Sin lugar a duda.

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[Zeus]
Damian ha sido muy bueno conmigo desde que vino a vivir aquí, se levanta temprano para hacerme de comer, hace compras, e incluso limpia mi casa cuando yo debería de hacerlo. No voy a dejar que haga todo, solo que salgo demasiado temprano como para quedarme, pero le diré que me deje algunas cosas por hacer cuando llegue del trabajo, se supone que somos un equipo y como tal tenemos que actuar.

Hoy vamos a descansar, será la boda de un amigo de mi tigrecito, me encantaría compañarlo para conocer más de sus amigos así podría agradarles para estar juntos algún día en alguna reunión o algo así.

Me ha pedido de favor que fuera a ver a Henrick y su amigo Romeo para irnos mientras que él estará con otras personas, entre ellos la novia que se casa el día de hoy. Aunque eso será después, ahora tengo aquí a mi tigre en mi pecho, no quiero despertarlo, se ve como un lindo ángel descansando.

Trato de sacarle una foto sin que se despierte, lo hago con cuidado para que los dos salgamos, espero no se enoje por esto, es solo que se ve tan lindo, vaya, incluso en la foto veo una sonrisa.

Me asusto un poco al escuchar a Damian:
— ¿Salí bien en la foto? Creo que mi pelaje no está arreglado del todo.

Río leve, dejo el celular y lo rodeo con mis brazos besando su cabeza:
— Buenos días mi amado tigrecito, perdona por haberte despertado.

Besa suavemente mis labios y se vuelve a poner en mi pecho:
— En realidad llevo rato despierto, solo que me gusta estar así contigo. Podría estar así todo el día, pero tenemos algo que hacer, voy a hacer el desayuno.

Antes de que se pueda levantar lo giro para ponerlo debajo de mí:
— Esta vez lo haré yo, por cierto, que lindo te ves así.

Se ve tan frágil e indefenso, su cuerpo casi desnudo pues ambos dormimos en ropa interior, lamo y muerdo su pecho, me provoca de tal manera que quiero llegar más lejos. De momento lo dejaré ir, pero la próxima vez yo estaré dominando la situación.

Después de nuestro desayuno decidimos empezar a arreglarnos, aún no llegamos al punto de tomar una ducha juntos, no creo que haya algo que ocultar entre nosotros, aunque puedo entender que también necesita algo de privacidad.

Cuando estamos listos tomamos rumbos diferentes, me dijo que si todo salía bien me tenía una sorpresa para después, lo dejó en misterio así que me emociona saber de esto.

Al seguir mi camino sin sacar de mi mente a mi tigrecito llego al punto de encontrarme con Henrick y Romeo, sé ven muy formales, aunque es obvio la razón, he de decir que me gustaría estar igual a Romeo, listo para casarme. Los conozco mejor ya que Damian se tomó el tiempo de hablarme sobre ellos para sentirme mejor.

No puedo evitar preguntar:
— ¿Qué sientes al estar cerca de casarte?

El puma sonríe suspirando:
— No sé cómo explicarlo, pero es maravilloso. He esperado este momento por mucho tiempo, el que al fin se haga realidad mueve muchas cosas en mi interior.

El lobo le da una palmada en su hombro:
— Recuerdo mucho este momento, cuando me casé con Samir también estaba tan emocionado, fue casi perfecto.

Eso me da curiosidad:
— ¿Casi? ¿Hubo algo que haya arruinado tu momento?
— En realidad solo una cosa, pero fue mi culpa, el hecho de ver a Damian triste por mi culpa.

Oh, cierto, por un momento había olvidado que ellos eran pareja, el puma me saca de mis pensamientos:
— Creo que los tres tenemos algo en común, en algún momento hemos amado a ese pequeño tigre.

¿Los dos han sentido eso por mi tigrecito?:
— ¿También fueron novios?

Soba su nuca:
— Bueno, lo nuestro no fue tan lejos, él estaba enamorado de Henrick, no me miraba de esa manera, es por eso que en ese momento se convirtió mi novia la persona que ahora será mi esposa.

El lobo ríe nervioso:
— Bueno, no hay que hablar de eso, recuerda que estás frente al actual novio de Damian.

Niego con la cabeza:
— Descuiden, no importa lo que haya sucedido en el pasado, ahora estoy construyendo una linda relación a su lado.

Romeo me abraza:
— Espero que sean muy felices, nunca lo había visto tan contento. Estoy seguro que quiere estar a tu lado toda la vida.

