CAPÍTULO 11

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LISA POV'S

Estaba en la oficina del director, sentada enfrente del mismo. Mientras que el maestro de álgebra estaba detrás de él, con el ojo morado, el pómulo del ojo roto, el labios partido. Y con dos tapones dentro de las narices, intentando inútilmente detener el sangrado. Pero aun intentando mantener la compostura con las manos en la espalda, aunque a la vez se tambaleaba.

¿Por qué estamos en esta situación? Ha re un reencuentro.

FLASHBACK

Somi y yo estábamos caminando con destino hacia el baño. Nos habíamos vuelto muy cercanas desde la vez de la biblioteca, incluso ella se estaba comenzando a abrir conmigo y me enteré de cosas tristes que había pasado en su vida..., Pero sabía que había otra razón para la cual ella estuviera tan decaída y demacrada.

Él maestro Lee Jung-Sae nos encontró en el camino. Yo me detuve a saludarlo, y, de inmediato note como su mirada y una sonrisa morbosa se dirigían a Somi. Lo que me hizo enarcar una ceja, y, también dirigir la vista a ella. Cuando tomé su mano ya que vi su vista clavada en el suelo, Note su cuerpo tenso. Cuando me miro, sus ojos estaban cristalinos. Supe casi al instante que pasaba.

Gire lentamente mi cabeza hacia el hombre, que no había dicho nada pero nos seguía mirando con una leve sonrisa de lado en el rostro. Aquel hombre de barba grisienta, había abusado de la menor que tenia a mi lado. ¿Como lo sabía? Porqué yo ya había pasado por esta situación antes, y había reaccionado de la misma manera. Aunque ese recuerdo voraz estuviera carcomiendo una parte de mi cerebro, la otra fue más inteligente.

—Buenos días, Señor Lee —comencé, haciendo como si no me hubiera dado cuenta de nada. Pero dando un ligero apretón al agarre de manos mío con Somi. Entrelazando más nuestros dedos.  (Si era posible)

—Buenos días, Manobal. Veo que tiene nuevas amigas, eso es un progreso a lo solitaria que estaba la semana pasada. —dijo, volviendo su mirada a la menor—. Señorita Jeon Somi, esta muy callada. ¿Esta bien?

Tense la mandíbula. Este hombre estaba sacándome de las casillas..., Pero tenía que contenerme. Tenía que intentar borrar a esa Lisa. O, al menos, tenía que procurar ocultarla delante de personas. Específicamente, Jeon Somi.

—S-si, Señor. Estoy bien.

—¿Usted no iba de camino a alguna parte, Señor? —Pregunté.

—Oh, si, voy al salón vacío de música. Estaré ensayando el piano, ¿recuerda la clase que le di Señorita Somi? —la nombrada ya estaba roja. Aguantaba llorar. Pero llorar de rabia y dolor.

—S-Si, Señor.

—Señor, Lee. Nosotras íbamos al baño. Tenemos que seguir el camino aunque quisiéramos seguir hablando con usted, pero las ganas me están matando.

—Claro —Sonrió abiertamente—. Nos vemos cuando se me otorgue aparecer por su aula.

—Adiós —Dije. Y, eso solo lo decía cuando planeaba no ver nunca más a alguien.

Cuando el desapareció de nuestra vista. Jeon aún mantenía la cabeza baja, observe por el rabillo del ojo que se limpiaba una lagrima que corría por sus mejillas con brusquedad. Mientras intentaba avanzar, siendo detenida al notar que yo no daba ni un solo paso. En cambio, me acerqué y pose mis manos en sus hombros.

—Jeon..., ¿Él abuso de ti? —Pregunté directamente, sin titubear.

Ella pareció sorprendida, bastante diría yo. Porque pestañeo varias veces intentando volver en sí, para cuando nuestras miradas se encontraron. Sus ojos y nariz ya estaban rojos, y se estaban formando piscinas en su mirada. Se podía notar nuevamente el Deseo de llorar.

Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora