Desde que tengo uso de razón hemos estado juntos. La realidad es, que se ha hecho imposible el imaginar un futuro en el que no estés.
Tus manos, tu sonrisa, tus abrazos, tus mejillas, todo de ti, realmente no quiero perderte.
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-¡Renata! ¡Te están esperando! -exclamó mi mamá-
-¡Ah! ¡Ya bajo, Ciro!
Terminé de cepillarme el cabello, revise que mi uniforme se encontrara en condiciones y baje.
-Disculpa la demora -dije a Ciro, quien me esperaba parado en la entrada-
Él solo suspiró, sonrió y abrió la puerta
-Nos vemos, Norma -dijo a mi mamá y cruzó la puerta-
-¡Ciro, no me dejes atrás! -Refunfuñé mientras lo seguía-
Cuando logré alcanzarlo, tomé su mano.Desde que tengo memoria, Ciro siempre fue mi vecino de en frente, por lo que esta caminata se ha vuelto algo natural entre los dos. Tomados de la mano, camino a la escuela, él con la mirada fija a la pantalla de su celular y yo mirando al frente, controlando que no choque con algún poste, o tropiece con alguna piedra. Siempre en silencio.
Él es atractivo a la vista. Es más alto que yo. Tiene los ojos verdes, su cabello es castaño y tiende a dejar la parte de la nuca largo hasta el cuello. Su flequillo suele tapar parte su ojo derecho, y tiene un cuarto de su cabeza rapada. En su oreja izquierda lleva tres piercings.
-Oye, Ren -Ciro sorpresivamente rompió el silencio-
-¡¿Si?! -respondí sorprendida-
Estaba concentrada observándolo.
Ciro me dio una mirada rara, una fácil de leer: "¿Qué te pasa?". Procedió a suspirar antes de continuar.
-Se acerca tu cumpleaños dieciséis -dijo-
-Ah, si -la realidad es que estamos en abril, y mi cumpleaños no es hasta agosto -
-¿Qué vas a querer este año? -pregunto, frenando la caminata-
¿Era necesario detenernos?
Se mantuvo con la mirada centrada en mis ojos, esperando una respuesta.
Empecé a mirar a nuestro alrededor con la intención de buscar alguna idea, algo que responder.
Bueno, la verdad es que no pensé mucho en eso, no hay algo que en si necesite. Pero creo que lo mejor es responderle algo sencillo.
-Quiero que Ciro siga a mi lado -le respondí con una sonrisa-
Ciro abrió los ojos como platos, miro al suelo, luego al frente, y se enfocó en su celular nuevamente.
Apretando mi mano con más fuerza respondió:
-No hace falta pedir eso
-Je
Continuamos la caminata.
Cuando me di cuenta, creo que no mentí. Pues es difícil a estas alturas imaginarme una vida sin Ciro sosteniéndome la mano. Es decir, nos conocemos desde la infancia. Esta mano me ha sujetado durante años, me da una sensación de seguridad...
-¡Renata! -Exclamo Ciro, tirando de mi brazo hacia el-
Eso dolió. Por alguna razón, mi cabeza estaba en el pecho de Ciro, y mi torso encerrado en sus brazos. Podía sentir su respiración agitada.
¿Qué acaba de pasar? Estaba perdida en mis pensamientos.
Un muchacho en bicicleta se nos acercó.
-Oigan ¿están bien? -preguntó - Ese bastardo paso en rojo...
Ciro me soltó lentamente.
-¿Estas bien, Ren? -pregunto mientras me escaneaba con la mirada-
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MENTIRÍA SI DIGO QUE NO TE AMO
RomanceRetana y Ciro han estado juntos gran parte de su vida. Para ella, Ciro siempre ha sido su persona más preciada. Pero ¿Qué pasaría si alguien llega para hacer temblar el mundo de Renata? ¡Una historia de amor llena de confusion! "Debí haberme escapad...