Jungkook
Todo lo que había imaginado en mi cabeza que diría en ese preciso momento -y lo había imaginado más veces de las que podía contar- se desvaneció como una bocanada de humo.
La rabia, roja y vacilante como las llamas, me envolvió todo el cuerpo.
Sin pensarlo, golpeé. Mi mano agarró a Ethan por el cuello y lo levantó de la silla.
Levantó los pies del suelo y pateó la silla en la que estaba sentado, haciéndola caer al suelo con gran estrépito. Con la fuerza de mi cuerpo y mi ira, estampé su espalda contra la pared.
Debería haberlo sabido.
Debería haber estado mejor preparado para saber a quién me enfrentaba.
Acababa de verle matar a una cobra real con sus putos dientes y mandíbulas, joder.
La rabia, las emociones descontroladas, mi jubilación, todo me hizo descuidarme.
Antes de que pudiera parpadear o pensar cuál sería mi siguiente movimiento, la mano de Ethan me pegó la muñeca al pecho, inmovilizándola allí. En un instante, su otra mano subió, me agarró el codo y giró todo mi cuerpo hacia abajo y lejos del suyo, que era más pequeño.
Con un rápido chasquido, su rodilla se levantó, golpeándome la cara.
El dolor estalló, la sangre brotó de mi nariz y caí de rodillas. Me puso boca arriba como si no pesara nada.
Era increíblemente fuerte. Su delgadez y sus modales de omega tranquilo eran muy engañosos.
Pero entonces, él era un pequeño bastardo engañoso.
Ethan se sentó a horcajadas sobre mí, y sus manos cubrieron mi garganta en un apretón como de vicio. Unos dedos largos, que siempre me habían parecido elegantes e hipnotizadores, se clavaron en mi tráquea. Se me cortó el suministro de oxígeno y jadeé en busca de aire.
No podía respirar ni por la garganta ni por la nariz, y unas manchas grises bailaban ante mis ojos. Los sonidos de la habitación se desvanecieron; los gritos de mi madre, el llanto de un niño, y pensé que podría ser eso. Podría conseguir matarme.
"¡Basta!"
Esa orden sonaba como mi hermano, Taehyung, pero no podía estar seguro. Todos sonábamos parecido cuando hablábamos. El peso de Ethan desapareció de mi garganta y mi pecho. Jadeé con fuerza, con los pulmones pidiendo a gritos el bendito aire. Rodando hacia un lado, mis manos masajeaban mi dolorida y magullada garganta, mientras intentaba toser un pulmón.
Tengo que dejar de fumar.
Una patada rápida y afilada en las costillas hizo que dejara de intentar respirar.
"¡No le hagas daño a mi papá!" me chilló el pequeño engendro demoníaco, empujándome el hombro con su manita cuando conseguí ponerme de rodillas.
Golpeó fuerte para ser un niño, y me estremecí, pero al menos no me caí de culo. Eso sería más embarazoso que el omega que acababa de tirarme al suelo.
Lo miré de arriba abajo. Era todo piernas y brazos largos, como un potro que aún no hubiera desarrollado sus extremidades. Escupía rabia, pero el miedo se desprendía de él en oleadas, las feromonas eran fuertes.
Pero fueron sus ojos los que hicieron que el corazón se me agitara en el pecho, se me cortara la respiración y se me revolviera el estómago. Porque, aunque lo había visto lo suficiente como para exigirle a Ethan una respuesta sobre su paternidad, no lo había visto entero, solo aquella rápida mirada inicial.
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‡Peligroso Omega‡[KOOKJIN]
AcakCuarto libro de esta saga, es la historia de último hermano Jamie. Cómo siempre aclaro está historia no me pertenece todos los créditos a su autor original. Parejas secundarias: Taehyung y Hoseok Yoongi y Jimin ...