Al separarnos les enseño el brazalete:
— De hecho ya me ha propuesto matrimonio.

Henrick se sorprende:
— Pensé que tú se lo habías propuesto.
— Eso pensaba, pero él estaba convencido y no lo dudó ni un segundo. Cuando llegue su momento, estoy seguro que querrá verlos ahí. Aunque dejemos de hablar de nosotros, hoy es el día especial de Romeo, terminemos para irnos juntos.

[Damian]
Estamos ayudando a arreglar unas cosas para Miranda, mientras tanto unas costureras tratan de darle algunos pequeños retoques para que nada salga mal con su vestido.

De pronto Samir da un pequeño toque en mi brazo:
— ¿Puedo decirte algo?

Asiento tranquilamente:
— Puedes decirme lo que sea.
— Bueno, te ves muy alegre, se puede notar lo enamorado que estás y lo feliz que te hacen, me da gusto por ti.

Me ruborizo levemente, en realidad Zeus es muy bueno conmigo:
— Es imposible de ocultar, ¿cómo está tu bebé?

El pequeño está dormido en una mecedora:
— Ha estado bien, pensé que no podríamos salir del hospital, pero todo ha salido bien. Estaba tan preocupado por su salud, afortunadamente reaccionó muy bien ante todo. Aunque no podremos estar por mucho tiempo, en cuanto termine aquí regresaré a casa, Henrick se quedará otro rato.

Me imagino que debe ser agotador:
— Dime... ¿qué se siente casarte y tener un hijo?

Mira a su bebé:
— Es lo mejor que te pueda pasar, siempre y cuando esté en tus planes. Es una sensación maravillosa, después llegas a sentir... que darías todo por esas personas en tu vida de manera incondicional. Se vuelven tu mundo, ya no puedes imaginar algo sin que estén a tu lado.

Miranda se acerca:
— ¿Crees que puedas... darme un consejo?

La mira a los ojos:
— No hay nada que pueda decir, todos somos diferentes, pero sabrás que no hace falta un consejo, en ese momento tendrás la convicción de todo lo que deseas en la vida. Solo recuerda que lo que se propongan lo lograrán juntos, deben unirse como pareja aún en los momentos difíciles.

Eso ha sido muy motivador, estoy seguro que llegaré a ese punto con mi canguro, quiero estar a su lado por toda mi vida.

[Zeus]
El tiempo ha pasado, todo ha sido bastante emotivo, creo que Damian se ha puesto muy sensible, no dejó de llorar por la emoción, cada vez se aferraba más a mis brazos y ha estado muy cariñoso sin dejar de tomar mi mano admirando los brazaletes, estoy seguro que ambos deseamos lo mismo.

Llega el tiempo del baile en pareja, todos se acercan a verlos, se ven muy lindos juntos dejando notar la sincronía que hay entre ellos. Realmente han estado en la vista de todos, lucen espectaculares, espero que hayan disfrutado de su noche incluso más que nosotros.

Mientras los observamos beso la mejilla de Damian:
— Algún día, espero no muy lejano, esos seremos nosotros. Estando felices sin que nada ni nadie pueda arruinar nuestro momento, ¿te gustaría?

Besa mis labios:
— Estaría encantado de que fuera así, te amo como no te lo imaginas. Tengo muchos planes contigo, quiero cumplir cada uno de ellos solo a tu lado. ¿Me harías ese honor?

Lo levanto un poco haciendo que nuestras narices queden al mismo nivel frotándolas entre nosotros:
— Lo haremos, también quiero lograr cada uno de mis propósitos a tu lado. Uno de mis propósitos es llegar juntos a la vejez, puede que ese sea el proyecto que más nos tome tiempo, pero créeme que nunca me voy a rendir con tal de estar contigo.

Lo bajo suavemente, tomando su cintura:
— También quiero luchar por ello, ahora quiero darte algo especial, no estoy seguro que te vaya a gustar, pero quiero volver a disfrutar de algo así a tu lado
Esta vez me siento más preparado, estoy dispuesto a llegar contigo de tal manera que no pondré barrera entre lo que pueda suceder, solo espero me sigas amando pase lo que pase.

Beso su frente:
— Por supuesto que lo haré.
— ¿Aunque ahora sea un desempleado que perdió un negocio?
— No menciones eso, ya te dije que nada va a cambiar entre nosotros, estoy para apoyarte, no para hacerte sentir mal, te amo.

Lo voy a proteger a toda costa.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora