Único

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Una mañana de primavera Jeon Jungkook se encontraba llorando cerca de un mirador donde solía ver las estrellas con su persona especial, era prácticamente imposible que pudiese observar las estrellas a esa hora, pero el canto de las aves, el sutil movimiento del aire que arremetía contra los árboles y su rostro lo calmaban.

Park Jimin se encontraba junto a su chico favorito, el joven observaba su semblante tan serio como el de un adulto amargado y a la vez tan sereno como el de alguien en paz.

El joven fantasma no pudo evitar sentir un pesar por su antiguo novio, se sentía mal por verlo de aquella manera, tan triste.

— Debes dejar de venir aquí — pidió el chico de aspecto delicado — todos están preocupados por ti. Este lugar te esta consumiendo.

— Debo irme — anunció Jungkook suspirando profundamente luego de tallar su rostro.

El azabache se levantó del suelo y camino hacía el auto de su padre siendo seguido por Jimin quién tomó asiento en el lugar de copiloto luego de atravesar la puerta.

— ¿Sabías que eres demasiado testarudo? Esa es una de las razones por las cuales me gustas — sonrió, aunque este no le pudiese dedicar ni una mirada — Kook, de verdad necesitas avanzar... yo no voy a volver aunque quiera.

El celular del joven comenzó a sonar y este lo respondió al tercer tono, se trataba de Kim Seokjin su compañero de clase y equipo para el trabajo de Filosofía.

— ¿Es él? — preguntó el espectro sin obtener respuesta — 'Seokjin es una chico lindo, apuesto que harían una linda pareja, pero tu sigues negándote a avanzar. 

— ¿Qué quieres Seokjin? — cuestionó molesto a su compañero que se encontraba a la parte contraria de la línea.

Solo quería decirte que tengo reservado un espacio en la cafetería para ponernos de acuerdo sobre la tarea, pero si llamó en un mal momento te dejó.

— ¿¡Qué!? ¡No! — exclamó exaltado el de mejillas regordetas a su lado — discúlpate, no seas un cavernícola. ¡Grosero! — agregó antes de golpear su brazo y que Jungkook se removiera lleno de escalofríos.

— Seokjin...lamento mi actitud, no quería hablarte mal — el pelinegro rascó su nuca mientras su difunto novio asentía, aunque no lo pudiese ver — en verdad no era mi intención lastimarte.

— Jungkook relájate, no te estoy pidiendo explicaciones. Entiendo que fue un acto reflejo... a cualquiera nos puede ocurrir.

— Te veo en el café en un rato — no dijo nada más y colgó, siendo analizado por Park a su lado.

— ¡Diooooos! Eres un caso perdido — habló recalcando el uso de las "o" — aunque debo admitir que el hecho de que te disculparas ya es un gran avance — sonrió tratando de ocultar su emoción.

Jeon condujo hacía la cafetería donde sería su reunión con su compañero, el chico lo esperaba en una de las mesas arreglando su cabello, tratando de verse más interesante para su compañero.

Kim Seokjin sabía que Jeon Jungkook estaba destrozado desde hace mucho, bastante tiempo, pero tenía esperanza de que pronto el chico lo miraría distinto o que al menos le regalaría una mirada... una vez; el peli castaño observaba el ventanal hasta que pudo ver como su compañero llegaba a su encuentro.

No pudo evitar sentirse nervioso y tallar las palmas de sus manos en su pantalón debido a sus nervios.

Jungkook bajó del auto junto a Jimin, o bueno su espíritu... mismo que atravesó el ventanal de la cafetería y se acercó a Seokjin.

El compañero de su ex novio se miraba una última vez en el reflejo de su celular, Jimin se inclino hacia el castaño y observo su rostro, sus mejillas rosadas demostrando que estaba vivo, aquel brillo en sus ojos y no pudo evitar sentir un poco de envidia.

Where We come alive | Kookmin | Adaptación | OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora