Por primera vez en su vida, Ruan Jiu Jiu estaba sentada en primera clase. Inmediatamente después de abordar, comenzó a mirar a su alrededor con entusiasmo.
Cheng Jun la vio mirar todo como un niño en su primer viaje a Disneylandia. Aunque no sabía por qué Ruan Jiu Jiu estaba tan feliz, su estado de ánimo también mejoró.
Ruan Jiu Jiu dijo en un susurro: "Hombre, solo me he sentado en clase económica".
Casi siempre, estaban empacados como sardinas en una lata. ¿Cómo podría compararse con esto? Éste era tan espacioso y con tan poca gente que estaba prácticamente vacío. Si querías estirar las piernas, había espacio, si querías ponerte cómodo, podías acomodarte. Incluso la comida a bordo sabía mejor de lo normal.
Pero contrariamente a las expectativas de Ruan Jiu Jiu, Cheng Jun no tenía mucho apetito por la comida del avión.
"¿Qué? ¿No te gusta?
La impresión que Ruan Jiu Jiu tenía del estómago de Cheng Jun era la de un enorme cubo de basura, en el que se podía tirar prácticamente cualquier cosa. ¿Cómo era posible que un hombre fuera tan quisquilloso, si podía subsistir enteramente a base de basura como fideos instantáneos?
La respuesta de Cheng Jun fue tan lenta como siempre. "Lo he tenido con demasiada frecuencia".
Ruan Jiu Jiu dijo: "¡Oh!" Lo siento, pero ni siquiera podía imaginarse tener semejante "problema".
Terminó una botella de yogur y se reclinó perezosamente en el respaldo, aparentemente sin ninguna intención de tocar la agradable y caliente comida que tenía delante. En cambio, fue Ruan Jiu Jiu quien terminó la comida con deleite. Estaba demasiado avergonzada para pedir otro, no quería parecer una paleta y ser ridiculizada por las azafatas. Pero al mismo tiempo, una porción de comida no fue suficiente para satisfacer su apetito.
Ruan Jiu Jiu, "..." Su mirada se posó en la comida frente a Cheng Jun.
Probablemente Cheng Jun se había quedado dormido. Permaneció allí inmóvil, con los párpados bien cerrados y respirando lentamente a un ritmo mesurado. Los últimos días había salido con frecuencia temprano en la mañana y regresaba tarde en la noche. La piel debajo de sus ojos estaba un poco oscura, lo que probablemente significaba que tenía falta de sueño.
Ruan Jiu Jiu no tuvo las agallas de molestarlo.
Sigilosamente, acercó poco a poco la agradable y cálida comida preparada por Cheng Jun, luego abrió silenciosamente la tapa y finalmente sacó con cuidado algo de comida para ella.
Cheng Jun no se había quedado dormido en absoluto. Nunca durmió en los aviones. Abrió un poco los ojos e inmediatamente fue golpeado al ver a Ruan Jiu Jiu atiborrándose con la cabeza gacha como un hámster. El débil sonido de su voz sonó: "¿No estabas a dieta?"
Ruan Jiu Jiu se atragantó con la comida y no pudo emitir ningún sonido, "..."
Este bastardo parecía todavía estar colgado de aquella vez que ella lo abandonó para salir a comer sola.
Ruan Jiu Jiu dijo: "¿Qué quieres comer? Te lo prepararé cuando regresemos".
“Ocho platos…”
