En lo larga que a sido mi vida, he recorrido casi todo el mundo, pero siempre vuelvo a este lugar.
La ciudad qué nunca duerme. Nueva York. Es fácil enamorarse de Nueva York, de sus facilidades, de sus ambientes, de sus habitantes, colores y más cosas que tal vez solo encuentres en Nueva York.
Pero es más increíble saber que casi fuiste tu él que fundó la ciudad, quien la vio cuando recién se estaba levantando.
He estado presente en la mayoría de las fases que ha vivido esta ciudad, la vi en los años 20, en los 40, los 60 entre otras décadas que dejaron huella en ella.
También e desempeñado varios empleos, desde camarero hasta directivo de una empresa. En éste momento mi hermano y yo somos socios en una empresa de aeronáutica, con el tiempo se van aprendiendo cosas sobre la sociedad moderna entre ellas esta saber el uso de los vehículos aéreos, una de las ventajas de tener mas de una década de vida.
Por muchos años he visto las parodias que tienen los humanos acerca de los vampiros, he visto películas como del crepúsculo al amanecer, una noche de terror, crepúsculo, entrevista con el vampiro, priest, Drácula, de Bram Stoker,algunas series de televisión como The vampire diaries, true blood, sobrenatural, entre otras y aunque algunas han acertado en algunos aspectos la mayoría esta muy lejos de la realidad.
Mi nombre es Dorian Deligianis y nací en 1840, tengo 175 años, en mi raza se me considera uno de los antiguos, vivo en Nueva York y a lo largo de mi vida he logrado formar y destruir varios imperios que he conseguido.
Iba saliendo de la empresa cuando una mano me tomo por el hombro y me hizo detenerme, era mi hermano Kellen, seguí caminando cuando vi que era el.
- Aquí tienes. - me entrego un libro.
- ¿Que es esto? - pregunto mientras observo el libro que se encuentra en mi mano y bajo los escalones del edificio.
- Un libro.
- Con el tiempo te vuelves más inteligente. - mi sarcasmo era más que evidente.
Soltó un suspiro y eso era una señal de que me diría la verdad.
- Es de Brenda, ya vez que es lectora empedernida, así que le dije que ya había leído ese libro y me invito a su grupo de lectura y me van hablar de ese libro mañana.
- ¿Sigues con Brenda? - espero que su respuesta sea negativa.
- Si, Dorian sigo con Brenda.
- Por lo menos dime que no te sigues alimentando de ella.
- No empieces Dorian por favor. - sus facciones demostraban la irritación que le provocaban mis palabras.
- ¿Como que no empiece? ¿Acaso ella sabe lo que le ocurrirá, si deja que sigas bebiendo de ella?
- A ver dime, ¿porque seguiría con Brenda si no bebo de ella? - dijo con la soberbia llenando su voz.
- Porque es una simple humana y debes respetar su vida Kellen.
- La mujer es una lectora de 30 años que sigue soltera, cuando le dije lo que era, literalmente me rogó que bebiera de ella.
- Eso no es una justificación. - dije frustrado. - Debemos estar bajo el radar.
- Nadie lo notara.
- ¿Señores Deligianis?- pregunto una voz haciendo que dejáramos nuestra riña por la irresponsabilidad de Kellen. - ¿Ira a casa en auto señor? - pregunta mi chófer.
- No, Aaron, Kellen y yo caminaremos, nos vemos en casa.
Después de entregarle mi maletín a Aaron, empezamos a caminar por la avenidas de nueva york, se había fundido un silencio entre nosotros que era tan tenso que se podría cortar el ambiente con una hoja.
- ¿Entonces leerás el libro? - pregunta Kellen de la nada.
Estallo en una carcajada limpia, toda persona que pasa a nuestro alrededor se nos queda viendo de manera extraña, me detengo y por consecuencia Kellen también, pongo mi mano en su hombro y con toda mi honestidad le digo:
- Eres un idiota.
Lo tomo del cuello y lo impulso hacia adelante para que siga caminando, como cuando eramos niños y jugábamos a las guerrillas.
- Supuse que a ti te gustaría el libro, ya vez también eres un lector empedernido. - dijo quitando mi mano de su cuello.
Era verdad la lectura es uno de mis pasatiempos favoritos, en todo lo que llevo viviendo puedo asegurar que lo único que a seguido totalmente igual en toda la historia a sido la escritura, nunca a cambiado siempre ha estado ahí.
- Dorian ya no quiero caminar, ¿podemos pedir un taxi? - la fatiga de de Kellen es más que evidente así que acepto su proposición.
Nos empezamos a acercar al final de la acera, pero entonces mi vista se fija en un cabello rubio, examino mejor a la dueña del cabello rubio, pero esta de espaldas hacia mi así que no tengo una gran vista de ella, pero se da la vuelta y no puede ser. Es ella.
Mi mundo se queda en pausa un minuto y recuerdo ese rostro como si hubiera sido ayer. Escucho la voz de Kellen a lo lejos, no presto atención solo a ella simplemente. la multitud que hace segundos se había despejado, ahora se estaba aglomerando de nuevo, trate de esquivar cada cuerpo que me impedía verla pero unos brazos me detuvieron en el proceso. Kellen.
- ¡No es ella Dorian! - grito Kellen tratando de contenerme.
Era imposible que no fuera ella, su cabello rubio, esa piel tan perfecta que casi parecería de mentira, para terminar con mi alma, ella dirigió su mirada hacia mi y me quede estático en el lugar en el que me encontraba. Sus ojos eran imposibles de no reconocer.
Su mirada se encontró con la mía y las curvas de sus labios se curvaron, dando paso a una pequeña sonrisa. Ella termino de entrar en el taxi y juro por Dios que si Kellen no me hubiera detenido habría corrido tras del taxi.
Era ella, era la chica de la Avenida Becklyn.

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Welcome Life.
VampireNunca pensé que volvería a verla, pensé que ella solo era un tropiezo en mi vida, la sangre de alguien más que estaba sobre mis manos, alguien que ha pagado con su propia vida mi hambre. Jamas tampoco imagine que al arriesgarme a conocerla le daría...