BAJOS INSTINTOS.

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Narra Taehyung.

**Previo a entrar a la habitación de T/N**

Estoy maravillado con mi pequeña T/N, su inocencia y su inexperiencia para mentir o disimular frente a los demás es un encanto, me produce una ternura genuina que me obliga a pensar en ella en otras áreas de su vida.

Por otro lado, no niego que me sorprende que teniendo todo el apoyo económico de mi padre y de mis hermanos, quiera trabajar y salir adelante sin ayuda de nadie. La manera en que se negó a que le compraran un auto propio me convenció de que no es una chica interesada en cosas materiales.

En eso te pareces a mí.

Fui el único de mis hermanos que terminó una carrera, trabajando como mandadero o como ayudante en restaurantes mundanos para poder pagarme la universidad y así ganarme el puesto y el sueldo que actualmente tengo en la empresa de tecnologías de mi padre.

En un principio yo no quería trabajar en el negocio familiar, pero honestamente yo era la mejor opción para el área financiera y en la única persona en la que mi padre podría depositar su confianza para asuntos de dinero.

Mis hermanos, por su parte, "trabajan" en el área digital un par de horas al día, mientras que el resto del tiempo se la pasan despilfarrando el tremendo sueldo que mi padre les regala.

Por ello estoy sintiendo una pequeña admiración hacia mi hermanastra, pues en un principio, cuando me habló de aquella entrevista de trabajo, pensé que se trataba de un capricho o de un acto de rebeldía hacia su madre, pero cuando se atrevió a enfrentarla en la cena para defender su decisión y negarse a aceptar la ayuda de mi padre, supe que hablaba en serio.

Chicas así, ya no hay.

T/N acaba de subir a su recamara, estoy tentado a esperar a que el resto se distraiga para subir a hablar con ella, necesito saber con quién y en dónde va a trabajar exactamente.

Me dirijo a la tarja de la cocina para lavar mis manos y siento la presencia de alguien detrás de mí.

–Tae, cariño, ¿puedo hablar contigo un momento?

Me giro y me encuentro con la señora T/A. Sonrío y asiento con la cabeza para después volver a sentarnos en el comedor, esta vez, solos.

–Es sobre T/N. –Vota un suspiro melancólico. –Como te podrás dar cuenta, es difícil que T/N se adapte a esta nueva familia, a nuestra nueva vida...

–Lo sé. –Le digo mientras tomo su mano, comprensivo. –Casi no sale de su habitación y... no habla mucho, a menos que la obliguen.

Su madre pone cara de sufrimiento. –Las cosas no eran tan distintas cuando solo éramos ella y yo...

Arqueo una ceja, interesado en lo que está por contarme.

– Cuando su padre murió, ella tenía solo 10 años. –Vota un suspiro con aire de arrepentimiento. –Así que la tuve que dejar sola casi todo el día para poder trabajar, pero de una u otra forma me aseguré de que no tuviera malos comportamientos en la escuela, de que no descuidara sus estudios, de que no cayera en drogas o cualquier otra cosa que pudiera perjudicarla... muchos me decían que exageraba en sobreprotegerla porque T/N comenzó a aislarse del mundo pues así como lo hace aquí encerrándose en su cuarto, lo ha hecho desde esa edad... pero si lo hice, fue para evitar un mal mayor.