Narrado por Nicolás.
El regreso de Evan me ha tenido sumamente tenso y paranoico. Siento que todo el universo está en mi contra y que pronto toda mi felicidad volverá a destruirse. He creado en mi cabeza una tonta historia ficticia donde yo soy el bueno, el héroe, el clásico protagonista que lucha por su chica ideal, o sea, Edgar, el amor de mi vida. En mi historia cada vez entran más villanos; Diego, Mariana, Daniela y ahora Evan regresa.
Bien lo dice la ley de Murphy: si algo puede salir mal, saldrá mal. Y actualmente en mi vida, hay muchísimas cosas que pueden salir pésimo, el regreso de Evan es un claro ejemplo. Supongo que estoy muy paranoico y que quizás tenga que dejar de ver tanta televisión. Me estoy creando todo un drama en mi cabeza.
Ayer Evan fue a visitarnos a nuestro departamento. Mi odio por Daniela creció un 10% más, pues fue ella quien le dio nuestra dirección. Edgar estaba muy feliz de ver de nuevo a su viejo amigo. Evan también estaba muy contento de ver al amor de mi vida. Ambos estaban sumamente felices y yo sé que de ahora en adelante voy a tener que lidiar con eso.
Evan pasó mucho tiempo en mi departamento, sentando en mi sala de estar, en uno de mis sillones. Le contamos básicamente todo, todo lo que ha pasado por aquí en su ausencia y aunque Evan fue bastante simpático y no le coqueteó para nada a Edgar, me mantuve alerta todo el tiempo. Nunca voy a olvidar el motivo por el que se fue desde un principio.
Cuando finalmente Evan decidió irse de mi hogar, yo miré a Edgar fijamente, transmitiéndole con una sola mirada toda mi paranoia. El amor de mi vida entendió de inmediato todas mis preocupaciones.
Se acercó a mí regalándome una perfecta sonrisa, me susurró "te prefiero a ti" para después abrazarme con fuerza y besar mis labios, calmándome por completo. Me prefiere a mí. Dios mío, es tan fácil creerle, podría creerle cualquier cosa.
Edgar me ama, me ama a pesar de todo, me ama aunque seamos hermanastros, me ama aunque se lo haya ocultado por mucho tiempo. Y yo lo amo a él, lo amo aunque me haya tratado como una basura, lo amo aunque se haya besado con Diego y después me haya abandonado en la cama. Lo amo a pesar de todo eso. Es imposible dejar de amarlo y esa es una de mis más grandes debilidades, voy a amarlo pase lo que pase, haga lo que haga. Estoy muy convencido de que esto es amor verdadero y es la primera vez que me siento así por alguien.
Sé que quizás mi relación con Edgar no es sana, pero es muy fuerte y ni siquiera el estúpido de Evan podrá romper lo que yo tengo con Edgar. Nadie puede y tengo que meterme muy bien eso a la cabeza. Nadie puede romper lo que tengo con Edgar. Nadie...
Esta mañana desperté y todo era bastante normal. Mi día inició como cualquier otro, lleno de besos, caricias y miles de cursilerías. Edgar y yo pasamos toda la mañana pegados en mi cama, con una inexplicable pereza que nos impedía levantarnos. Nos hubiéramos quedado acostados todo el día pero ambos teníamos trabajo que hacer.
Termine levantándome de la cama hasta tarde y empecé a trabajar en mi hermosa computadora, cumpliendo con mi magnifico empleo. Era otro día cualquiera, dentro de mi fabulosa vida donde vivo tranquilo e inmensamente feliz junto al amor de mi vida. Nada parecía estar fuera de la típica rutina de todos los días hasta esta tarde, que decidí hacer una pausa y sentarme a comer con Edgar.
Mientras comíamos él me conto que todos ya se habían enterado sobre el regreso de Evan, y con todos me refiero a nuestros amigos de la universidad: Arturo, Rafael, Eduardo y otros colegas que no veo desde la graduación. Todos ellos estaban muy felices por Evan y ya habían organizado en tiempo record una fiesta esta misma noche en la casa de Arturo para celebrar su regreso. Obviamente tengo que asistir a esa fiesta, tengo que cuidar a Edgar.
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Vaso roto
RomanceTodos hemos escuchado alguna vez que lo que no te mata te hace más fuerte pero en la mayoría de las ocasiones lo que no te mata hace que desees estar muerto. Lo que no te mata te rompe, te transforma en un vaso roto... ¿Y qué es un vaso roto? "E...