"-¿Prometes quedarte conmigo para siempre?
-Lo haré, ya no dejaré que te vayas.
-Serás mi amo siempre y yo tu fiel sumiso..."
Personalidades muy contrarias, problemas y trastornos a punto de enfrentar. Un camino preparado y un "te amo" en la punt...
"He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que lo admiro y lo amo apasionadamente".
✯༄ Jane Austen. ┗━━━━•❅•°•❈ - •°•❅•━━━━┛
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Otro fin de semana había llegado y la verdad, es que cosas muy extrañas habían pasado, principalmente el comportamiento de Bin hacia él. ¿Por qué? Bueno, el alfa había estado más pegajoso con él, aunque tampoco para exagerar. Además de tratar de consentir todos sus caprichos, algo que no siempre pasaba y ahora era más frecuente.
Y aunque le llamara la atención, no se quejaba. Él quería que lo mimaran.
Salió de la universidad junto a su amigo, subiendo al auto donde el chófer del mayor de los omegas los llevaría al centro comercial.
¿El motivo? Pues, Bin había invitado a cenar a Dong Min esa noche de viernes y el omega por una rara razón, quería verse lindo para él.
-¿Estás seguro que no estás enamorado de Moon?- preguntó por milésima vez el pelirrojo.
-Ya te dije que no, pero sabes, aveces quiero agradarle.
-Si tu dices.
Su amigo siempre negaba, pero la verdad es que no estaba seguro. Dong Min se miraba tan comprometió con esa extraña relación que en ocasiones pensaba que su amigo estaba enamorado de ese alfa. Pero si Dong Min decía que no, entonces le creería.
Aunque en lo profundo no estaba seguro.
Pasaron por varias tiendas buscando el atuendo ideal, al lindo y fresco, suave y ligero.
-Minnie~ - llamó -Tienes que comprar esto- dijo con burla mostrándole un pequeña pieza.
-¡San Ha!- se quejó -Eso no.
-Vamos, compra algo sexy para el profe. Tal vez así nos da más tiempo para la presentación- se rió porque en partes, San Ha tenía razón. Siempre que necesitaba algo, se vestía con los conjuntos de lencería más provocativos que tenía y le moledaba a su maestro para conseguir tiempo extra.
Aunque la lencería costosa terminara partida en dos pedazos en el suelo. Todo valía la pena.
-Me invitó a cenar, no a coger.
-¿Y crees que no va a tocarte? Obvio que lo hará, es alfa. Los alfas siempre quieren algo y más con un Omega tan lindo como tú.
-No digas eso- se sonrojó hasta las orejas.
-Claro que sí, además, necesito ese tiempo extra. Solo compralo.
No tuvo de otra más que ceder a lo que su amigo quería.
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