Una historia Omegaverse, dónde dos lobos están destinados a salvar a las manadas pero no todo será fácil para ellos, además, ¿Podrá su amor ayudar a la profecía?
Una historia de mi completa autoría.
Contenido +21.
No acepto copias ni adaptaciones.
A...
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*
Jungkook se sentó y todos pudieron sentir la tensión.
—¿Tu Omega no te dió lo suyo? —preguntó Jimin con una sonrisa pícara.
Taehyung solo se rió del comentario del otro Alfa, pero es que había llegado con una cara de enojo, hasta Irene lo notó.
—Al parecer, ella no supo hacer su trabajo —dijo ella con orgullo.
Jungkook comenzó a reír fuertemente.
—Oh no, no fue eso, mi Omega es una reina en la cama, una diosa, un animal, justo como me gusta —decía mientras agarraba su miembro por encima de la ropa.
Lucy se llevó su mano a su boca para reírse de la cara que había colocado Irene al momento del que Jungkook se refirió de Danrah.
—¿Alguien se quedó sin palabras? —dijo Lucy en tono de burla.
—Eso parece —ahora Jimin es quién continúa.
—Ya, por favor, vamos a detenernos —salió Tae en defensa de su Omega.
Todos callaron, entendían la situación en la que estaba Taehyung en estos momentos, dividido entre los celos de ver como su Omega se preocupa más por la situación de Jungkook que por él, quién es su Alfa, solo le pasaba por su cabeza que al volver iba a tener que movilizar todo para la boda y así poder consumar el matrimonio y domarla en cuerpo y mente.
Los ojos de Jungkook escanearon el área y fue que lo notó.
—¿Dónde está Inguk? —todos comenzaron a buscarlo con la mirada— ¡Demonios!
*
En la habitación yacía Danrah agotada y acabada después de semejante sesión de sexo, ella estaba completamente sumida en un sueño profundo.
Lentamente la puerta de su habitación fue abierta, sus ojos dorados brillaban con rabia, la Omega que él tanto había querido ahora era de otro, no era suya, gruñó al verla tan calmada en la cama de otro Alfa, la habitación de al lado olía a sexo, fluidos, semen y sudor...
Eso lo volvía más furioso.
De su garganta salían gruñidos a medida que se acercaba a la Omega en la cama, pero ella ya había pasado por tanto que era como si hubiese desarrollado un sexto sentido y pudo sentir la amenaza así que abrió los ojos sorprendiendose con Inguk allí, al pie de la cama.
Ella dió un salto fuera de la cama pero debido a que sus piernas aún están débiles por los orgasmos propinados por su Alfa y los deliciosos nudos, cayó al suelo rápidamente colocando sus manos para amortiguar la caída.
—Tuviste que haber sido mía —gruñó asustandola.
Ella sabía que podía con él pero no en estaba condiciones tenía que confiar en su Alfa, así que abrió el lazo para permitirle a Jungkook sentir su miedo y pánico.
