Vaya donde vaya espero tropezarme contigo.
Llevo horas en este coche de pacotilla y después de tantos paisajes i alguna que otra nube, sigo con la esperanza de encontrarte en alguna parte, pero no apareces, simplemente ya no estás.
Unas cuantas botellas adornan mi cintura, vaya, sigo pensándote a estas alturas y eso solo podría pasarle a una loca como yo.
Después de unos cuantos días extrañándote, después de unos cuantos meses anhelándote, después de unos cuantos años desde tu partida, me he dado cuenta que hay cervezas que saben mejor que tus labios y camas más cómodas que la tuya, que tus brazos y abrazos ya no los recuerdo, que no los necesito, o eso creo, o eso pretendo creer.
Que miles como tú, cientos como tú, tal vez diez solo como tú, me han querido de la misma manera, incluso mejor en este tiempo, aunque mi corazón no está listo para ninguno de ellos, aunque espero que vuelva algún día, mi corazón digo.
He visto tus fotos, tus estados, tu nueva chica y que estás enamorado, solo de casualidad, porque no me importas, aunque pensaba que lo de estar enamorado no era para gente como tú, o eso decías, o eso creía, o eso me hacías creer para luego irte y no volver.
Me di cuenta que lo único que morirá por mí son las abejas después de clavarme su aguijón o las células de mi cuerpo al hacerme mayor, me di cuenta que tú ya no, que tú ya nunca.
Y mi realidad, es tan neutral que ya ni te sitúo en ella, no sé quién eres, desconocido, no se quien fuiste.
Y aquí concluye el capítulo de hoy, con un adiós para ti, y un hasta luego para quien se digne a leer esto, que están más presente que tú, que locos ellos, leyendo esta mierda sin sentido, otros locos como yo, supongo, espero.
Así que no sé, llámame loca, llámanos locos.
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Llámame loca #NDAWARDS2016
RomancePequeños relatos de amor, de desamor y de lo que surja.