♣3♣ ¿La cita?

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Desde el viernes hasta el domingo estuve encerrada en casa, no sin antes intentar buscar más información de mi pasado pero fue en vano. El director venía a verme después de clases para ver mi estado pero poco a poco me sentía mucho mejor.

Al principio me planteé la idea de no ir a la cita, pero viendo como las pastillas hicieron que me sintiera mucho mejor, quise darle una oportunidad a salir fuera de casa.

Supongo que me equivoqué al plantearme el hecho de que la medicación fuese mala.

Decidí ponerme algo cómodo pero a la vez formal, no íbamos a ir a una gala después de todo, solo a comer helado a un pequeño parque... ¿por qué estoy tan nerviosa? Es solo un amigo, ¿no?

Intenté maquillarme con los pocos productos que mi persona en este mundo tenía. Apliqué base de maquillaje en mi rostro y lo difuminé con una esponja. Para luego rizarme las pestañas y poner un poco de gloss de color rojizo en mis labios.

El sitio no quedaba muy lejos pero quería llegar a tiempo, por lo cual, decidí ir para allá.

La ubicación que Kokichi me había mandado era un parque bastante transitado. Habían árboles gigantes de cerezo, sus hojas caían sobre el césped. A su lado, un pequeño lago con algunas barcas en él estaba protegido con algunas vayas. Los niños jugaban con una pelota al fútbol mientras los mayores estaban sentados en una manta.

Al ver que todos los bancos estaban ocupados, me apoyé en un árbol y decidí disfrutar de mi alrededor. Realmente el mundo de Danganronpa era precioso, ¿cómo es posible que Junko quiera destruirlo?

—¿Quien soooy~? —Mi vista se apagó debido a que alguien posicionó sus manos en mis ojos.

—Mmm no lo sé... ¿puede ser que eres el líder supremo?

—WAAA QUE MALA ERES, T/N-CHAN, DEBISTE HABER DICHO QUE ERA EL AMOR DE TU VIDA.

Kokichi destapó mis ojos, y todo volvió a verse tan iluminado de nuevo. El chico se posicionó delante mía, llevaba unos vaqueros negros largos y una camiseta morada que conjuntaba con el color de su pelo junto a unas Converse de cuadros blancos y negros.

—Te ves muy lindo. —Pensé en voz alta, haciéndonos sonrojar a los dos.

Se acercó poco a poco hasta rodear sus brazos en mi cuello. Nerviosamente, le devolví el abrazo. Al no poder ver que hacía, sentí un toque cálido de sus dedos en mi pelo. Apartó el mechón que cubría parte de mi cara y lo puso detrás de mi oreja.

Tú siempre te ves linda...

Toda mi sangre subió hacia mis mejillas al escuchar como el pelimorado susurraba estas palabras en mi oído. Mi corazón empezó a latir como loco y noté como Kokichi se reía por ello.

Se separó rápidamente de mi, recuperando la compostura, pero, aún así, pude visualizar un pequeño sonrojo en sus mejillas que pudo ocultar fácilmente.

—¡La heladería es por allí! —Señaló con la cabeza la salida del parque.

Agarró mi mano y empezó a caminar rápidamente. Con vergüenza, entrelacé nuestros dedos y le seguí el ritmo.

La heladería era una pequeña tienda en la esquina de una calle. Sus paredes estaban pintadas con un verde agua y adornadas con algunas plantas. Tenía algunos pequeños carteles colocados en el suelo donde venían todos los tipos de helados que había.

No se veía que estuviese muy llena pero por lo que Kokichi me dijo tenía los mejores helados de la ciudad.

Al pasar por la puerta, una campanilla emitió un sonido, llamando la atención de las personas que atendían y a los clientes que pedían sus helados.

¿Solo por ti? (Nagito x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora