Y qué si todavía no puedo superarlo, después de todo es lo que me sigue manteniendo con vida. Este sentir y este ser que lleva conmigo más años de lo que puedo recordar, lo odio, pero no puedo deshacerme de él. Y no sé si sea buena idea. Aunque, al final de cuentas todo se termina conectando lo quiera o no. Sigue siendo parte de mi vida y sin importar qué, su recuerdo seguirá viviendo pegado a mí.