Indebido | Minayeon

10

—¿Como te fue en la cita? ¿Hiciste lo que te aconsejamos?

Dahyun y Tzuyu no paraban de hacer preguntas acerca de mi cita con Hirai Momo cuando mi cabeza solo pensaba en mis segundos encuentros con mi hermana.

Si, estuve con Momo. Supe más de su vida y su personalidad, una que es muy... atenta y amable. Jamás dejaba que hubiese silencio entre nosotras y no paraba de preguntarme cosas también que no tenían nada de incómodo.

No la pasé mal, pero... la pasé mucho mejor cuando regresé con Mina.

—Solo un poco.

—¿Que clase de respuesta tan vaga es esa? —reclama Dahyun con el ceño fruncido y brazos cruzados sobre su pecho. El disgusto en su rostro era muy evidente por mi respuesta tan... corta.

Realmente estaba molesta, pero tampoco le iba a decir que me la pasé mejor besándome con Mina que con la persona que me "gusta".

Ya no se que pensar, la verdad. Bien sea porque me la paso besándome con ella o incluso porque dejé que me follara, que me tiene confusa.

Mas aún su comportamiento. Me trata igual que siempre, solo que agregando besos u otros toqueteos que no son de hermanos, pero... lo que no me gusta es que las demás chicas se le insinúan y ella no hace nada por alejarlas.

—Nayeon, regresa a la tierra de los vivos ¿quieres? —reclama Tzuyu con una sonrisa pícara— ¿Que hicieron que te tiene distraía?

—Nada.

Mis mejillas no pensaron lo mismo cuando los recuerdos del auto de mamá llegaron como arte de magia a mi cabeza, causando una vergüenza más acentuada.

'Me estoy alejando de dios', pensé.

¿Como podía gustarme tanto aquello? No habíamos hablado acerca de eso, a pesar de que Mina se me ha insinuado unas cuantas veces, pero... si lo hago de nuevo querré hacerlo muchas veces más.

—¡Tus mejillas no dicen lo mismo!

Apreté mis labios en una línea fina para mostrar enojo, y que bajarán la voz. Todas las personas que estaban en la cafetería nos estaban mirando extraño y todo era su culpa.

—¿¡Follaste con ella!? —Dahyun se levantó de su asiento con un profundo ceño fruncido después de gritar aquellas palabras que no ayudaban a mi estado vergonzoso.

Cubrí mi rostro para, no se para que mierda, si de todas formas podía sentir las miradas sobre nosotras.

—Por favor, callate.

—Lo siento, Yeonnie. —murmuró Dahyun volviendo a su LUGAR.

No era mala idea que se cociera la boca para que no gritase tanto.
La mañana se fue rápido después de ese momento vergonzoso, con disculpas de Dahyun por el escándalo que se formó a partir de allí.

Todas las miradas estaban mayormente en mi con desaprobación o recriminatorias solo por esa palabra. Incluso pude escuchar murmullos donde me estaban ofendiendo.

Admito que estaba molesta.
El camino a casa fue para nada relajante porque nuevamente tuve que caminar.

Mina estaba de viaje, mamá trabajando y papá también. Y realmente no quería irme con Dahyun aún cuando lo que hizo no fue para tanto.

—Hey, señorita Im.

Volteé a mirar a la calle y una sonriente Hirai Momo estaba en su auto justo llevando el ritmo de mis pasos. La sorpresa fue grande, ya que no la había visto en la prepa. Y se veía muy bonita con un maquillaje para nada provocativo.