Zelda/Tess/Mimi

6 0 0
                                    

¡Mierda! —exclamó Zelda con una Expresión de dolor—.

Estos últimos días Zelda estuvó muy en su mundo, siendo más torpe de lo normal, pero claramente tenía sus razones para estarlo.

Fui hacia su baño y agarró su botiquin, pusó una pomada en su mano, e inmediatamente sintió el frescor en dicha zona, zona que estaba demasiado Roja debido a la quemadura.

Luego de eso Zelda siguió preparando su arroz herbido, eso era lo que comería el día de hoy, dado a que en su natal Bolivia, las cosas no iban nada bien, la economía era un desastre y sólo le alcanzaba para comer eso. Aunque eso no era lo que le preocupaba en lo absoluto, sino más bién, descubrir quién era la madre de la semillita creciendo en su barriga.

Mientras Zelda dejaba que el agua hirviera, se esforzaba a tratar de recordar con quien  se acostó en dicha fiesta.

fiesta que por cierto fue un asco, no hubo alcohol, pero aún así Zelda se embriago, si, con agua la hija de mil puta se embriago.

Vaya que ella era una idiota de primera clase.

"¿𝚃𝚎𝚜𝚜 𝚘 𝙼𝚒𝚖𝚒?, 𝙿𝚞𝚝𝚊 𝚖𝚒𝚎𝚛𝚍𝚊"

"𝚜𝚒, 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚍𝚎 𝙼𝚒𝚖𝚒, 𝚌𝚘𝚗 𝚃𝚎𝚜𝚜 𝚢𝚊 𝚗𝚘 𝚑𝚊𝚋𝚕𝚊𝚋𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚘 𝚢 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚌𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚢𝚘 𝚖𝚎 𝚙𝚘𝚗𝚒𝚊 𝚊𝚜𝚒 𝚍𝚎 𝚋𝚘𝚛𝚛𝚊𝚌𝚑𝚊" 

"𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚃𝚎𝚜𝚜 𝚍𝚘𝚜 𝚍𝚒́𝚊𝚜 𝚊𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚜𝚎 𝚖𝚎 𝚒𝚗𝚜𝚒𝚗𝚞𝚘́"

"𝚖𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚞𝚒𝚗𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊"

Y más pensamientos pasaban por su cabeza, mientras sentía sus amor arder antes las lágrimas, tontas y estúpidas lágrimas.

Por eso mismo, ese día decidió hacer dicha "Comida" si es que a esa mierda de arroz secos se le puede llamar comida. Había tomado la decisión de llamar a ambas chicas y así reunirlas en su humilde casa, que se desplomaba ante el simple soplido.
¿Con qué fin? Con el fin de que alguna le confesara quien se acostó con ella, así Zelda sacaría sus conclusiones de quien es la madre del bebé que venía en camino.

¿Por qué Zelda creía fervientemente que alguna de aquella dos muchachas eran la madre de ese feto? Bueno, ella al día siguiente que despertó después de esa maldita fiesta, mientras se vestía confundida y exausta, encontró ropa interior que reconocería por más que tuviera Alzheimer.

Ropa interior que casualmente también tenían Mimi y Tess en común, ambas lo compraron cuando aún eran amigas, en una tarde loca de shopping.

Zelda recuerda tan patentemente esa ropa interior de Peppa pig, porque la habian vuelta loca, ambas pasaron horas modelando esa asquerosa y poco estética ropa interior.

Aunque Zelda sólo encontró la parte de abajo, por eso sacó esas conclusiones.

Puta madre, ¿todo lo malo me tiene que  pasar a mi? Me cago en mis muertos.—Rápidamente comenzó a colar el arroz ya pasado, que seguramente se habría echó una pasta de arroz, tan asquerosa cómo la cara de mono de Kevin–.

Zelda sirvió los platos con la comida e inmediatamente sonó el timbre de su rancho de madera.

Hola chicas, pasen por favor. —dijo con una sonrisa de oreja a oreja al ver a tan guapas chicas que le mojaban la panochita.—

Las chicas saludaron a Zelda, con un sentimiento igual de Recíproco, las tres estaban metidas en un lío.

Se sentaron en la cama de Zelda, mientras apoyaban el plato de comida en sus muslos peludos, platos de latas.

-Zelda no es por ser mala ni nada por el estilo, pero, ¿cuando mierda pensas comprarte una mesa y unos platos decentes?—sonó molesta, se había quemadado.—

Zelda susurró un "lo siento", ella quería cambiar su estilo de vida y primeramente era su Economía, pero con lo de su embarazo lo veía imposible.

-hey estúpida, hablale bien.—reclamó Tess al ver cómo el estado de ánimo de Zelda bajó más, ante ese comentario.— no todos tenemos privilegios que vos tenes gracias a tus padres, así que cállate y come.

Mimi sólo rodo los ojos, no iba a refutar aquello porque por más que odiara a Tess, sabía que tenía razón.

-basta, dejemos de hablarnos de esa manera, creo que hay mejores cosas por lo cual discutir. Voy a ir al grano, ¿quien fue de ustedes dos la que cogió conmigo en esa fiesta? Y no quiero mentiras.

Tess y Mimi abrieron los ojos asustadas y con el nerviosismo a flor de piel, sin articular palabra alguna.

Necesito que me lo digan. —habló triste Zelda, mientras su mirada se encontraba en el suelo.— porque estoy embarazada.

Así, sin anestesia alguna.

Mimi se ahogó con  el agua que había agarrado para calmar las cosas, pero no esperó esta confesión. El agua salía de sus fosas nasales, mientras tosia  y Tess palmeaba su espalda, riéndose cómo foca siendo penetrada.

Tess estaba más que relajada, ella sabia que iba a salir ganando.

¿Y Zelda? Zelda entró en pánico, mientras retaba a Tess para que dejase de reír y ayudaba a Mimi a que su tos cesará.

Unos minutos después ya habían controlado todo, y era momento de hablar.

¡Yo soy la madre!—ambas se miraron confusas al haber dicho eso al unísono—

-¿Que carajos? No vengan con bromitas que esto es algo serio.

Zelda, siéntate por favor. Tenemos que contarte algo. —Dijo en un suspiro Mimi—
















































Y hasta acá llegó el capitulo, va a haber parte 2, es que me dió paja y ya me canse, ojalá que se mueran indigenas de mierda, CHAUUU












Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 12, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Kpopsting Virtual: Imaginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora