Daniel
Abro el ojo derecho y no veo a nadie a mi lado. Pego un salto y me siento en la cama permaneciendo unos segundos en completo silencio. No oigo absolutamente ningún ruido en casa, y eso es raro, muy raro.
Bajo las escaleras corriendo y me asomo al salón, encontrando a mi hermano con cara de vagabundo despatarrado en el sofá. Está dormido, y veo que unos auriculares cuelgan de sus orejas.
Se los quito despacio porque se va a acabar quedando sordo y nadie quiere eso.
Desbloqueo el móvil sin escuchar la música-Sera la pastelada de Justin Bieber- Y abro los ojos lo que puedo-teniendo en cuenta que todavía tengo legañas-Al ver que tiene reproduciéndose una lista aleatoria de canciones nuestras.
Le miro y veo como le cae un poco de babilla en el lado izquierdo de la boca y vuelvo a dirigir la vista al móvil, dándole a pausa y sentándome al lado de mi hermano.Os parecerá raro, pero él nunca escucha nuestras canciones, yo tampoco. Solo si nos las tenemos que aprender o si salen por casualidad en la radio.
Él se sabe las canciones perfectas, y esto no es la radio. Así que creo que tiene fiebre o que algo raro le ha poseído.A mi me acaban rayando las canciones de tanto tener que ensayarlas y cantarlas, aunque es mi sueño y no lo cambiaría por nada. Pero sé que a él también le pasa, y por eso me parece un poco raro que las este escuchando y que además haya madrugado.
Entro a la cocina, me preparo una leche con Nesquik y una tostada con jamón.Me siento en el sofá, y mientras muerdo la tostada veo como mi hermano comienza a bajar del planeta de los sueños.
–¿Que hora es?–Pregunta, limpiándose el rastro de babas que tiene en la barbilla.
–Buenos días a ti también.
Me mira mal y se aclara la garganta.–Como tú te has besado con Marta ya son buenos días–Alarga el brazo y me roba un trago de mi Nesquik.
–¡Eh!–Protesto riendo–Que a ti te hayan dado calabazas no es mi culpa–Levanto las manos en señal de defensa y él pega un brinco del sofá.
–¿Quién ha dicho que sea culpa tuya?–Ladra, y sale del salón con mi taza.
Me acabo la tostada y decido dejarlo un rato solo con su gran amigo el Nesquik y que se relaje un poco. No me imaginaba que una broma le fuera a afectar tanto.
Anoche cuando le conté con detalle lo que él ya sabía, sé que se alegró por mí. Pero por otra parte le vi bastante decaído para mi gusto. Él siempre está contento y haciendo el retrasado por toda la casa. Y ayer lo único interesante que hizo fue robarme el cargador.
Me pongo un poco la tele, y tras diez minutos decido subir y hacer algo con mi hermano.
Matarlo, quizá.
Toco la puerta varias veces hasta que me responde mandándome a otra habitación.–¡Está es la mía!–Protesto.
–¡Ya le diré a mamá que nos cambie!–Grita, y sé que no lo dice enserio.
Entro sin permiso y veo como bloquea el móvil corriendo.
Este niño trama algo.–¿Te he dado permiso?
–¿Te lo he pedido?—Pregunto, imitando su voz de niño repipi. Se tumba en la cama suspirando. Con ambas manos detrás de la nuca–¿Qué pasa?–Me acerco y me siento en el lado de su cama, me mira y niega–Sé que sí, que pasa algo.
–Que no–Insiste, y se levanta de la cama. Me mira un instante y se mete en el baño-¡Voy a mear!–Anuncia y río.
–Gracias por la info, hermano–Cojo inmediatamente su móvil y lo desbloqueo. Aparece una foto ocupando toda la pantalla de Raquel de espaldas pero con la cabeza mirando a cámara. Veo que es su foto de perfil y me paso la mano por el pelo al ver como mi hermano sale del baño y me pilla infraganti. Levanta las cejas y desvía la mirada.
–No me des la charlita ¿Vale?
Bloqueo el móvil y lo miro.–Tiene buen culo–Afirmo y sonríe.
–Ya lo sé–Se le ensancha un poco más la sonrisa y mira un segundo fuera de la ventana.
–¿Ella es el motivo por el que te has pasado toda la mañana escuchando nuestras canciones?–me mira un instante y asiente—¿Eso es bueno o malo?–Pregunto, y se sienta a mi lado desbloqueando su móvil.
–Yo que sé tío–Vuelve a mirar la foto y luego a mi–Esto es un lío.
–¿El qué, exactamente?–Digo curioso, ya que no sé muy bien si está mal porque una chica le haya dicho que no o por qué.
–Me dijo que no quería liarse conmigo cuando ni siquiera se lo había pedido–Me mira y se humedece los labios–¿Me lee la mente o qué coño hace?–Río y levanta una ceja–Le has enseñado tú, estoy seguro–Se levanta cansado y suspira–Lo peor de todo..–Se apoya en la mesa–¿Sabes lo que he hecho con todas las que me han dicho que no?–Abro la boca pero me señala–Son poquísimas, eh–Asiento.
–No les has vuelto a hablar.
–¡Bingo!–Levanta las manos y me mira–Pero a Raquel sí, joder. ¿Por qué coño a ella si me apetece hablarle cuando siempre he dicho que una tía que pasa de mi no vale la pena?
¿Y por qué yo besé a Marta?
Ay hermano, la vida.
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Tu Sonrisa En Mis Pupilas.
Fanfic¿Habéis visto La Ola? Pues no me da ni la mitad de miedo que despertarme un día y que no esté. *** -Apuesta por ella, tío -Me aconseja, y me paso la mano por el pelo nervioso. -¿Por qué debería hacerlo? -No sé -Suspira desganado-Tú sabrás porque c...