Un juego de caricias donde las telas estorbaban e incrementaba el calor del pequeño armario donde estaban escondidos en el salón de gimnasia. Uno de los tantos lugares donde les gustaba meterse para besarse, acariciarse, incluso tener sexo.
Jungkook introdujo su lengua con brusquedad mientras aprisionaba con más fuerza el cuerpo ajeno contra la pared evitándole moverse. Inspeccionó la cavidad ajena saboreando de la saliva de su novio y succionando sus labios con fuerza.
—Quiero follarte ahora mismo — su voz sonó en un gruñido que avivó aún más el deseo en Taehyung.
—Aquí no Kookie, nos escucharán — dijo cómo pudo el castaño.
— No sería la primera vez, amor.
Taehyung sonrió con picardía al recordar las veces que se han escabullido a ese armario en hora de clase solo para poder sentirse. Y este no era el único lugar, solían hacerlo en el salón de música y de química, eran lugares donde no iban muy seguido a dar clases. Incluso se habían atrevido a tener sexo sobre el escritorio del rector como venganza por no dejarles vivir su relación en paz en el instituto. Es decir; el señor Song había mostrado sus conductas homofóbicas hacia los chicos haciendo comentarios desagradables y prohibiéndoles estar cerca, ya que por ser hombres no debían de tener esa cercanía inapropiada delante de los demás alumnos.
Algo absurdo.
Por supuesto, Jungkook y Taehyung no eran precisamente el tipo de chicos que le temieran a romper las reglas, de hecho, lo disfrutaban. Por esa razón hacían lo que hacían, les gustaba sentir esa sensación de adrenalina pensando que en algún momento los podrían descubrir. Era algo divertido en su relación, creían que esto no permitiría que cayeran en la monotonía.
Se conocieron en tercer año, donde la atracción fue inmediata y poco a poco se conocieron hasta iniciar una relación. Ambos fueron su primera vez en todo y eso era algo tierno porque, aunque fue difícil y tuvieron que enfrentar cosas que no imaginaron, supieron salir adelante juntos. Ahora llevaban dos años y el amor seguía intacto, se amaban profundamente y se tenían mucha confianza, pero a pesar de que tenían una relación estable sentían que les faltaba algo.
Pronto se escuchó el timbre anunciándoles el inicio de las clases y debían salir de allí rápidamente.
—Vamos, tenemos orientación con el director y no me apetece un sermón a primera hora. —Jungkook se alejó y suspiró prolongadamente recostando su cabeza en la pared.
—Odio a ese viejo idiota.
—Lo sé, pero debemos evitar problemas.
—Bien, pero me debes algo. — se acercó plasmando un beso en los labios de Taehyung. El chico asintió y sonrió abriendo la puerta del armario asegurándose que nadie estuviera cerca.
Una vez afuera, se encaminaron al aula que compartían mientras organizaban su uniforme y dejar todo en su lugar. Ingresaron al lugar y se sentaron en sus puestos, que por desgracia y a petición del director debían estar separados.
En cuestión de minutos ingreso el señor Song, un hombre de 1,80, delgado y cabello negro. Inspeccionó él aula asegurándose que todos estuviesen en su lugar en especial esos dos alumnos. Tan pronto los vio los recorrió con sigilo formando un rostro de desagrado.
—Buen día jóvenes — Saludo conservando su postura recta y autoritaria — Hoy como todos los días vengo a recordarles la importancia del respeto, la discreción, y el buen camino. Tengan presente que por ningún motivo permitiré acciones que afecten la imagen y reputación de esta institución. — dijo esto observando a Jungkook y Taehyung. — Por otro lado, el día de hoy se une a ustedes un nuevo estudiante. Por favor háganlo sentir bien. Joven Park, entre. — ordenó.
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~SHAMELESS~ [KOOKVMIN]+18
Teen Fictiondeseos culposos, que no podrian ser tan malos. ''Arderemos juntos en el infierno''