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Eau de Parfum (4xShun)

Shun habia salido a correr como cada mañana, cuando volvía a la mansion vio a Afrodita en la entrada, quién en cuanto lo miró le sonrió ampliamente

—¡Shuny! Cariño, tengo tanto que contarte –dijo tomandolo de la mano y apresurandolo para entrar.

El peliverde abrio la puerta y ambos llegaron a la sala, casi de inmediato el menor ya le habia llevado té y pastel.

En cuanto se sentó el peliceleste lo miro emocionado.

—Verás hace unas semanas Death y yo veiamos Netflix en su casa y vimos una pelicula muy linda llamada el perfume – entonces hizo una pausa al tiempo que probaba el pastel para despues volver la vista al menor

— Y entonces me dije: Dita imagina tener un perfume capaz de embelesar de esa manera a cualquiera que lo huela.

Shun algo asustado preguntó

—¿Pero a ese nivel?

—¡Ay no Bebé! Me fascina la idea de que todos me deseen pero al punto de desaparecer totalmente no, pero quiero ir al grano....

El peliceleste comenzó a buscar en su bolso con una mano y con la otra daba otro bocado al pastel, tras unos momentos dijo por fin:

—He estado trabajando en una formula que logre un efecto similar.

Al instante sacó un pequeño frasco frente al incredulo peliverde

—Y como eres mi gran amigo y te aprecio mucho es mi regalo para ti.

—Gracias, pero en realidad la idea no me atrae y.....

—¿Vas a rechazar el regalo de tu mejor amigo que solo busca facilitarte las cosas con el pato helado? –el peliceleste lo tomo de la mano mientras sus grandes ojos parecian suplicar.

El peliverde enarcó la ceja

—Quieres que sea tu conejillo de indias ¿Verdad?

—Por favor, además ya la perfeccioné ahora debe servir solo con humanos.

—¡¿Cómo?!

—Ignora mis palabras, simplemente toma una o dos gotas y ponlas en tu cuello, sera suficiente para que el rubiecito se vuelva loco de deseo por ti.

Shun enrojeció, no queria doblegar la voluntad de su compañero de armas con algo artificial, aunque estaba casi seguro que Hyoga le correspondia sabia también que de los cinco era al que más se le dificultaba hablar de sus sentimientos y si ese perfume le daria una ventaja, nada perdería con intentar.

—Esta bien, te lo agradezco.

—Excelente, ahora debo irme y recuerda contarme todo lo que ocurra luego de usarlo.

El sueco comio el resto de su pastel y de tres sorbos bebió totalmente su té para luego salir de la mansión mientras Shun seguia observando el  pequeño frasco.

Lo tomo entre sus dedos, aquel envase era muy pequeño y por un instante dudó que en verdad tuviera tal efecto.

Se encogio de hombros y lo llevó a su cuarto, aun debia ducharse y comenzó a pensar en el momento adecuado para usarlo.

Comenzó a escuchar las puertas alrededor abriéndose, estaba seguro que todos se ducharían para despues encontrarse en el comedor.

Mas tarde, todos se acomodaban alrededor de la mesa y el peliverde de manera casual preguntó:

—¿Que planes tienen para hoy?

—Ire al orfanato con Miho y los chicos tiene mucho que no los visito y ahora que tenemos tiempo libre quiero aprovecharlo.– Seiya mencionó mientras llevaba pan tostado a la mesa.