CAPITULO 45 ENTRENAMIENTO

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EVANGELINA

No pude dormir en toda la noche. El maldito mocoso no salió ni un solo segundo de mi mente, tenerlo tan cerca, desestabilizó mi cuerpo. Me toco recurrir a la masturbación para darme si quiera un mínimo orgasmo. Pero eso no era lo que queria, queria que él me follara, que él me tocara.

Está tan dolido y es tan orgulloso que no lo hace, y tras de eso, se me dice que, hombre que se me acerque hombre que se muere, y la verdad, no quiero cargar con la muerte de otro en mi consciencia por ser imprudente. Con solo ver la mirada que se carga, y la firmeza con que dice las cosas, sabes que no está jugando.

Me levanto de la cama, ya que el olor a café me llama. No sé en qué momento me quedé dormida y quien me trajo a la cama, pero se lo agradezco. Aunque es hora de volver a casa. El estómago se me revuelve, ya que, al regresar, no estaré tranquila, él vendrá por mí, y esta vez moriré en sus manos.

Tengo puesta una playera que no conozco, alguien me quitó la ropa, estaba tan cansada que creo que caí en coma y no me di cuenta.

Despacio camino hasta la cocina y me encuentro a el mismo chico de ayer, el de ojos grises, no puedo mentir es hermoso tambien - ¡Dios! De dónde sacan a estos chicos - ¿Qué le están dando de comer a esta generación? Todos altos, mamados, parecieran que los hacen con tanto amor, que les quedan perfectos. Tambien tiene el cabello negro, alguno que otro tatuaje, es blanco como la nieve, parece que tuviera piel de porcelana.

-¿Quieres café? – Su voz hace que de un salto.

Tiene una sonrisa como de un niño. Sus espesas cejas hacen contraste con el cabello que le cae en la frente. ¿Todos los amigos de Agust serán así? ¿De dónde los saca? ¿Los lindos se juntas solo con personas lindas? Estos chicos claramente son los populares de la universidad.

-¿Estas bien? – Se me acerca, está sin camisa - ¿Necesitas algo? ¿Quieres que llame a Agust?

No puedo dejar de recorrerlo con la mirada, tiene un poco más de músculos que Agust, su abdomen está bien marcado, tiene manos grandes, labios delgados, nariz pequeña, tiene un aura aniñada, pero sexy.

-Me preocupas – Vuelve y me dice.

¿Cómo quiere que me concentre si esta sin camisa? Y yo con esta abstinencia que me cargo.

-¡Ey! ¿En serio, estas bien? – Lo veo caminar hasta la encimera – Voy a llamar a Agust, donde algo te pase, ese animal salvaje me mata. Y la verdad no quiero ser comida para sus asquerosos perros.

-Estoy bien – Logro hablar.

-¡Diablos! No me des esos sustos – Me dice regresando a tomar la tasa de café - ¿Quieres un poco?

Asiento.

-Agust dio la orden de que te quedaras en mi casa hasta que todo esto pase – Se lleva la tasa de café a su boca – Está investigando de donde vino el dichoso perro muerto y la amenaza – El cuerpo se me tensa al escuchar eso, si Agust investiga puede que halle mi oscuro secreto, pero yo tengo un secreto de él, y no quiero seguir luchando sola con esto - Tambien dijo que estuvieras lista, que te voy a llevar a un lugar, ponte ropa deportiva y no te preocupes por el trabajo él ya se encargó de todo – Lo veo sonreír – Ese maldito es tan controlador y organizado, que necesita tener todo bajo control para sentirse pleno.

Yo sigo mirando su cuerpo ¿Cuántas horas hará de gimnasio al día? ¿Agust entrenará con él? porque a pesar de que Agust es un poco más menudo, tiene una fuerza descomunal, un cuerpo tan bien esculpido y a la hora de follar un hambre voraz.

-Ayer no me presenté – Me extiende la mano – Soy Travix, el mejor amigo de la bestia salvaje que tienes por novio.

Vaya que manos, están tan bien arregladas, las venas se le notan, eso es lo más sensual de un hombre.

DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora