Hori y Miyamura, alfa y omega, extrovertida e introvertido. Ambos eran polos completamente opuestos y eso llevaba a que sus conocidos se preguntaran en como era posible que fuesen una pareja tan linda.
Incluso Miyamura se preguntaba que había hecho para llamar al atención de la alfa más popular de la escuela, sabía que era un Omega poco agraciado y confundido con un beta por su olor casi inexistente.
Recordaba perfectamente como había conocido a su alfa, había estado en el parque cuando vio a un cachorro tratar de asustar a un perro y decidió ayudarlo y llevarlo a su casa, jamás imaginó que sería el hermano menor de la alfa más popular de su escuela.
Desde ese día había tenido más cercanía, ella solía ayudarlo con las materias que se le dificultaban y él solía llevarle postres que cocinaba en la panadería, nunca había hablado de como lo trataban en sus anteriores escuelas.
Por eso es que no entendía como se enteró ni porque ahora tenía a ese chico contra el suelo golpeándolo sin piedad alguna.
-H-Hori-San, para por favor- pidió asustado, podían expulsarla y su vida se arruinaría por su culpa.
Hori seguía golpeando al beta que lo había insultado y tocado en la secundaria.
-Sengoku, Giura detenganla- suplicó a sus amigos.
-Y que nos mate? No gracias- exclamó el pelirrojo alzando sus manos.
-Lo siento quiero vivir- fue la vana respuesta de su amigo.
-Disculpate- ordenó con su voz alfa.
-Jamas me disculparme con una zorra como Miyamura- gruñó el beta.
-H-Hori-San... por favor... te expulsaran... alfa, detente- Miyamura al ver que la chica no se detendría uso su voz Omega, no le importaba humillarse si evitaba que su alfa fuera expulsada.
Giura lo vio con asombro, sabía que usar la voz Omega en público era tabú.
Hori paro su puño a centímetros del rostro de su víctima y se giró para ver a su Omega con la cabeza gacha, sus hombros estaban tensos y temblaba ligeramente, podía oler las lágrimas que corrían por sus mejillas; sin darle mayor importancia al beta desconocido se paro y abrazo a su omega.
-Ya estoy aquí, nadie te lastimara- rodeándolo con su olor oculto su rostro en el cuello del Omega.
-Sera mejor que desaparezcas- dijo una beta compañera de Hori.
-Si Hori-San te ve otra vez te matará- le dijo otra alumna.
-Solo dije la verdad... No es más que un cualquiera- gruñó el beta.
Años atrás, en segundo año de secundaria se le había declarado al Omega pelinegro, pero este lo rechazo sin siquiera mirarlo, por esa razón había hecho correr rumores que Miyamura era una perra que se acostaba con cualquiera, lo había tocado en contra de su voluntad algunas veces cuando lo encontraba en los baños y siempre lo amenazaba con culparlo a él.
Miyamura soporto esto durante toda la escuela, había callado por temor a meter en problemas a sus padres; después de la muerte de su vecino, a quien quería como un hermano mayor, se había vuelto más callado hasta que conoció a Hori.
Al haber hecho tanto escándalo los profesores llegaron y llevaron al beta, a Hori y a Miyamura a dirección.
-Me pueden explicar porque mi mejor alumna estaba golpeando a un nuevo estudiante?- pregunto el director viendo el feo moretón que había en el ojo del beta.
-Este idiota insulto a mi Omega- dijo con firmeza la alfa mientras sostenía la mano de un muy avergonzado Miyamura.
-Solo dije la verdad- gruñó el beta.
-Si me permite opinar, señor director, Hori siempre ha sido la mejor y nunca haría algo como esto sin una razón justa- defendió el alfa pelirrojo recibiendo una mirada del Omega.
-No solo insulto a mi Omega, insinuó que era un cualquiera... ¡¡¡Izumi es virgen!!!- el fuerte olor a pino quemado inundó la oficina haciendo temblar a los presentes.
-¡Hori-San!- Miyamura apretó la mano de su novia cuando el grito se está lo asustó.
-Y como sabes que sigue siendo virgen?- pregunto con burla el beta, más se podía notar lo tenso que estaba.
-Olvide que solo eres un beta, deberías saber que los omegas vírgenes tienen un olor muy singular- la sonrisa siniestra de Hori hizo temblar al beta.
-Bien es suficiente, no permitiré que nadie denigre a mis alumnos, así que lo lamento pero no podrá ingresar a esta escuela- dijo firmemente el director, sabía que si no hacía algo contra ese beta la familia Hori vendría y no quería un escándalo.
-P-Pero no puede hacer eso- dijo histérico el beta.
-Agresión verbal e intento de agresión sexual a un Omega comprometido, chico deberías agradecer que no te metamos a la cárcel- dijo el maestro de aula.
-Hori, llevate a tú Omega debe estar cansado- dijo el director.
-Nos retiramos-
Hori llevo a Miyamura hasta la azotea donde lo hizo sentarse frente a ella, este solo jugaba con sus dedos manteniendo la cabeza gacha.
-No me dirás nada?- pregunto tras unos minutos de silencio.
-Perdón...- susurro tensando sus hombros.
-Izumi... porque no me lo dijiste antes? Porque no me dijiste que ese tipo te había tocado?... no confías en que puedo cuidarte?- pregunto con dolor y decepción en su voz.
-¡N-No!... H-Hori-San es una alfa maravillosa... T-Tenia miedo- admite después de unos segundos.
-Miedo?- pregunto confundida.
-... Que Hori-San me odiara, q-que sintiera asco de mi... fui tocado por otras personas- gruesas lágrimas corriendo por las pálidas mejillas del Omega, lágrimas que había contenido por años.
-Nunca te odiaría y lo sabes, no me importa lo que digan... Pero eso sí, JAMÁS me ocultes nada- una cálida sonrisa y un beso fue lo que dio a su tímido Omega.
Escondidos detrás de la puerta de la azotea sus amigos los veían.
-Nunca creí ver a Hori tan furiosa- dice Yoshikawua.
-Fue aterrador- susurro Sengoku.
-Me pregunto cómo reaccionara cuando tengan cachorros y uno lleve a un pretendiente a casa- dice Giura.
-Talvez tenga la misma reacción que tú abuelo al conocer a ese niño que le pidió permiso para cortejarte- dice Yoshikawua.
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Mio
FanfictionNadie se esperaba que Hori fuese tan sádica cuando se trataba de proteger a su Omega. Miyamura prometió jamás ocultarle nada a Hori desde ese día.