MAFIA IRLANDESA ( CILLIAN MURPHY )

GLOVERS ALLEY.

Pov Cillian.

Hoy tendríamos un día en familia por lo que llevaría a Malachy y Meiying a conocer la ciudad, empezaríamos por ir a comer algo a uno de mis restaurantes favoritos, por lo que estábamos por salir.

Subimos a una de las camionetas, salimos de los límites de la mansión y después de veinte minutos estábamos en  la ciudad nos encontrábamos en la
128 St Stephen's Green donde al llegar bajamos y Meiying veía la fachada del lugar muy sorprendida era el gran restaurante Glovers Alley de los mejores que habían en Dublín.

-Es hermoso- dijó.

-El restaurante fue reservado para nosotros- dijé.

-¿Todo el restaurante?- preguntó sorprendida.

-El dueño es un conocido mio con quien trabaje hace unos años en un negocio, así que le pedí un favor- contesté.

Malachy entró primero y nosotros segundos después, el lugar por dentro era muy lujos varios camareros estaban haciendo reverencia cuando un chef salió a saludarnos.

-Sean bienvenidos su su familia y usted señor Murphy- dijo el chef- mi nombre es Pierre soy el chef espero que todo sea de su agrado.

Después de la bienvenida nos sentamos en una mesa donde después de unos minutos nos sirvieron una deliciosa comida, una copa de vino y para Malachy zumo de frutos rojos, pasó una hora por lo que una vez que acabamos decidimos agradecer por el servicio que nos brindaron y procedí a pagar.

Salimos del restaurante y decidimos caminar por las calles, entrando a una que otra tienda donde Meiying compraba ropa para los tres, así pasamos el día yendo de un lugar a otro debidamente escoltados, probando postres y comprando cualquier cosa que pareciera linda.

Eran las cinco de la tarde cuando pasamos al lado de un puerto el mar estaba ahí a metros y empezó el cielo a pintarse de bonitos colores, era una puesta de sol, Malachy veía con detenimiento el cielo, Meiying también veía como el sol se ocultaba.

-Es precioso, una puesta de sol perfecta- dijó.

-Lo es- dijé no viendo la puesta de sol, la veía a ella.

Ella se percato que yo no hablaba de la puesta de sol sino de ella, lo que hizo que se sonrrojara y empezó a reír.

Malachy estaba cansado por lo que se restregaba sus ojitos con sus manitas lo que nos confirmaba que tenia sueño, por lo que llamé a uno de los hombres quien se encargo de traer la camioneta y así pudimos subir en ella para ponernos en marcha y volver a casa.

Malachy se acomodó entre los brazos de su madre y durante el camino se quedó dormido después de una hora cruzando parte de todo lo que habíamos caminado llegamos al fin a los portones enormes de la casa cuando sus puertas se habrían automáticamente y después de diez minutos más estábamos en casa, cuando de pronto empezó a llover.

Meiying subió a la habitación a Malachy y yo entré al despacho, corrí las cortinas del ventanal para poder apreciar la lluvia mientras tomaba un whisky, escuche la puerta abrirse pero no le puse tanto cuidado ya que sabía quien era, la uní a que no pedía permiso para entrar era Meiying.

Pov Meiying.

Pasamos un día en familia, fue muy emocionante y me sentía feliz, arropaba a Malachy en su cama y di un beso cuando estaba profundamente dormido, salí sin hacer ruido y cerré la puerta lentamente.

Baje las escaleras y supuse que Cillian estaría en su despacho por lo que entré sin avisar, vi que estaba de espaldas viendo la lluvia a través del ventanal, me acerque y lo abrace por la espalda pasando mis brazos alrededor de su cintura.

-Gracias por haber hecho de hoy uno de los días más bonitos- dijé.

-Gracias a ustedes por hacerme sentir vivo otra vez- dijó- ¿sabes hace cuanto no disfrutaba un día así?.

-No- contesté.

-Mi padre aun vivia , hace muchos años solía salir de vez en cuando con él por la ciudad, mi madre falleció al darme a luz por lo que eramos solo él y yo, pero cuando enfermó, yo tenia solo Dieciséis años, desde los doce me empezó a entrenar por lo que a los trece sabía usar perfectamente un arma,siempre decia "lo hago para que en el futuro si ocurriese algo y tenga que dajarte sepas defenderte, todo esto será tuyo hijo mio" y asi fue, cuando enfermó tuvé que empezar a hacerme cargo de todo hasta que murió cuatro meses después, dejándome a mi con todo- dijó.

-Eras un joven- dijé con tristeza.

-Lo era, después de eso me encerré tanto en expandir los negocios que me heredó mi padre y no tuvé tiempo para mi- dijó hasta que llegaste tú.

-Lamento haber llegado tarde- dijé.

-Te estuve esperando toda una vida- dijó soltando mi abrazo y poniéndose frente a mi.

Acarició mi cabello y dio un beso en mis labios, uno cálido sus manos bajaron a mi cintura y me apretó a su cuerpo, después de unos minutos separó nuestros labios y entonces volvió a hablar.

-Quiero que Malachy cuando cumpla doce años también aprenda todo lo que yo aprendi cuando mi padre aun vivia- dijó en voz baja- es necesario que este preparado por si llega a pasar algo.

-A ti no va a pasarte nada- dijé alarmada.

-Claro que no, no va a pasarme nada estaré bien, pero es lo que se debe hacer- dijó- como preparación para cuando sea un adulto y tenga que tomar el negocio.

Me alarmada imaginar que le pasara algo, pero tenía razón era la preparación que debía darle a nuestro hijo y sabía que él no permitiría que le pasara algo que implicará dejarnos solos.

-Dentro de diez años, cuando nuestro hijo tenga doce empezara su entrenamiento- afirmé.

El sonrió y me abrazo poniendo su mentón sobre mi cabeza.

-Solo será eso, un entrenamiento lo prometo, él si podrá vivir su adolescencia y juventud plenamente y solo cuando yo crea que es el momento en el que él tome el negocio, lo hará, no debes preocuparte- dijó

Eso me reconfortaba Cillian no padecía de enfermedades para la edad que tiene de hecho se veía más joven, sabía que no tenía que preocuparme, por ahora lo que tengo que hacer es ser paciente y esperar, mañana por la noche viajará a Tokio para conocer bien a quien dejará como sub gerente del casino y una vez hecho eso volverá con Dimitri a irlanda para quedarse acá con nosotros.

El futuro parecía ser brillante, Malachy crecería aquí y tendría una vida tranquila, estudiaría en el mejor instituto y aprenderá mucho de su padre, quizás está era mi buena fortuna el destino esto era lo que tenía para mi, una familia a la que amaba con todo mi corazón.Espero que mis padres vean lo feliz que somos Malachy y yo junto a Cillian y nos sigan dando su protección desde lo alto.