Love, Assassination & Money - nomin

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Jaemin como de costumbre después de hacer el aseo de su acogedor hogar, se dedicaba en pintar sus uñas de un color rojo parecido al de la sangre, a él le encantaba ese color desde la primera vez que vio un pájaro muerto en el bosque cuando era pequeño, aquello le pareció una obra de arte digna de apreciar... las manchas de sangre esparcidas por la tierra húmeda y el cuerpecito de ese pequeño animal lo hacían sentirse cómodo.

Una vez finalizó de pintar sus uñas, las sopló para que tuvieran un secado más rápido y lindo, le encantaba ver sus uñas arregladas y más si ese color las hacia resaltar. Su comodidad fue interrumpida al ver que su amado regresó a su hogar, cargando una maleta pequeña llena de lo que parecía ser dinero o documentos importantes.

Qué tenemos por aquí? - dijo Jaemin levantándose de su asiento para saludar a Jeno con un beso en los labios dejando su color rojo en la boca contraria -
Ese tipo si tiene muchas cosas - exclamó Jeno dejando la maleta en la mesa para poder abrazar a su pareja - en esa maleta hay como unos $12,000 dólares...
En serio!? - Jaemin soltó con asombro mirando a los ojos al contrario recibiendo un asentimiento con una sonrisa -

Jaemin se soltó del abrazo dirigiéndose a esa maleta, abriéndola y apreciando ese montón de dólares que tenia en mano. Imagino las mil y un cosas que podía comprar con esa cantidad pero su mayor sueño era una casa propia, ni grande ni pequeña, simplemente para ellos dos y posiblemente para un futuro hijo.

Pedí comida para cenar - dijo Jeno sentándose en una silla de ese pequeño comedor -
Cariño, no debiste... pude hacer algo para nosotros do- Jaemin fue interrumpido por su pareja -
Cielo, haces mucho por mi... ahora quiero devolvertelo, ven - palmeo su pierna dando a indicar que se sentara ahí -

Jaemin abrazó a su amado con una sonrisa en el rostro, amaba cuando Jeno lo trataba así, como una princesa pero también odiaba sus peleas, los celos o simplemente cuando las drogas lo hacen diferente al Jeno que Jaemin conoce... pero ese momento lo hacía sentir amado y protegido por lo que quería que durará para siempre.

Quiero que vayas buscando una casa linda, que sea muy tú - soltó Jeno mientras acariciaba la fina espalda de su pareja -
Puede ser con un jardín? - preguntó dirigiendo su mirada a Jeno -
Claro que sí! Esa casa será tuya y la podrás decorar como tú quieras, cielo - besó los labios contrarios ocasionando que más del labial que tenía puesto Jaemin quedara impregnado en sus labios -
Gracias, cariño - sonrió volviendo a abrazar aquel cuerpo grande y fornido - te amo.
Yo también te amo - recargo su cabeza en la del más bajo transmitiendole paz y tranquilidad -

Pero como todos sabemos, lo buenos momentos tienen sus malos momentos... en la noche Jeno tuvo un ataque de celos porque el repartidor de comida se quedó mirando mucho tiempo a su pareja y eso hizo que su paciencia se esfumara, comenzó a golpearlo múltiples veces hasta que Jaemin lo separó adentrandolo al departamento y dejando al tipo en el pasillo principal inconsciente.

Jeno, basta por favor!!! - implorando, Jaemin estaba cansado de esa pelea que estaba durando más de 1 hora -
Cómo quieres que esté tranquilo si ese maldito te miraba mucho?! - reclamó cerrando su mano en forma de puño - que tal si por eso me quieres cambiar??
Cariño no digas eso! - llorando se acercó al más alto poniendo sus manos en el rostro contrario - Lee Jeno yo te amo bastante, más de lo que te imaginas... ningún tipo podrá hacer que quite mi corazón de ti y si así fuera, te juro que me arrancaria el corazón - dijo con una mano en su pecho -
Estarías dispuesto a hacer un pacto de sangre? - preguntó de la nada con una mirada vacía que hizo atemorizar a Jaemin -
Si... acepto - no tan seguro de su propia respuesta salio de la habitación -

Se dirigió a la cocina en busca de un cuchillo demasiado filoso, busco el más elegante y lindo que encontró volviendo a aquella habitación donde se encontraba antes. Con temor acercó el cuchillo a su mano para poder cortar el centro de la palma viendo como la sangre comenzaba a brotar.

La sangre hizo relajar a Jaemin haciendo que le diera el cuchillo a Jeno que tenía la mirada puesta sobre él con una sonrisa. Jeno agarró el objeto filoso y también cortó el centro de la palma. Ambos chicos se tomaron de la mano haciendo que el más bajo estuviera a punto de desmayarse cuando el más alto lo sujeto por instinto y lo besó tan apasionadamente que por la falta de aire se tuvieron que separar haciendo que por fin Jaemin cayera inconsciente en los brazos de su amado...