10. Gente nueva

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KYRIA:

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KYRIA:

Jalé mi maleta por el gigantesco aeropuerto, había bajado del avión luego de cuatro horas de vuelo. Mi corazón se encogió al no poder conseguir el número de ninguno de los tripulantes de cabina pero tuve que dejar ese pensamiento atrás ya que fui guiada por una asistente de la aerolínea hasta un bus estacionado, puse mi maleta en el espacio que me indicaron y subí al bus, el silencio abundaba dentro, y cuando me paré frente al pasillo todos se voltearon a verme, ojos distintos puestos en una sola persona.

Pánico escénico entrando al chat.

Me recorrió un escalofrío por la espina dorsal y tragué duro, avancé a pasó lento mientras que todos se movían a mi ritmo, me senté en uno de los asientos del fondo y solté el aire que tenía contenido, saqué mi teléfono y vi la hora. 3:25pm. Escuché que venía alguien más y cuando alcé la cabeza vi a dos chicos que por el idioma que hablaban distinguí que eran latinos, entraron riéndose de algo, pero se callaron en cuánto el silencio del bus les llegó de lleno, entraron susurrándose cosas y se sentaron en los dos asientos al otro lado de dónde estaba yo. 

Volvieron a conversar con una fluidez increíble, como si se conocieran de toda la vida o fueran familia, me encantaba la forma de expresarse de los latinos sin ningún miedo, era algo que resaltaba de ellos, nunca podrías estar con un latino sin soltar una sola risa en diez minutos. De pronto los dos se giraron a verme y parpadeé sorprendida ante su repentino movimiento.

— ¡Hola! — saludó el trigueño de ojos café agitando su mano suavemente. Sonreí como respuesta.

— ¿Vos también fuiste elegida para la competencia? — preguntó el otro de su misma tez pero con ojos claros.

— Creo que todos aquí lo somos — les respondí en su idioma y sus ojos se abrieron como platos — ¿Hablas español? — preguntó el de ojos café, volví a asentir. No me consideraba bilingüe pero mis abuelos por parte de mi mamá son Latinoamericanos, mi abuela es Uruguaya y mi abuelo Puertorriqueño. Mi mamá hablaba conmigo español cuando era pequeña, hasta que poco a poco dejó el idioma, así que lo llevo casi en la sangre.

— Soy Luis — se presentó el de ojos claros, soltando su acento coqueto — De Argentina 

— Y yo Dominic — el de ojos café sonrió ampliamente — Cubano — 

— Kyria... de... California, Estados Unidos — 

— Woah, pensé que eras canadiense — arrugué la frente ante su comentario — Ser la mejor de un país tan grande como Estados Unidos no es tan fácil supongo — disimulé mi sorpresa al escuchar a Luis hablar tan fluido el inglés — Son casi cincuenta estados — volví a escuchar pasos subir las escaleras del bus y resultó ser un señor, no de edad mayor pero con algunas canas sobresaliendo de su cabello negro, no pasaba los treinta y cinco años, llevaba lentes de medida y se hizo a un lado para dejar pasar a siete personas más. Cuatro chicas y tres varones, se sentaron en los asientos restantes del medio y el señor comenzó a contarnos, dijo algo que no entendí y se bajó del bus — ¿Entendiste algo de lo que dijo? — Luis le preguntó a  Dominic.

— Si vos no entendiste menos yo pendejo — le respondió poniendo cara de "¿es en serio?"

— Está bien pero no me digas así — le responde arrugando ligeramente la frente.

Pocos segundos después subieron tres personas más, esta vez todos varones, dos de ellos se sentaron delante mío y el que sobraba se sentó a mi lado sin darme importancia, estiré el cuello y vi que subía el conductor y el señor que hace unos minutos había bajado del bus, esta vez tenía un micrófono inalámbrico y lo que suponía ser el parlante estaba en su cinturón — Hola a todos, bienvenidos al aeropuerto de Atlanta, soy Ricciardo y seré su "encargado" durante el viaje de trece horas — vi de reojo a Luis, quién oía lo que decía y le hablaba a Dominic como si fuera un traductor — Los reunimos en un bus ya que no queríamos que nadie se perdiera dentro de el aeropuerto más grande del mundo — se río con nerviosismo pero nadie le siguió la broma — Bien, entonces, pasaremos por la pista de aterrizaje hasta llegar al avión en dónde viajarán solo ustedes. El tramo es de quince minutos hasta el avión así que mientras tanto, conozcámonos un poco — intentó romper el hielo, nadie reaccionó ni habló y yo tampoco me esforcé en hacerlo. Finalmente el "guía" se rindió y le dijo al conductor que arrancara el bus.

...

— Ahora que lo veo bien, no nos dieron número de asiento — Luis veía el papel al derecho y al revés — O a los pelotudos se les olvidó ponerlos — 

— No dieron indicaciones ni nada papi así que supongo que podemos sentarnos donde queramos — comenzamos a abordar el avión y me llegaron los flashbacks de los tripulantes de cabina. El calor subió automáticamente a mis mejillas y tropecé con mis propios pies, causando risas y susurros por parte de los otros concursantes, me estabilicé como pude y me acomodé la mochila, entramos al avión "privado" y lo pongo entre comillas porque no parecía privado pero el interior daba aires a ricos viajando como presidentes. 

Los asientos eran de cuatro personas, dos a un lado y las otras dos frente a ellos con una mesita baja de por medio, iluminación para cada uno y compartimentos arriba de nosotros — Me siento narcotraficante — Dominic se estiró en el asiento y golpeó con su codo la mejilla de Luis haciendo que este soltara una maldición que no entendí y se cruzara de brazos viendo la ventana — Que resentido — me abroché el cinturón y estaba a punto de ponerme los auriculares — ¿Tu familia es netamente americana? —

— ¿Por qué la pregunta? — no me moví.

Es que... mmm, no pareces americana mami, tienes rasgos...

— ¿Y cómo son los americanos según tú? — me incliné ligeramente hacia un lado apoyando mi codo en el reposabrazos del asiento.

— Gringos — respondió al instante — Blancos que se ponen bajo el sol unos segundos y cambian de color — me quedé unos segundos en silencio procesando lo que había dicho y estallé en carcajadas, Dominic comenzó a reírse conmigo también mientras Luis nos veía como si fuéramos extraterrestres. 

El estómago terminó doliéndome como si hubiera echo ejercicio tres días seguidos — Eso no me lo esperaba — sonreí de nuevo y limpié una lágrima que amenazaba con salir de mi ojo — Pero volviendo al tema, no soy del todo "americana". Mi mamá es hija de una Uruguaya y un Puertorriqueño, mi papá es hijo de un Mexicano y una Estadounidense — expliqué lentamente para que pudieran procesar tantos países.

— Por eso entendés tan bien el español — habló bajo Luis — En realidad no, entiendo lo que dicen, más no puedo hablarlo correctamente — expliqué mientras veía pasar al "guía" contando que estuviéramos completos. 

Minutos más tarde el avión estaba preparándose para despegar, me coloqué los audífonos y cerré mis ojos sintiendo la fuerza del avión mandándome hacia atrás, respiré hondo y me relaje en cuanto sentí que el avión se estabilizaba — Son trece horas de viaje, mi raja se va a adormecer — bromeó Luis recostando el asiento hacia atrás, imité su acción y dejé que la música me relajara, comenzando a sentirme cada vez más cansada.





NOTA DE LA AUTORA:

HEEEEEEEEEEYYYY, aquí yo de nuevooo.

Al fin nuestra protagonista hizo amigos, y pronto aparecerán más, disculpen si no describo muy bien los idiomas, no tengo mucho conocimiento de ello pero haré mi mejor esfuerzo. 

Para que entiendan mejor, los diálogos en cursiva son frases en el idioma natal del personaje, mientras que los diálogos sin ningún tipo de formato están en "inglés" (en este caso español jiji) No sé si me dejo entender pero espero les haya gustado este capítulo, denle mucho amor comentando y votando, no se olviden de seguirme también en Instagram como: istfer.x

XOXO, Mafer.

Inquebrantable (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora