Este es mi destino DxD

capitulo 48 noche tranquila

Mientras navegaban hacia Sphinx, Nana y Dogc empezaron a entablar una relación de amistad. Nana estaba impresionada por la amabilidad y la determinación de Dogc, mientras que él estaba agradecido por la compañía y el apoyo de Nana en un momento tan difícil. Juntos compartieron historias de sus vidas y esperanzas para el futuro.

Nana: (sonriendo) "Creo que seremos buenos amigos, Dogc."

Dogc: (asintiendo) "Sí, Nana, lo creo también."

Issei, en un momento de silencio, miró al cielo estrellado y se preguntó en voz alta sobre Rossweisse, la persona a la que había prometido encontrar y ayudar en su búsqueda.

Issei: (en susurros) "¿Dónde estarás ahora, Rossweisse?"

Por otro lado, Hide estaba de humor juguetón y comenzó a molestar a Issei sobre Rossweisse.

Hide: (riendo) "Oye, Issei, ¿quien es esa tal Rossweisse? ¿acaso es tu novia jaja?"

Issei frunció el ceño y negó con la cabeza, aunque no pudo evitar sonreír ante la provocación de Hide.

Issei: (riendo) "¡Claro que no, Hide! Ella es solo una amiga de mi antigua casa."

Mientras tanto, Black estaba ocupado puliendo sus espadas con esmero. Estaba ansioso por conseguir más espadas y ampliar su colección.

Black: (con entusiasmo) "Estas espadas son geniales, pero estoy emocionado por encontrar nuevas y añadirlas a mi colección. ¡Cada espada tiene su propia historia y poder único!"

Juvia, burlándose de él, comentó que si conseguía muchas, podría venderlas y ganar mucho dinero. Su tono irónico hizo que todos se rieran, incluido Black, que apreciaba el sentido del humor de Juvia.

Juvia: (riendo) "¡Imagina todo el dinero que podríamos tener, Black!"

Jesse continuó revisando la herida de Kabuto mientras le decía palabras de aliento.

Jesse: (amable) "Kabuto, no te preocupes, pronto estarás bien. Con un poco de cuidado y tiempo, te recuperarás completamente."

El grupo navegaba en medio de la noche, compartiendo risas y preocupaciones mientras se dirigían hacia Sphinx, listos para enfrentar lo que les esperaba en ese misterioso pueblo.

Issei, en un intento de despejar la atmósfera, propuso contar historias sobre sus lugares favoritos o las experiencias más extraordinarias que habían vivido. Kabuto, siempre reservado, compartió una historia sobre un santuario secreto en las montañas donde solía entrenar. Su relato estaba lleno de paisajes pintorescos y desafíos místicos que capturaron la imaginación de todos.

Kabuto: "Era un lugar donde el viento soplaba a través de los árboles antiguos, y cada paso que dabas te acercaba a la esencia misma de la naturaleza."

Nana, intrigada, compartió la historia de un festival en su pueblo natal donde las luces danzantes iluminaban el cielo nocturno. Jesse habló sobre su experiencia en un hospital en el extranjero, donde aprendió la importancia de la compasión y el cuidado médico.

Jesse: "Fue un momento que cambió mi perspectiva. Ver la gratitud en los ojos de aquellos a quienes ayudé me hizo darme cuenta de que mi sueño no era solo por mí, sino por el bienestar de los demás."

Issei, agradecido por el compañerismo que estaba floreciendo en su tripulación, decidió compartir una historia más ligera sobre un encuentro inusual con un mercader ambulante que vendía objetos mágicos.

Issei: "Este mercader tenía una lámpara mágica que decía conceder tres deseos. ¿Adivinen qué pedí?"

Todos lo miraron expectantes, y Juvia no pudo contener su curiosidad.

Juvia: "¿Qué pediste, Issei?"

Issei: (sonriendo) "Pedí la receta secreta de las albóndigas más deliciosas del mundo. ¡Y créanme, valió la pena!"

Las risas resonaron en la cubierta, y por un momento, las preocupaciones y los peligros quedaron en un segundo plano. El bote continuó su camino hacia Sphinx, llevando consigo no solo a intrépidos aventureros sino también a amigos cuyos lazos se fortalecían con cada nueva experiencia compartida.