7 Pasos para Enamorar a una Kim | CHAESOO

Paso 1 - Llamar su atención

...

—Entonces...—empezó Jimin— ¿Vas a... emboscarla, o algo así?

Rosé estaba de pie con un apuntador señalando una pizarra con los 7 pasos que había planeado en una madrugada con arroz frito, una bebida energética y medio kilo de chocolate en su sistema.

—Algo así.—apuntó a la pizarra— Es un plan infalible donde yo, Roseanne, termina con su amor platónico y ella, Jisoo, queda con la mejor chica que puede conseguir.

Jimin solo la veía, deseando que fuera un chiste.

—Por eso idee este plan de 7 pasos para enamorar a una Kim.—sonrió orgullosa.

—¿Sirve para todos los Kim?—su hermano levantó a mano.

—¿Por qué preguntas?

—Curiosidad.

—No. O bueno, no sé.—se encogió de hombros— Pero con ella debe funcionar.

Su hermano rió por lo bajo, viendo como las mejillas regordetas de su hermana estaban muy tensas de las sonrisas que le provocaba la chica.

—¿De que te ríes, idiota?—se cruzó de brazo haciendo un puchero.

—Nada, nada. Solo... será muy tierno de ver como conquistas a esa chica.

Y la rubia sonrió.

...

Era el primer día para poner a prueba su plan, su paso a paso hasta el éxito. Había pensando en múltiples formas de llamar la atención de Kim Jisoo, y hoy sería el día en que descubriría como hacer que la mirara... o al menos darle una idea.

Sabía que a su chica no le gustaban las voluptuosas, o las que exhibían mucho. Jisoo era la típica chica tranquila, que le gusta leer libros, mangas shojo, ver dramas y jugar videojuegos. Usualmente vestía con ropa elegante pero al mismo tiempo casual, la elegancia se la daba las marcas que usaba. Era muy fácil reconocer que tenía dinero.

Así que en la mente de Rosé se formuló la posibilidad de vestirse como una protagonista de comedia romántica. Ropa sencilla que logre visibilizar la torpe golden retriver que es. No fue demasiado difícil, ya esa así de todas maneras.

Cuando terminó sus clases fue a caminar a ver si coincidía con ella, aunque solo compartían una clase, al ser de un año mayor.

De repente sintió un par de toques en su hombro, y al girarse, Jisoo estaba ahí, con dos bebidas (una se ellas su favorita) una sonrisa suave en su rostro.

Quedó congelada, otra vez.

—Te estaba buscando por todos lados, Chae.

Si Roseanne fuera más perceptiva, ya se hubiera dado cuenta que el paso uno no era necesario.

—Ah... ¿a mi?—dijo como pudo.

Jisoo asintió enérgicamente y comenzó a caminar a su lado.

—Vi que hace unos días una idiota hizo caer tu bebida, y bueno, te vi y quise reponertela.

Y ella continuó tomando de la suya.

—Yo... ah... muchísimas gracias, Jisoo. Y disculpa por ser tan torpe la última vez que hablamos—la rubia se encogió—. Dije muchas estupideces juntas jaja.

A lo que Jisoo se echó a reír con su cabeza hacia atrás. Rosé no podía estar más roja ¡había hecho el ridículo otra vez! Esta tortura no terminaba jamás.

Quiso adelantar el paso, pero la mayor la sostuvo por la muñeca para detenerla.

—Tranquila, Chaeyoung, no me estoy burlando de ti.—dijo como si leyera su mente— ¡Es que haces cosas muy tiernas! No puedo evitar que me hagas reír, pero... lo siento si te hace sentir mal. No lo haré de nuevo.