Volviendo del colegio y mientras caminaba, recordaba la conversación con Jesica...
En uno de los pasillos del colegio vi a Jesi llorando, me acerqué a ella y le pregunté que le pasaba:
-No quiero hablar de esto acá, pero si venís a mi casa después del colegio, tengo mucho para contarte. Justo en ese momento se acercó Sami, nuestro mejor amigo y noté como Jesi se ponía rígida y trató de componerse un poco.
- ¿Qué pasa? - preguntó Sami.
- Nada Samuel - contestó Jesi con voz agria y no supe como interpretar la situación, ya que Jesi en ese momento me tomó del brazo y me arrastró hasta el salón de clases, la miré con expresión confundida y bajó la cabeza mirando el libro que había sacado de su mochila.
Volviendo al presente y recordando el resto del día no entendía nada; Jesi desapareció del colegio, Sami también y al que no vi en todo el día, que era muy extraño por su asistencia perfecta todos los años, fue a Simón el novio de Jesi. No se bien que era lo que sucedía entre ellos, pero tenía que averiguarlo y la mejor manera de hacerlo era ir a la casa para hablar con ella.
Después de dejar mi mochila en casa y avisar a mi mamá, no perdí el tiempo en ir a su casa, toque timbre dos veces y tardé en escuchar pasos que se acercaron a la puerta, era su madre quien me miraba con cara interrogante.
-Hola señora Isabel esta Jesi? -
-Estoy confundida me había dicho que tenia que ir a tu casa, pasa que la voy a llamar. Fue directamente a su teléfono celular y escuche el tono de llamada, pero las tres veces que llamó la atendía el buzón de voz.
-Esto es muy raro Estefi porque ella no es de mentirme...
-Lo se.
-Vení vamos a su habitación, ella a veces me deja notas en su escritorio o sobre la cama y me dice dónde va, quizás cambio de opinión y fue a otro lado. Fuimos hasta su dormitorio y estaba como siempre todo muy ordenado, en el escritorio había algunas hojas que su mamá se puso a leer, por si encontraba una nota, pero mientras yo me giré en torno a su cama vi que del borde salía un papel, en cuanto lo agarré se me heló la sangre.
Estando en el living de la casa de Jesi y rodeada de sus padres junto con la policía todavía no podía creer lo que había encontrado en su cama, estaba tan perdida en mis pensamientos que salté del susto cuando mi mama que acababa de llegar me tocó el hombro.
- ¿Es cierto?
-No lo sabemos todavía mamá, la policía esta investigando, pero no puedo creer que ellos sean capaces de algo así, vine a hablar con ella por que hoy la vi llorando primero y me lo quiso contar, pero no quería que fuera en el colegio y ahora entiendo el porqué, pero también me extraña que me lo quiera decir, no sé, no entiendo nada.
-No te preocupes que la policía va a saber si es verdad.
Esperamos horas en su casa junto con la policía y tanto Jesi como Sami nunca aparecieron, la policía tampoco pudo encontrarlos, pero a quien si encontraron fue a Simón, que como decía la nota estaba en el arroyo ubicado a las afueras de la ciudad.
Los años pasaron y no volví a ver a ninguno de ellos pero todavía tengo la nota que encontré en la habitación de Jesica, pero aunque no la tuviera recuerdo muy bien el texto que hasta el día de hoy me hiela la sangre.
Nunca planeamos esto fue un accidente, estábamos pasando el rato en el arroyo y empujamos sin querer a Simón, se golpeó la cabeza y murió en el acto.
Fue un accidente del que Samuel y yo nunca nos vamos a perdonar y es por eso que vamos a desaparecer de esta vida cómoda porque no la merecemos, lo siento mucho.
Jesica.
