La pradera, tan verde como los ojos de quien un día ame. Quizás no les interese las penas de una chica cualquiera, pero aun así lo relataré, la primera vez que ame a alguien de forma romántica, la primera vez donde mi razón y lógica se fueron por la borda, sentí la anciedad, nerviosismo y espectacion o como todos lo hacen llamar; "mariposas".
A pesar de que tuvo un final triste y no me quede con el príncipe, me quedo con los buenos recuerdos.
¿lo odio? No, lo ame, no me escogió pero aun así no lo odio. ¿soy tonta por no guarderle rencor o no prometer venganza? Yo lo llamo superar a alguien,ser madura y seguir con tu vida, eso solo fue el episodio de un capítulo de mi vida...
Como ya había dicho, sus ojos eran tan verdes como la pradera que se alzaba ante mi. Tez pálida y cabello negro con reflejos castaños. Como adolescentes que eramos hicimos muchas promesas que no teníamos la intención de cumplir, pero jamás nos juramos amor eterno, por que ninguno creía en el, yo aun no creo en el. Para mi ¿existe el amor? Claro que si, pero es demaciado efímero, hermoso pero efímero.
La primera vez que lo vi fue cuando fui a parar a su departamento. Era en mi ultimo año de escuela y no tenia amigos, tampoco los necesito ya que se supone que soy la hija de uno de los ejecutivos y abogado de una gran firma, pero al ir en un instituto de gran prestigio no haces amigos, no realmente. Solo buscan conocidos, son como los caza fortunas de las tele series mexicana. ¿por qué? Por la sencilla razón de que sus padres los criaron así o simplemente siguen sus pasos. Hay muy pocos que son diferentes, y yo no soy una de ellos, comparto su codicia, pero no de dinero, prestigio y poder, si no por que ansío mi libertad, soy como un pajarillo enjaulado, en una celda donde quien no es lo suficientemente inteligente no sobrevive sin sus padres. Todos nos queremos liberar de algo, y yo no soy la excepción.