Urquiza le agarro del pelo a su contrario y siguió besándolo, como si fuera un vampiro con sed de sangre. Su lengua jugaba con la del pelirrojo la cual no tenía movimiento ya que se encontraba adolorido por los golpes que había resivido.
El mayor abrió los candados de las cadenas que sostenían a rosas y lo liberó, para después cargarlo y llevárselo con desesperación. El menor solo sintió cuando lo recostó sobre la cama, y apenas pudo abrir los ojos y logro ver a su enemigo acercándose a él lentamente hasta llegar a sus labios sangrantes y besarlo nuevamente.
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:No sé si te odio o te amo...
Sos tan lindo, y me lo guardé durante años pensando en vos, pero también te odio por qué se que no me vas a aceptar, y que te ibas a burlar en mí cara de mí y de mí amor... Así que prefiero lastimarte para mí satisfacción...
Le susurro al oído mientras lo acomodaba en la cama y lo desvestía lentamente. Para después comenzar a besarle el cuello, bajando por su pecho hasta su ombligo, mordiendolo y dejandole marcas algo profundas.
Los ojos cristalinos de Rosas derraman lágrimas sin control, que al recorrer su rostro se mezclaban con la sangre que tenía en este. Mientras que la expresión que demostraba su cara, daba pena y miedo... Miedo, es lo que el sentía. Miedo y tristeza bajo una cara de seriedad para cubrir el dolor que sentía, sin hacer ningún movimiento, ya que su cuerpo no lo permitía nisiquiera parpadear, no tenía oportunidad alguna de nada ... Solo le quedaba esperar darle lástima a su agresor así tuviese piedad.
En cambio Urquiza siguió desvistiendolo y arrojando sus prendas ensangrentadas y desgarradas al suelo, para que después tome por las caderas al pelirrojo poniéndolo boca abajo y prosedio a prepararse para que después introduciera su viril miembro en el recto de su contrario sin cuidado alguno y rápidamente así el dolor del otro sea más grande que lo que acababa de meterle.
Rosas quería gritar, pero el nudo en su garganta se lo impedía a toda costa, agarró y apretó una almohada ocultando su cara en esta, para después morderla para desahogar el dolor que sentía.
Por otro lado Urquiza lo empezó a envestir fuertemente a su contrario disfrutando de lo que estaba haciendo, ahogando las culpas en el placer que sentía. Propasandose con su enemigo decidió darle una fuerte nalgada para hacerlo reaccionar.
Cosa que Rosas solo tomo un buen poco de aire hasta por fin poder desahogar su dolor con un alarido espeluznante que hizo erizar la piel de su contrario desde la punta de su cabeza hasta los pies.
El recién nombrado se acerco al oído de su contrario para susurrarle.
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:Yo no quiero que llores Juan Manuel, yo quiero que gimas mí nombre hasta quedarte sin habla... Así que no te gastes en súplicas... Mejor complaceme, y todos saldremos ganando..
Dijo mientras mordía el lóbulo de su oreja.
ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: Nunca voy a ser la put* que vos querés...
Anunció con voz quebrada y apagada el pelirrojo que quería con ansias que lo que le estaba pasando fuese una pesadilla, y que al despertarse, encontraría a su mujer, sus hijos esperándolo para desayunar... Cosa por la que el sufría ya que sabía que eso no iba a pasar.
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒: COMO DIJISTE?!
ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: Solo quiero irme a casa, quiero volver con mí familia y ser feliz... Quiero despertar de esta pesadilla...
Dijo sollozando, mientras aguantaba las nuevas lágrimas.
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:lástima que tengas que desidratarte llorando por cosas que sabes bien que no volverás a vivir...
ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Por favor... Te lo suplico, ya no me lastimes... Voy a firmar ese maldito papel, pero devolveme mí vida...
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:Mira rosas, se que la vida no es justa pero lo está siendo conmigo, y no pienso dejar mí felicidad de lado por complacer tus caprichos, a lo contrario... Vos deberías complacerme...
Dijo sacando su miembro de adentro del otro, para después darle la vuelta, quedándose cara a cara con el menor.
ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Por favor te lo suplico...
Dijo aferrándose con sus brazos a su contrario abrazandolo y clamando por piedad. Mientras que su mente suplicaba que esto fuese un sueño.
𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:Bueno, te voy cumplir tu deseo... Pero déjame terminar, y después me voy.. si?
Este sacudió la cabeza asintiendo feliz por qué la pesadilla acabaría. Pero no sabía de qué forma...
Urquiza tomo nuevamente el cuerpo de su compañero.
༻ᗩᒪ ᗪIᗩ ՏIᘜᑌIᗴᑎTᗴ༺
El pelirrojo amante de la rosas se despertó con un fuerte dolor de cabeza, uno punzante que lo carcomía por dentro. Se dio la vuelta hacia el lado contrario de la cama, y oh sorpresa, Urquiza había desaparecido, o bueno de eso tenía que estar seguro. Se sentó con gran dificultad en la cama, teniendo así la clara vista de las sábanas manchadas, tanto por su propia sangre, como ajena, la cual en ese momento estaba dentro de él, cosa que a Rosas le pareció una idea repugnante y asquerosa. Tomó fuerzas y rodó de la cama al suelo, arrastrándose como podía, luego de algún tiempo revisando la casa, estaba bastante seguro, de que, su enemigo se había ido.
Este se puso más feliz que cuando se casó con su ex, y después se puso a llorar recordando a su ex... Hasta que en una mesa de la sala encontró una nota que decía lo siguiente...
Querido Rosas.
Te he dejado en paz como me lo has pedido. No voy a volver,
Así que no me extrañes.
Tal vez te visite algún día nuevamente. Pero dudo que sea para saludar, a la próxima si te mato.
Pero ahora estoy en plan de unir a Buenos Ayres a la confederación, pero mientras no obtenga tu jodida firma no puedo, así que eso era nada más, a y espero que puedas volver a caminar.
Att: Urquiza
Rosas al ver esto se quiso "pegar un tiro" metafóricamente, ya que no tenía armas ni para defenderse.
Con el paso de los días el pelirrojo pudo retomar su vida, volvió a caminar, una semana después se divorcio de su mujer, volvió a su trabajo, y siguió su vida con algo de normalidad.
Hasta que un día, alguien inesperado llamo a sus puertas...
Continuará...
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𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓵𝓪 𝓰𝓾𝓮𝓻𝓻𝓪 (𝓤𝓻𝓺𝓾𝓲𝔃𝓪 𝔁 𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼)
De Todo𝐸𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑛𝑎𝑟𝑟𝑎 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑙 𝑜𝑑𝑖𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑦 𝑈𝑟𝑞𝑢𝑖𝑧𝑎, 𝑞𝑢𝑒... 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑜𝑟? 𝑡𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑑𝑖𝑐𝑒𝑛 "𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑜𝑑𝑖𝑎𝑛 𝑠𝑒 𝑎𝑚𝑎𝑛" 𝑣𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑠�...
