Jin
—¿Tienes un segundo?
Arlo me sorprendió mientras terminaba mi última entrevista del día. Con una baqueta, me señaló el asiento de al lado.
Me senté y abrí el bloc de notas. Arlo negó con la cabeza, mientras la baqueta giraba entre sus dedos.
—No, puedes guardar eso. Ya hemos hablado mucho de mí. Quiero hablar de ti.
Receloso, cerré el cuaderno.
—¿De mí?
No me miró mientras hablaba, como si comprendiera que no me gustaría el escrutinio.
—No te abres mucho.
—Ése no es mi trabajo aquí. Estoy aquí para escribir sobre vosotros, no para hacer amigos.
—¿Cómo llamas entonces a lo que haces con Jungkook?
Suspiré. Llevaba todo el día esperando que alguno de ellos me llamara la atención. Seguro que habían visto las fotos. Sinceramente, esperaba que fuera Silas... o incluso Kai, dado lo cercano que era a Jungkook.
No el silencioso batería que parecía reprimir un número similar de emociones que yo.
—Yo lo llamo privado.
Arlo resopló.
—Sí, eso se fue por la ventana en cuanto te encontraron los paparazzi.
Giré la cabeza sobre los hombros, con el dolor de las últimas veinticuatro horas palpitando en la base del cráneo.
—Somos... no sé cómo lo llamarías.
—¿Amigos? ¿Colegas? ¿Novios?
—Nuevos. —Le dediqué a Arlo una sonrisa tensa—. Mira, todo esto de... ¿abrirte a la gente? No estoy acostumbrado.
Inclinó la cabeza.
—Tenemos eso en común. Pero te gusta Jungkook, ¿verdad?
Apreté los ojos. No debería contárselo a alguien antes de tener la oportunidad de contárselo a Jungkook, pero tal vez podría considerar esto como un calentamiento. Un ensayo antes del gran espectáculo en el que puede que me rompan el corazón o puede que no.
—A sí es. Me gusta.
Arlo me dio un golpe con la rodilla.
—Bien. Eso es lo único que me importa. Vosotros solucionaréis el resto.
Mi mirada se desvió hacia donde Jungkook estaba sentado con Kai. Durante todo el día me había matado por mantener las distancias, pero cada vez que lo sorprendía mirándome, el correo electrónico de Becky bailaba ante mis ojos. Había mucho más en juego que mi trabajo. Si jodía la reputación de Identity, existía la posibilidad de que nunca volviera a trabajar en la industria.
Por una vez, Jungkook no miraba hacia mí. En lugar de eso, fruncía el ceño hacia el suelo, con la espalda tensa mientras Kai hablaba con rapidez.
Como de costumbre, mi camino no se cruzó con el de Jungkook durante el resto del día. Lo más cerca que estuve de él fue durante el espectáculo, pero incluso entonces fue como si yo no estuviera allí. Cuando la actuación de Jungkook le acercó a mí, su atención estaba fija en sus fans.
Estás dándole demasiadas vueltas a las cosas. Está dando un espectáculo para ellos, no para ti.
Casi me había convencido hasta que los acordes iniciales de Tease retumbaran en el estadio. El público entonó su ya familiar cántico.
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★Él lo vale todo★
Random¿Qué ocurre cuando una estrella del rock mundialmente famosa se queda atrapada en un ascensor con un periodista? Adaptación hecha la Kookjin, aunque tiene escenas de versatilidad, todos los créditos la autora original L.T.