Hay algunas cosas inusuales sobre Café Tucker. Número uno, su café apesta. Número dos, sus clientes nunca ordenan nada fuera del menú. Y el número tres, Craig, el dueño del café, es sordo.
La vida ya complicada del universitario Tweek se vuelve aún...
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-¡ACHU!, ¡ACHU!, demonios parece que tendré un resfriado, lo que faltaba. – se lamentó mientras pasaba un dedo por su nariz, tratando de contener más sus estornudos.
Se levantó de su cama con la frazada aún cubriéndolo como a una monja. Agarro el celular que descansaba en el escritorio de madera, al lado de su cama.
-Talvez, deba salir a buscar un trabajo de medio tiempo. – aseguró para sí mismo, soltando por fin su frazada, para posteriormente abrigarse con un suéter verde tipo cárdigan y una sencilla bufanda roja, tomó sus llaves y salió del pequeño apartamento.
Al sentir la fría brisa invernal en sus mejillas y nariz, no pudo evitar quedar sumido en sus preocupaciones con cada paso que daba.
Últimamente el dinero era escaso, había muchas cuentas que pagar entre ellas el recibo de luz y agua. Apenas y lograba pagar la renta y comida. Incluso había recurrido a la penosa decisión de robarle internet a sus vecinos.
Es posible que te preguntes ¿Quién es la pobre y penosa criatura incapaz de pagar su internet con la cual te sientes identificado y sobre la cual te estoy contando, no te preocupes que a ese punto vamos.
Nombre: Tweek Tweek, sí, su nombre y apellido parecen ser lo mismo, aunque el cambio se da en cómo se pronuncia, su edad:23 años, estado: desempleado.
Huyó de la casa de los locos de sus padres cuando cumplió la mayoría de edad. No lo juzgues ama a sus padres, pero simplemente aguantarlos era mucha presión en sus propias palabras.
Es por eso que ahora se enfrenta a la vida de un adulto universitario, al cual sus padres dejaron de depositarle dinero porque están resentidos y quieren que regrese a como dé lugar, ya sabes lo típico.
Ahora si volviendo con él mismo tonto que agitaba su celular como loco, en todas las direcciones posibles, tratando de obtener internet como desesperado.
- ¡Ack! si no fuera porque la maldita laptop se estropeo, buscar empleo sería más sencillo-. Murmuraba para sí mismo sus frustraciones por no obtener señal. Jalaba sus cabellos con fuerza con su mano libre, mientras uno de sus ojos empezaba a tener una serie de tics. Detuvo su andar con un zapateo frustrado, quedando a espaldas de un muro con decorado de rocas y enredaderas sobre él.
Cuando de pronto una barrita de señal logró llegar a su celular, sus ojos se iluminaron y no pudo evitar festejar infantilmente, levantando su cabeza y un puño hacia el cielo.
- ¡Siiiiiiiii, lo tengo!- Claro que su festejo no duró mucho, al momento de ver que un manguerazo de agua se dirigía con fiereza hacia su rostro-¡SPLASH!-empapándolo en segundos.
- ¡Hey Craig!, ¿qué tal la nueva manguera?, ¿verdad que funciona bien? Nono, si es que yo sabía que hicimos una buena inver-cof cof-.
La voz emocionada de una de las personas que estaban arriba del muro pareció entrecortarse al ver hacia abajo.
