3. Hacía la final

28 4 0
                                    

3. Hacía la final.

.

Estaban tan metidos en su mundo que no vieron llegar a la mesa donde se sentaban los dos chicos a dos personas. Esas dos personas se quedaron quietas mirando a los dos prometidos.

- ¡Vaya! ¡Pero si es la pequeña Akane Tendo! Como te pareces a tu madre. Eres idéntica a esa odiosa rata que me robó mi Soun.

Los dos prometidos miraron a quien les hablaba. Akane se sorprendió, luego se enfureció. Allí delante suyo tenía a una mujer, a esa odiosa mujer, que cuando su madre estaba viva, intento destrozar el matrimonio de sus padres varias veces sin conseguir nada. La furia de Akane aumento a recordar esos hechos.

Esa mujer iba acompañada de una chica de la edad de Kasumi, que los miraba con insolencia, y superioridad. Iba vestida con un kimono, debía participar en el torneo, sería una rival a batir.

Ranma vio la reacción de su prometida, vio su nerviosismo. Akane conocía a esa mujer y no le caía bien. No sabia el que, pero algo había pasado entre ellas.

-No me moleste- dijo Akane, y bajó su mirada a su comida, ignorando a esa mujer, pero seguía furiosa. Ranma no le dijo nada, no quería ser él el que pagase el enfado de su prometida.

La mujer al sentirse ignorada se enfadó.

- ¡No me ignores! - gritó, y en un acto de furia cogió la bandeja de la comida de Akane y la lanzó a medio pasillo. Todos los allí presentes se reunidos se giraron y miraron. La organización mandó allí a los miembros de seguridad, estaban cansados de esa mujer, no era el primer jaleo que montaba durante ese torneo. Y no era la única, ciertos participantes que acudieron provocaban jaleos y provocaciones. Y esa mujer era especialista en provocarlos. Ya había encontrado una nueva víctima con quien cebase. - mirarme cuando te hable- miró Akane, la chica ni se digno a mirarla- si, te pareces a esa pécora que me robó a mi Soun. Te pareces a la bruja de tu madre.

Akane se enfureció, si esa quería bronca la iba a tener. Pero Ranma la miró y negó con la cabeza, no debía dejarse provocar por nadie o sería descalificada. Akane se calmó y bajó la cabeza.

Esa mujer miró a Ranma y sonrió.

-Así que ahora te dejas controlar por este idiota- dijo la mujer. Miró a Ranma de arriba abajo- un chico inferior, guapo… pero sólo tiene eso. Si lo has elegido como prometido tuyo, como he oído, hundirá ese dojo. No tiene futuro en las artes marciales. - y se rió con una risa que, un enfurecido Ranma, ya había oído, pero no recordaba donde.

- ¡Dejarnos en paz! - exigió Akane, estás acosando a dos menores. Te puedo denunciar. Si sigues molestando te echaran fuera. No sé qué haces aquí.

La mujer rió, y se mostró orgullosa.

-Mi hija… y la de tu padre- Akane se enfureció a oír eso, y Ranma se quedó blanco, ¡no era posible! La mujer prosiguió con maldad. - mi hija y la de Soun participará en el torneo y ganará… y utilizaremos eso para reclamar lo que es nuestro… ¡A SOUN TENDO!

- ¡Mi padre nunca fue tuyo! ¡Siempre estuvo enamorado de mi madre! Desde niños. Tú quisiste interponerte entre los dos y fracasaste…- dijo Akane.

- ¡Akane! ¡Basta ¡- gritó Ranma- no le sigas el juego. Eres más inteligente que ella. Su hija participará en el torneo, con suerte se cruzará contigo y allí le contestarás… derrotando a su hija.

- ¡NO HABLABA CONTIGO! – gritó la mujer- ¡No te metas en esto! - se cayó, Ranma la miraba con ojos fríos y amenazantes. Ese joven era peligroso, antes no lo había calibrado bien, era más terrorífico de lo que aparentaba.

Nadie nos vencerá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora