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.Murata es un hombre simple con una vida sencilla en su casa y trabajo de oficina normal. Sin contar con sus veintitantos y sin novia (le está hechando ganitas a la chica de la cafetería de su trabajo), Nada fuera de la rutina.
Ese día de descanso decidió hacerse el tonto viendo películas y comiendo bocadillos. Ese día, tenía antojo de nachos con queso, jalapeño, tomate, capsup, mayonesa, carne asada y elote.
Es lo mejor que sabe hacer para botanear además de palomitas saladas.
Pero el se dedicó a preparar el queso amarillo con el chile y algunas especias cuando la puerta principal de su casa es golpeada.
Extrañado porque no esperaba ninguna visita, saco del fuego el queso para que no se arruine y fue a atender.
- ¿si? - al abrir se topo con la agradable sorpresa de ver a su vecina. Una mujer hermosa de cabello negro y ojos de azul profundo. Sus mejillas rosadas y voz baja la hacen el personaje tipico Kuudere e un anime pero en realidad es una masita.
Además en sus pies estaba un gato grande rayado que podía jurar que lo ve como si fuera basura. Conocía al mendigo gato, en ocasiones se le tira encima si está demasiado cerca de la mujer aunque solo pase para saludar.
(Aclaración: Kuudere son los personajes fríos y con problemas para demostrar sentimientos)
Tan hermosa como prohibida, sino, pregúntenle a sus 7 meses de embarazo. Tiene esos brillitos especiales en sus ojos que solo una embarazada.
- podría... ¿podría darme algo de lo que cocina?- pide con mucha timidez y sus mejillas rosadas mientras le muestra un plato y acaricia su vientre, posiblemente para calmar a su bebé.
Murata había oído que las embarazadas tienen muchos antojos que la mayoría de las veces no pueden evitar y un olfato terriblemente agudo.
No evito sonreír con ternura.
- espera un poco - Murata tomo el plato y fue a prepararle un poco de sus nachos con bastantes aderezos y maíz. También le puso algunos trozos de carne (no tiene tanto presupuesto) hecho el sencillo plato, se llevó a la embarazada.
Cuando ella vio el plato dió una diminuta sonrisa y trago saliva, incluso sus ojitos brillaron más.
-"¡que linda!" - pensó Murata entregándole el plato.
- gracias - tal como vino, se fue.El moreno se quedó viéndola irse dando pasitos curiosos, como un pingüino mientras el gato va tras ella y mirando a todos lados con su cola levantada.
Se le notaba muy feliz por llevar su comida. Sintiendose bien consigo mismo, regreso a sus planes de ocio.
...
Ya en casa y con sus pies en alto gracias a un taburete.
Giyuu comía sus nachos con mucho queso mientras veía una película infantil en compañía de su gato Akaza. El felino en cuestión está acurrucado a su izquierda.
En su lógica para acostumbrarse a los programas infantiles. No es que las películas normales le hacen llorar, incluso las de acción o comedia. No para nada.
Sonrie feliz mientras disfruta el sabor salado, denso, picante y especiado de los nachos. Sus bebitas también se mueven felices por cumplir su repentino antojo.
Normalmente Kyojuro es quien los consigue pero a esa hora está trabajando y ella tomaba su siesta pero al dejar la ventana abierta, pudo oler la comida que hace su vecino.
Cosa que la desperto.
Sintió mucha pena en ir a pedir, pero si no comía eso, podría darle náuseas y vómito por no cumplir ese antojo. Y tampoco podría dejarlo hasta para después porque le daría mucho asco y no comería nada.
Pregúntenle a Kyojuro cuando lo mando a comprar pan de azúcar mientras se bañaba todo por culpa de un comercial de internet sobre ello. ¿el problema? Era cerca de media noche.
Así que, determinada a alimentar a sus bebitas fue con un plato a pedirle lo que sea que esté haciendo su vecino. Esperando que sea buena persona. Afortunadamente, el joven frente a ella acepto y le dió un plato con nachos.
