⚠️ 🔞 ''Si difamas mi nombre, te encontraré y te lastimaré tanto que terminarás en silla de ruedas. El mañana probablemente no existirá para ti si pasa algo".
Jungkook apretó la mandíbula y me arrebató los papeles del divorcio de las manos, luego me...
Jungkook la sube a su auto sin que nadie se dé cuenta de que va obligada. Sol-ah ha cooperado con él en todo momento.
—¿Qué es todo esto Jungkook? ¿A dónde me llevas?
— Vamos a Incheon, nos vamos a casar de nuevo amada mía.
—¿Qué? ¡Estás loco!
— Lo haces o hasta aquí llegaste.
— Prefiero morir antes que volver a estar contigo.
— Hace unos meses no pensabas eso mientras te retorcías y gemías entre mis manos.
— Fue solo sexo, ya no te amaba que es distinto.
— No pudiste dejar de amarme tan rápido. Solamente te deslumbró el dinero y la posición social de Kim.
— Claro que no. Tú...
— Cállate ya.— Le pone la mano en la boca y la empuja contra el respaldo.
— ¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te hice?— Pregunta Sol-ah entre sollozos.
— ¡QUE TE CALLES! — Detiene el auto, la jala del cabello, la acerca a él y le da un beso. Trata de meter su lengua, pero ella sella sus labios. A lo que Jungkook se molesta y la empuja dándose un fuerte golpe con la ventana. Ella comienza a llorar y temblar.
— Sol-ah, solamente haz lo que te pido. No quiero lastimarte, pero colmas mi paciencia. — Acelera el auto nuevamente y sigue su camino.
Llegan a un hotel, pues Jungkook decide no ir a Incheon, sino más al sur del país. Necesita descansar antes de continuar el viaje. Anochece y Namjoon no sabe nada aún del paradero de ambos. Está muy preocupado por lo que le pueda pasar a su amada.
Sol-ah no pudo dormir esa noche, no intenta escapar porque sabe que es imposible, Jungkook había puesto contraseña por dentro de la habitación. Ella permaneció sentada al pie de la ventana observando el amanecer. Jungkook se despierta, va hacia ella e intenta besarla, esta vez Sol-ah no se niega por temor a que la lastime de nuevo..
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— Jungkook...
— Shhh.. No hables, ven, vamos a la cama, quiero hacerte mía en este momento.
— Por favor Jungkook, quiero que hablemos.
— Primero te hago el amor y después hablamos. Te deseo tanto Sol-ah.
La toma a la fuerza y comienza a besarla. A Sol-ah comienzan a rodarle las lágrimas, sabía que no podía hacer nada, ella era delgadita y débil, no tenía la fuerza para defenderse. Él mira su expresión en el rostro y la suelta, pasa sus manos entre su cabello, se muerde el labio inferior jugando con su piercing, se sienta en la cama y le dice que se calme, que no la va a tocar.
— Me has preguntado hasta el cansancio el porqué te odio. ¿No? — Ella asienta con la cabeza. — Bien, no te odio, pero hay un motivo por el cual te he tratado así:
