UNA DESPEDIDA

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𝙉𝙊𝙏𝘼: Si no te gusta de malas.

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Estamos en la Sala de nuestra casa, estoy cruzada de brazos a punto de llorar, porque se como terminara esta conversación.

Esteban me acaba de decir que no podemos seguir juntos, porque yo debo vivir mi adolecencia y el encargarse de su Reino, y seguir con el significa alejarme de mis amigos (Porque no son las personas con las que debería relacionarse una reina) dejar de ir a fiestas, conseguir nuevos amigos y ir a esas actividades aburridas de la realeza.

-... Eso no sería justo para ti.

Termina de decir, se que no sería justo para mi, pero no me importa, yo solo quiero estar con el, no me importa lo demás mientras el este a mi lado y estaría dispuesta a dejarlo todo por seguir juntos, pero se que no estaria bien dejar mi vida por Esteban, El también lo sabe.

-No quiero que esto acabe.

Es lo único que puedo  decir mientras las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas, el se acerca y pone su mano limpiando mis lágrimas.

-Por favor no llores por mi.

Lo miro a los ojos.

-Puedo dejar todo lo demás pero no puedo alejarme de ti.

Digo casi rogando.

-No quiero quitarte tu libertad.

Dice el con una mirada triste.

Tantas emociones pasan por mi, en este momento la ira supera la tristeza.

- ¿Y que quieres que haga? ¿Que este feliz yiendo de fiesta y pasandola bien mientras me llega una invitación de tu nuevo compromiso? ¿Pasar por la escuela y que me ignores como si fuera un mal recuerdo?

-No, no no, eso no sucederá, te lo prometo.

Dice mientras sus ojos están cristalinos.

-Eso dices ahora, luego conseguirás una bonita esposa que si sepa cómo ser una reina.

El suspira sabiendo que eso será lo que pasará, relamo mis labios  sintiendo el sabor de mis lágrimas.

-Solo quiero que vivas tu vida como la mereces, y que logres conseguir a alguien que te merece, porque yo no soy esa persona, yo no supe amarte de la forma en que debía.

-Pero solo te quiero a ti.

El pone la otra mano en mi mejilla y sus ojos se vuelven cristalinos mientras me da un último beso, un beso diferente al resto que nos hemos dado, este sabe a despedida.

-Lamento no haber sido el esposo que merecías...

𝘔𝘋𝘌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora