La historia de un Loto [Fanghua]

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Capítulo 51: La mujer en el pozo. — La verdadera historia.
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— Voy contigo.

Fang Duobing dijo rápidamente mientras sostenía a un bebé dormido, bebé que se removió por el movimiento descuidado del mayor; durmiendo tranquilamente nuevamente bajo la vista de los mayores, Fang Duobing se permitió respirar aliviado.

Di Feisheng cargaba al otro recién nacido, bebé que lleva un día de nacido y se llama Yi Qiang, es bastante energético a comparación de Yi Wang; aunque a Fang Duobing es igual de energético, prefiere cuidar al bebé más tranquilo que es Wang.

Pero volviendo al tema principal, Li Lianhua no lo dejo.

— No, si vas. ¿Quién cuidará a las bebés?

Fang Duobing señaló a Di Feisheng.

— Él es bueno con los niños, déjalo que los cuide.

Li Lianhua vio a Fei, buscando su aprobación pero no hubo ni una reacción; actualmente están en la casa de loto, es más seguro e higiénico para esos bebés que estando en el pueblo lleno de personas que aún continúan enfermas.

Fang Duobing colocó a Yi Wang en un cunero que compro en el pueblo el mismo día que nacieron, aunque aún sigue un poco adolorido por la muerte de la madre de los gemelos.

Suspiró agraviado.

— ¿Fei te ha contado algo acerca de la familia Yue?

Fang Duobing cerro los ojos y comenzó a recitar todo lo que le contó el amigo callado de atrás, Li Lianhua asintio un poco aliviado, Fei le ahorro horas de explicación.

Fang Duobing sacó un sobre.

— También envié a alguien a investigar... Esta es una historia algo vieja.

— ¿Cuántos años?

— Tres años.

Li Lianhua abrió el sobre y comenzó a leerlo, cada vez frunciendo más el ceño, suspiró cansado y devolvió la carta; pero ahora... Los tres vieron hacia afuera, el cuerpo de la señorita Yi está cubierto por una sábana blanca.

El corazón de Fang Duobing dolió.

— ¿Cómo puede haber personas sin corazón? ¡Ese tipo es igual que Shan Gudao!

Li Lianhua negó.

— Tu padre al menos no tuvo un ejército de hijos.

Fei bufó.

— Cada persona tiene un lado podrido. ¿Cuál es la diferencia si mato a muchas personas?

Li Lianhua se mantuvo callado y jaló a Fang Duobing fuera de la casa, solo cuando llegó afuera pudo ver su mano sosteniendo los dedos de Fang Duobing.

Al ver el rostro del menor, tan estupefacto, se sintió avergonzado por un momento.

— Lo siento, hay que irnos.

— Si...

Fang Duobing se tocó los dedos que Li Lianhua tocó y sonrió como una señorita enamorada, cambiando su rostro rápidamente para que su maestro no lo atrape en el acto.