Sergio ama a su familia.
Ama a su esposo, a sus hijos, a sus padres, a sus hermanos y a sus amigos.
Sergio sabe que, Max, su esposo también ama a su familia, su mamá, su hermana, sus suegros, a su papá (aún si Sergio tiene unas cuantas opiniones acerca de la relación que tiene con Jos) y por supuesto, sabe que Max los ama a él y a sus cuatro hijos
Le quedó claro cuando el día en que le dijo que estaba esperando a su primer hijo, Max simplemente volteo a verlo y le abrazó fuertemente susurrándole gracias y besándolo fervientemente; esa noche durmieron aún más juntos que de costumbre.
También lo supo cuando Yuki nació y los ojos de amor que Max hizo le hicieron llorar a él, y aún más cuando escuchó a su esposo hablarle a su primogénito sobre como siempre le protegería y haría que fuera el niño más feliz de la tierra mientras acariciaba su pequeño rostro con devoción.
Lo supo cuando desde que tuvieron a Yuki no hubo uno solo de sus embarazos donde el rubio no hiciera todo lo posible por apoyarle y quitarle todo el estrés posible.
Se dio cuenta cuando Max le enseñó a Yuki a manejar bicicleta. Cuando llevo a Pato a montar a caballo después de que el pequeño viera un documental sobre esos animales y se quedará fascinado. Cuando aprendió sobre béisbol solo para poder enseñarle a Oscar y compartir ese hobby junto con el menor de sus niños.
Lo supo cuando le confesó que le gustaría tener una niña porque siempre tuvo el sueño de tener una pequeña princesa.
Es por eso que cuando se enteró de su cuarto y más reciente embarazo decidieron no enterarse del sexo de su bebé. Max quería una niña, pero no quería tener expectativas, jamás querría presionar a sus hijos para ser algo, a ninguno de ellos.
Sergio sabía que amaría a su bebé fuese lo que fuese, pero no podía evitar irse enamorando poco a poco de la idea de tener una niña también.
Quizás tendría los ojos de su esposo, y el tono de su cabello. Quizás tendría sus pecas así como Oscar o quizás tendría sus ojos, así como Yuki.
Max siempre fue un gran esposo, no importaba si a veces estaba del otro lado del mundo, si Sergio no podía ir hasta él, Max encontraba la forma de llegar a Sergio.
Nunca, en ninguno de sus tres embarazos anteriores, Max faltó a sus citas al médico, siempre le dio todo el amor y apoyo que cualquiera podría pedir de su pareja y este no fue la excepción.
Max solía organizar noches de películas con los chicos, aún si Yuki decía ya estar muy grande para eso, siempre terminaba recargándose en el costado de Max y durmiéndose después de que su papá le acariciara y besara la frente.
Sergio sabía que Max amaría a su próximo bebé sin importar que, porque ya amaba a sus otros hijos y a su familia, ferozmente.
Por eso el día en que finalmente pudieron darle la bienvenida a su bebé, Sergio se enamoró un poquito más de Max al verlo llorar inconsolablemente y darle las gracias por una alegría más a su vida, justo como en el nacimiento de su primer hijo y en los siguientes. Porque al fin tenían a su pequeña princesa.
Al fin Max podría consentir a una pequeña que llevaba la sangre y amor de ambos.
Sergio solo podía observar mientras Max veía con adoración a la nueva integrante de su familia, aún con lágrimas en los ojos y haciendo la misma promesa que le hizo a Yuki, a Pato, y a Oscar cuando los tuvo en sus brazos por primera vez.
Sergio tenía esa promesa grabada en su mente, porque ni una sola vez Max la había roto.
Y sabía que con Emilia no sería distinto.
Porque Max amaba a su familia.
Y Sergio amaba todo lo que habían logrado construir juntos.
Es cortito, perooooo, bonito
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Princess's daddy
Fanfiction¿Quién diría que el temerario y tenaz campeón del mundo podría ser tan hogareño y paternal? Bueno, por algo Sergio acepto casarse con él ¿No?