me lo dijo, pero esta bien, tambien son sus deseos-

-Vaya, entonces no eres una estafa y la diosa si te habla- el rubio sonrió arrogante ante la atenta mirada chocolate, mientras tanto Shouto bostezo y se le echo encima acostando su cabeza en su hombro

-¡ugh!¡¿como pueden ustedes ser los favoritos de La Diosa?!- la castaña refunfuño volviendo a sentarse y tomando su taza de té

-¿y c-cual fue la pr-profecia?- pregunto calmadamente el bicolor

- "La pareja prometida mas joven del palacio, cuando sean Emperador y Consorte oficial, junto a un joven extranjero detendrán La Mas Grande Catástrofe de Yuei y traerán paz" .-

-Vaya mierda, si que fue mas especifica...- el rubio no se movía en absoluto para asi no tener que hacer que el bicolor cambiara de posición y le paso una galleta como si nada

-Esta vez cambio, no era la que debía llegar, pero tiene el mismo proposito, colocarlos a ambos como Principe Heredero y Prometido Consorte, para en un futuro, ser el Emperador y su Consorte. Bakugo, tendrás que renunciar a tu apellido. En un principio al no estar en la linea de sucesion proxima, el Principe iria contigo al pueblo en las fronteras, pero las cosas cambiaron-

-¿q-que?¿B-Bakugo tendrá que dejar a su fa-familia?- el bicolor se levanto rapidamente y volteo a verlo con culpa -Lo siento, esto es por que eres mi prometido, pero yo puedo...-

-Antes de que digas una mierda de cancelar el compromiso te juro que te aviento a la fuente de nuevo, sientate Shouto- cuando le llamo por su nombre dudo y termino por sentarse de nuevo bajando la cabeza -Esta bien, lo acepto. Sere el Consorte del Emperador Shouto Todoroki en el futuro, y abandonare mi apellido de ser necesario, pero no cancelare el compromiso ¿intentabas asustarme pequeña bruja?-

-¡No soy Bruja, soy una Santa!- gruño la castaña suspirando y nego con la cabeza -No queria asustarte, pero pense que debías saberlo. -

-Eres muy madura para ser una mocosa-

-Tengo 10 años, soy mayor que tu- replico con los brazos cruzados mirando atenta como el rubio acariciaba los cabellos bicolores ajenos para calmarlo, sus ojos brillaron con una sonrisa -¡Ya que la profecia los pone en el ojo publico y tendran que estar en una posición delicada, yo me quedare con el principe Shouto! Y estare cerca de los dos- sonrió entusiasmada recibiendo una mirada molesta del ojirubi

-¿por que mierda deberias quedarte con el?-

-Les sere de ayuda, seguramente tendrán enemigos pronto, muchos mas de los usuales. Y la Diosa Kuan Yin me dijo que los acompañara, que seria divertido- la pequeña niña jugueteo con sus manos, haciendo al rubio suspirar y ceder ante su petición.

Lo entendía, la niña frente a el, habia vivido desde sus 4 años cuando manifesto su Santidad encerrada en el Templo, y no fue hasta la llegada del Cardenal Aizawa que se le permitió salir e intentar se como cualquier niña mas.

-Bien como sea, su al mitad-mitad le parece bien...-

-E-Esta bien...Ba-Bakugo ya dijo que si- asintió mientras jugueteaba con sus manos enguantadas tímidamente, la castaña las miro con atención y antes de que pudiera hablar la puerta fue abierta y un hombre de cabello negro largo, vestido con tunica dorada entro y se acerco a la niña tocándole el rostro

-Shinsou me dijo que viniste aqui, debiste avisarme- le regaño

-Shinsou es un chismoso, solo vine a conocer a los futuros lideres del Imperio de Yuei, y darles mi Santa Bendición - la castaña sonrió inocente agregando una ultima cosa mas - Y me quedare aqui con ellos a ayudarles con todo -

-¿que?- el de cabellos negros fruncio el entrecejo confundido

-¿La Pequeña Santa vendra aqui?- la Emperatriz había entrado y escuchado, estando algo atonita, pero sabia que no podia replicar ante el Templo y La Santa.

-¡Si! Cuidare de Shouto como su guardiana, y seguiré haciendo mis labores de Santa- la niña se alejo de los adultos yendo a sentarse con los otros dos

-Si, eso mismo, la mocosa se quiere quedar a hacerle compañia al mitad-mitad por si acaso- gruño el rubio que paso su brazo por los hombros del bicolor alejandolo de la castaña que ya se habia enganchado a su brazo y sonreía felizmente

-Por la Diosa...esta niña- el Cardenal Aizawa Shota se cubrio el rostro y se giro ante el Emperador y La Emperatriz -Lamento los disparates de Uraraka, y espero le permitan visitar y frecuentar al Principe y su prometido -

-Por mi bien, al mocoso de mi hijo le hara bien tener una presencia asi- la rubia sonrió, escuchando las quejas de su hijo, y vio pasar a los otros tres infantes que habían estado escuchando desde la puerta

-¿ahora también trajiste a una Santa?que divertido eres Katsuki-chan- la pelirrosa se atrevio a picar la mejilla de la castaña que le miro sonriendo y ambas comenzaron a hablar.

-Cuidaremos de La Pequeña Santa con devoción su Santidad Cardenal Aizawa- el pelirrojo hizo una leve reverencia con la cabeza.

Bien, ya tenia mas jodidos problemas, tendría que hablar con la Kuan pronto y tambien advertir a Touya antes de que se fuera.....

De Vuelta a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora