Capítulo 34.

1.6K 122 15
                                    


Theo:

Permanece en silencio.

Desde que la encontré hecha una bolita en el asiento de pasajero llorando, se ha rehusado a emitir sonido alguno.

Es intolerable.

El único sonido que se escucha es el de los coches que pasan. Pero eso no es suficiente para distraerme. Conducir tampoco lo logra. Necesito escuchar su voz. Necesito saber si se encuentra bien. Y si no lo está, que por lo menos lo estará.

Su silencio me ha encerrado, no hay
entrada ni salida. Ha puesto mi voz y mis sentimientos bajo tierra. Ni siquiera tengo el poder de preguntarle si se encuentra bien. No puedo formular las palabras.

Shai me advirtió sobre esto. Seré idiota, si no hubiera actuado de esa manera anoche. No debí haberle hecho creer que ella no es nada más que un objeto con el que puedo jugar y satisfacer mis necesidades. Pero no pude controlarme. Verla, estar con ella, tocarla, me despertó. Por unos momentos Haley fue Haley. My adorable y hermosa Haley. Incluso aunque fuera solamente una fantasía, por esos cortos momentos, ella fue mía. Toda mía.

Me asomo por mi brazo, el cual se encuentra sosteniendo el manubrio. Por el rabillo de mi ojo puedo

que está apenas despierta. Sus ojos rojos e hinchados observan el paisaje fuera de la ventana. Me toma varios minutos poder recolectar el valor para hablarle.

-Haley,- Digo mientras observo el mismo paisaje urbano que ella. Estamos cerca. A sólo unos veinte minutos más, por lo que mi oportunidad de una conversación con ella es ahora o nunca.

No me responde.

-Haley, por favor, háblame.- Digo suspirando.

Y nuevamente recibo un frío silencio como respuesta.

-Haley, sé que estás enojada pero por favor, dime algo. Tal vez no te des cuenta pero, me importas, y much,- Me doy vuelta a mirarla y la encuentro en un pacífico sueño. Evidentemente, me demoré en obtener el coraje para hablarle, me demoré tanto, que se quedó dormida.

Su cabello estaba aplastado contra la ventana, su cabeza yace sobre el friolento vidrio de la ventana. Sus ojos están cerrados, y la irritación por llorar se está desvaneciendo. Incluso en las penumbras es completamente hermosa. Perfecta.

Alejando mi vista de ella, finalmente logro concentrarme en la carretera. Necesito sacarla de mis pensamientos. Necesito tiempo. Tiempo lejos de ella, lejos de mis sentimientos, lejos de la presión de ser famoso y todo los efectos que eso trae. Necesito un descanso.

Pero si de algo estoy seguro, es que mientras esté en este negocio, y mientras siga ocultando mis sentimientos por Haley, nunca lograré estar tranquilo.

Finalmente llagamos a nuestro destino. Robert nos ajendó en un hotel cinco estrellas. Todo el equipo está alojando en el último piso. Sólo puedo pensar en que me haya puesto al lado de Haley, porque con la suerte que tengo, es lo más probable.

Fuimos instruidos en entrar por el lado trasero del hotel para evitar a la prensa. Un hombre me guía a un estacionamiento especial, cargando nuestras cosas mientras nosotros nos quedamos un rato más en el coche.

-Haley.- Digo apretando su hombro suavemente. Es tarde. Es cerca de la media noche, por eso no es nada extraño escuchar algunas incoherencias provinieres de Haley. Siempre se pone de esta manera cuando es tarde. Posee una clase de reloj biológico, después de que supera cierta hora, no hay manera de devolverla a la vida.

-Haley, ya llegamos.

Nada. Camino alrededor del auto y abro la puerta del copiloto

-Cárgame,- murmura extendiendo sus brazos como una niña pequeña. Mis latidos se aceleran, van tan rápido que incluso llego a pensar que me está dando un ataque cardiaco.

En vez de decir algo, lo cual era completamente imposible en estos momentos, la cargo en mis brazos

-¡Ya era hora!- Exclama Robert cuando entramos a las instalaciones.

De inmediato lo hago callar, apuntando con mi barbilla a Haley que se encuentra en mis brazos. Robert se tapa la boca con sus manos, ocultando una sonrisa obvia. Casi todos han apostado con quién me quedaré de las chicas del set. Algunos decían Shay, otros Zöe, y unos pocos Haley. Lo que es verdaderamente incómodo, ya que nadie-aparte de Shai-sabe nuestra historia reciente. Creo que Robert es uno de los que apostó por nosotros. Es obvio por la manera en la que nos está mirando. También sé, que cuando apenas me vaya, va a llamar a todos para que le paguen su apuesta.

Si tan sólo lo de Haley y yo fuera verdad.

-Aquí están las llaves de sus dormitorios,- dice Robert entregándome las tarjetas. -Los vamos a llamar para que despierten a las siete y el desayuno les llegará a sus dormitorios a las siete y un cuarto. La hora de llegada al set es a las ocho en punto. Ni antes, ni después. Te veo mañana.

La cargo hasta su dormitorio que por 'casualidad' se encuentra junto al mío. Incluso tenemos una puerta de conexión entre nuestros cuartos. Que suerte la mía. La única persona de la cual necesito mantenerme alejado es como si fuera mi hermana siamesa. No Importa cuan duro intente, no me puedo alejar de ella.

La acuesto encima de la cama y veo que sus maletas están en el suelo. Noto que su ropa sigue húmeda por la lluvia de ayer así que busco su pijama en el bolso. Llámenme psicópata pero admiré su cuerpo por más tiempo de lo necesario. Extrañaba su piel. Su cuerpo estaba tibio pero de alguna manera sus manos siempre se encontraban frías, incluso en el verano. Son tan suaves, lo eran cada vez que la tocaba. Tomo su mano, sin querer soltarla. Pero sé que si no me voy, tendré que darle una explicación cuando despierte. Así que suelto su mano y le colocó su camiseta y sus pantalones de pijama.

-Theo,- murmura mientras la meto bajo los cobertores.

-¿Si Haley?

-Gracias.- Sé que no se encuentra en un estado lucido. Probablemente se despierte mañana pensando que esto fue un sueño.

Así que coloco algunas mechas de cabello detrás de su oreja, el cual reposa en la almohada. Me acerco a ella lentamente, dejando un dulce beso en su frente, pero dudo que siquiera haya sentido mis labios.

Haley:

Los sentí.

Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora