Jin
Dos años después
—Hay demasiados paparazzi por delante —dijo Ryan desde el asiento del conductor—. Creo que tendremos que entrar por otra ruta.
—Lo que creas que es mejor —dijo Jungkook a su guardaespaldas, apretando mi mano en el asiento que había entre nosotros.
Había habido muchos cambios tras el despido de Kevin, incluido un cambio en el equipo de protección. La banda contrató a una nueva mánager, Betty. Había tomado a Caffeine Daydreams bajo su protección como la gallina madre que era, protegiendo a sus chicos con la ferocidad de un rottweiler. Cuando llegaron las negociaciones del contrato con la discográfica, lo dirigió con soltura, consiguiéndoles unas condiciones mejores de las que Kevin podría haber soñado. Con ella al timón, Caffeine Daydreams trabajaba menos, pero ingresaba más dinero en el banco.
Kevin y Malcolm, por su parte, habían sido investigados por Hacienda y luego por la policía. Actualmente cumplían condena por múltiples cargos de fraude. Resultó que Caffeine Daydreams no eran los únicos clientes jodidos por el dúo.
Ryan llevaba casi dos años trabajando con Jungkook. Era un gran chico. A diferencia de Jack, era fácil arrancarle una sonrisa a Ryan. Pero lo más importante era que Ryan mantenía a Jungkook a salvo. Prestaba la misma atención enérgica a los detalles en lo que se refería a la seguridad de Jungkook. Algo que agradecíamos, dado el repunte de la atención mediática desde la gira de Rude Awakenings.
La noticia de mi relación con Jungkook había saltado antes de lo esperado. Jungkook no había sido precisamente sutil con toda la atención que me había dedicado durante el concierto la noche que nos habíamos vuelto a salir. Algunos fans que estaban en el foso le habían hecho unas cuantas fotos y vídeos interactuando conmigo durante el espectáculo. Cuando nos enteramos, habíamos hablado de hacerlo pasar por una simple actuación.
Luego los vimos. Sí... era imposible que alguien se lo creyera. No con la forma en que nos habíamos mirado, como si fuéramos a arrancarnos la ropa en cuanto fuéramos al backstage.
Lo cual, para ser justos, fue precisamente lo que ocurrió.
En lugar de dejar que todo el mundo especulara y mantenerlo en los medios de comunicación, habíamos decidido adelantarnos a las noticias. Jungkook había compartido un selfie nuestro en Instagram junto con un breve pie de foto.
Los rumores son ciertos. Jin y yo tenemos una relación, y lo quiero con todo lo que soy. Por favor, respetad nuestra intimidad - JK.
Mientras los fans... intentaban seguir la súplica de Jungkook, la prensa no tenía esos reparos. Habían sido implacables. Acamparon frente a nuestras casas, frente a mi trabajo, haciendo casi imposible que lleváramos una vida normal.
Pero había sido más fácil de lo que esperaba. No me malinterpretes, hubo muchas veces en que mis frustraciones sacaron lo mejor de mí. Nunca pensé que estaría furioso con la industria de la que formaba parte. Pero había una gran diferencia entre lo que yo consideraba periodismo y lo que los paparazzi habían intentado conseguir. Pero de algún modo, Jungkook lo había hecho más llevadero. O quizá era porque sabía lo que era vivir la alternativa.
¿Y vivir sin Jungkook? Eso simplemente no era una opción.
Si no hubiera sido por las travesuras del resto de la banda, no habríamos tenido ni un momento de paz. Pero con todo lo que había pasado, los focos se habían desviado de nosotros y se habían centrado en los demás.
Sinceramente, me sentí mal por ellos. Bueno, por Arlo.
¿Pero por Kai y Silas? Con la forma en que se habían comportado durante su último concierto de la gira Rude Awakenings, habían echado leña al fuego de los rumores. Habían pasado muchas cosas desde entonces, pero todo ello les garantizaba una mayor atención de la prensa.
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★Él lo vale todo★
De Todo¿Qué ocurre cuando una estrella del rock mundialmente famosa se queda atrapada en un ascensor con un periodista? Adaptación hecha la Kookjin, aunque tiene escenas de versatilidad, todos los créditos la autora original L.T.