Siente a sus bebes moverse felices y no evitar también reflejarlo en su cara. Tomo el plato aún calientito y regreso a casa seguida de Akaza.
Así que, ahí está. Comiendo sus nachos con toda la felicidad del mundo.
-¡ya llegué!! - la alegre presencia de Kyojuro la hace sonreír y alborota más a sus bebés, tanto que duele un poco y Giyuu las calma acariciando su vientre.
Desde que escuchan a su padre, se mueven más. ¿cómo no? Su padre les habla desde que eran del tamaño de un frijol y Kyojuro está muy emocionado.
- ¿cómo están las dueñas de mi vida? - saluda el rubio bicolor dejando su maletín y una bolsa con golosinas para Giyuu, especialmente frutas, chocolate y pay de queso de una tienda en especial.
Su esposa tenía muchos antojos de cosas dulces. En su mayoría esas tres cosas.
- bien - corresponde Giyuu sin moverse mucho, el se acercó más y le dió un besito en su frente.
- ¿las has cuidado bien Akaza? - el felino solo mueve la cola perezoso. Fue en ese momento que nota la comida ajena al menú.
- ¿y eso?-
- se me antojo mucho y le pedí al vecino. Perdón... - Giyuu hizo ojitos tristes.
- está bien mi amor. - le da un abrazo con mucho cuidado. - iré con el vecino a agradecer. ¡fue muy amable! -Kyojuro vivió en primera mano lo que ocurria cuando un antojo no se cumplía en el momento.
Su Giyuu al principio se resistía a comer sus caprichos de embarazo y eso resultaba en horribles náuseas y vómito, tanto que una vez termino internada por deshidratación.
Así que tras hablar con ella un poco y convencerla que no tiene nada de malo cumplir sus antojitos, lo empezó a hacer.
Eso sí, lo inconveniente eran los pedidos de media noche pero nada Extravagante (una pena para Uzui)
Kyojuro está feliz con sus bebés aunque hayan llegado por culpa de cierto gato rayado con tremendo desprecio al género masculino que no sea el.
Claro que estuvo contento que su Giyuu espere su primer bebé, casi llora en el ultrasonido cuando escucho su corazon en el control prenatal. Luego llevándose la sorpresa que son dos.
Tengen no ha parado de reír al respecto.
su padre lo abrazo y lo golpeó al mismo tiempo, para alegría de Ruka, Tsukako y Urokodaki resultó que son niñas.
¡niñas! Después de casi 2 siglos de generaciones Rengoku de puros hombres.
Volviendo al tema, Giyuu casi siempre pide cosas dulces. Así que fue una sorpresa ver qué su antojo fue algo salado y queso, Giyuu no es muy fan del producto lácteo. Pero tampoco es tan raro, ella es fan del café y el embarazo no lo ha tomado como le gusta (negro con poca azúcar) porque dice que le da asco.
- también te traje tus pasitas - saca de su bolsillo las golosinas haciendo sonreir más a la morena y tomando la bolsita para comerlas después de sus nachos.
Definitivamente fue un buen día.
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Nota chismosa de Tengen: cuando Shinjuro supo que Giyuu estaba embarazada de 2 niñas, se desmayo. Pero tiene la esperanza de que tengan más parecido con su nuera.
Luego cuando se recuperó golpeó a su hijo porque su lujurioso ser dejo sus frutos. Tengen también se ríe de eso
Michi Akaza se tomó muy enserio su papel de guarda espaldas de Giyuu. No se aparta de su lado cuando hay visitas y la acompaña siempre que puede por la casa o la calle cuando sale a caminar un poco.
También se encarga de eliminar cucarachas o arañas que puedan asustar a Giyuu.
De hecho, fue gracias a el (y un tremendo zarpazo en la cara) que Kyojuro supo que Giyuu vomitaba en las noches.
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Babydoll Eyes
Fanfictionporque hoy será un buen día. ✨❤️✨ ❤️ Rengiyuu ❤️ GiyuuFem ❤️ continuación de "inesperado"