Capítulo 29

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Carolina Isabella Caballero Beltrán

Monterrey, México

La había regado con Axel David, pero lamentablemente ya era tarde y no pude como siempre mantener cerrada mi boca. Él se molestó con lo que mencioné de la tal Paula De la Riva, pero lo cierto era que ya nada se podía hacer al respecto y yo no podía desdecir lo que ya dije y menos mal que no le había dicho todo lo que pensaba sobre ella y sobre su supuesto amigo.

–Caro, ya hemos llegado. Aquí es la casa de mi madre – dijo él – vamos, ella nos está esperando ya.

–Vamos y lo siento Axel David, por lo que dije.

No pude mantener mi boca cerrada, pero es que en realidad yo debo saber qué es lo que él siente por esa mujer. No puedo dejar de pensar en lo tonta que había sido al dejarlo por ese otro tipo que se ve que es un creído de primera. De verdad que esa Paula ha dejado a un buen prospecto por alguien que se ve, que no vale la pena.

–No te preocupes, por ahora vamos a olvidar eso y a salir de este compromiso que tenemos con mi madre.

–Me parece bien.

Unos señores vestidos de traje nos fueron a abrir las puertas del auto de Axel David para que nosotros pudiéramos bajar de él y así lo hicimos, bajamos y entramos tomados de la mano a una residencia muy bonita. Los padres de Axel David sí que eran de dinero por todo el lujo y el tipo de casas que habitaban, una señora muy elegante nos guio a un salón en el que estaba la madre de Axel David esperando por nosotros.

–Buenas noches, hijo – dijo la fina señora – ella debe ser Carolina, bienvenida. Estás bellísima, Lorenzo tenía razón cuando dijo que eras muy hermosa.

–Buenas noches, mamá – dijo Axel David – sí, ella es Carolina, es mi novia y es más hermosa de lo que te ha dicho mi papá.

La señora es muy elegante y fina, lo bueno es que el vestido que hemos elegido está a la altura de la vestimenta que traen las amigas de la madre de Axel David. Me gustaba haber podido escoger con Axel David, de lo contrario hubiera sido un completo desastre mi sola elección.

–Bienvenida Carolina, soy Marisela Cantú a tus órdenes – me dijo la señora – es un placer tenerte en mi casa. Qué bueno que has aceptado mi invitación de venir.

–El placer es mío, señora y mucho gusto – le di la mano – es un placer para mí conocerla.

–Pasen, por favor. Vayamos al salón a compartir con mis amigas en la fiesta que estoy dando – nos dijo la señora – Carolina, espero que te guste jugar cartas.

–Por supuesto, muchas gracias.

La madre de Axel David, nos llevó a otro salón de la hermosa residencia y ahí estaban varias de las amigas de la señora. Nos sentaron en una mesa y nos pusimos un buen rato a jugar cartas y a compartir con las señoras que estaban presentes, la noche estaba siendo un éxito, después se fueron yendo las amigas de Marisela y nos quedamos Axel David y yo a solas con ella, que creo que era lo que ella quería.

–Parece que ya solo estamos los tres y espero que tengan ganas de comer un postre – nos dijo a ambos – no los dejaré ir todavía. Quiero saber más de ti, Carolina.

–Claro que nos quedamos señora – respondí – a mí me gustan mucho los postres.

Sé por qué la señora quiso que nos quedáramos, iba a comenzar el interrogatorio que veo que le gusta mucho a esta gente. Pero no tengo problemas, le voy a contestar todo lo que me pregunte. No creo tener ningún problema, además con Axel David ya ensayamos como fue que nos conocimos.

–Sí, mamá, nos quedaremos mientras no abrumes mucho a Caro con tus preguntas, por favor – le pidió Axel David – por cierto, estuvo bien tu noche de cartas hace mucho, no venía a algo así.

–Hace mucho que no venías a nada a mi casa porque Paula no te lo permitía, menos mal que tu historia con esa mujer ya se acabó – dijo Marisela – en su lugar me alegro de ver que tienes una bonita relación con esta hermosa chica.

Se ve que a Marisela nunca le había agradado la relación de su hijo con Paula. Y como le permitía Axel David a esa mujer que le prohibiera ir a ver a su madre. Muy mal de su parte. Esa Paula es una víbora por lo que veo. Y qué bueno que a Marisela no le parecieron esas actitudes.

–Sí, mamá, Caro y yo llevamos poco de novios y no te mentiré, estamos muy enamorados – dijo Axel David – aunque puede parecerte que estamos yendo demasiado rápido.

–No, para nada hijo. Así es la juventud de hoy, vamos a pasar a la mesa para comer nuestro postre.

Se notaba que esto iba para largo, la señora va a querer que le demos todos los detalles de nuestra relación y la notaba un poco más flexible que Don Lorenzo. Y más porque se nota que tuvo problemas con Paula De la Riva.

–Claro que sí, muchas gracias.

Marisela, Axel David y yo pasamos a sentarnos a la mesa y en un rato más pasaron unos de los empleados con un carrito de postres como si fuera un restaurante y que ahí pudiéramos elegir alguno. Yo me quedé impactada de tantas opciones que había y decidí por un pastel de fresa con vainilla, Axel David y su madre tomaron un pastel de chocolate y después nos pasaron a llevar café y té.

–Estás muy bonita Carolina, espero que tú no te enojes y no te opongas porque mi hijo venga a verme – me dijo Marisela – y claro que eres bienvenida a mi casa para que vengas con él.

–Muchas gracias, señora y no para nada me opondré a que Axel David la vea, la familia siempre es lo primero – dije convencida – también le tomaré la palabra de venir con él a verla.

Es lo mejor para que no se haga una mala idea de mí, además Axel David hizo muy mal a no venir a ver a su madre cuando estuvo de novio con ella. O por lo menos espero que su madre no haya exagerado, porque no creo que en ningún momento vino a visitarla.

– ¿Lo ves, hijo? Yo te decía que por ahí había la mujer que sería la ideal para ti, menos mal que la has encontrado y que has dejado atrás a Paula De la Riva.

–Ya mamá, no nombres más a Paula – dijo Axel David – no quiero hablar de ella, estando mi novia presente. Quiero a Caro y por lo mismo, yo la respeto mucho.

Me daba cuenta de que la sola mención del nombre de esa mujer era para Axel David, de muy mal gusto. Se notaba que ya no la tragaba y eso es un buen punto para mí.

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