My Sweet Baby |❦︎| Binwoo

❦ 𝟏𝟖 ❦

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Me haces sentir como un niño,
eso es verdad.
Haces que esto parezca que
es algo nuevo,
Nunca he conocido ha alguien
tan ágil como tú,
Tienes una forma única de hacer
las cosas que haces.

Chico, eres como nadie más.
Estas derribando mis defensas
Estoy perdiendo la noción de mis sentidos
Soy la marioneta que posees.

✯༄Rosenfeld.
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Dong Min y San Ha aprovecharon la hora libre que tuvieron en la mitad del segundo bloque de clases para descansar, necesitaban despejar su mente luego de una aburrida charla con el maestro de embriología.

Quitaron sus batas blancas y fueron al enorme jardín a relajarse, San Ha se tiró en el césped y después, sacó de su mochila los sandwiches que le preparaba su mamá. Le dio uno a Dong Min y el pelinegro le entregó una caja de su leche de plátano favorita.

Los mejores amigos estaban disfrutando de su descanso en silencio hasta que decidieron conversar un poco.

-Minnie, ¿A qué hora te fuiste del club?

-E-eh... no lo sé, no me fijé, solo me sentí un poco mareado y me fui- dijo nervioso.

-Pensé que llamarías a Moon para que te llegara a recoger.

-No me gusta molestar a Bin- apartó su rostro evitando que fuera obvio que mentía.

-Es que estabas muy ebrio. De hecho, bebiste más que yo, eso me sorprendió- al pelirrojo claro que le pareció demasiado extraño, Dong Min jamás en su vida había consumido licor y ver que se bebió el primer vaso de un solo trago lo hizo pensar. Aunque bueno, habían muchas cosas que no conocía de Dong Min ahora -¿Ya habías bebido antes?

-S-sí.

-¿Mingyu te enseñó a tomar?

-No, no fue él.

-¿Moon?- miró a su amigo apartar su mirada una vez más.

-Sí- Dong Min bajó su cabeza.

-¿Por qué te apena eso? Si Moon te ha enseñado cosas, no tienes porque avergonzarte. Aunque me siento más tranquilo de que sea él y no otra persona.

Sus mejillas se pusieron rojas con solo recordar lo que pasó la primera vez que se puso ebrio. Aquellos gemidos, el sonido de sus pieles, el rostro excitado del hombre que lo sostuvo mientras lo follaba sin cuidado, todo aquello se reprodujo en su mente.

-Pe-pero no pienses mal, yo quería probarlo y pues me gustó, él solo me sirvió el trago.

-Yo no he dicho nada, pero creo que el mal pensado eres tú.

-¡No!- el pelirrojo se rió a carcajadas.

-Si tan solo vieras tu carita jajajaja. De seguro tuviste recuerdos de Vietnam.

-¿Qué dices?

-Tan tierno, pero descuida que lo que sea que haya pasado, es un secreto entre los dos- viró sus ojos en claro disgusto y el omega volvió a reír. -Hablando de alfas, me pasó algo lamentable- el pelirrojo hizo un mohín.