Kaigaku Kuwashima, un estudiante que le hace bullying a los jóvenes solitarios, un día se pasó de la raya golpeando a un chico y una chica rubia le grita ¡Detente!
Kaigaku es hijo de Michikatsu Tsugikuni y Nakime. Mientras que Zenko es criada por Ji...
Hola, me llamo Zenko Agatsuma, tengo 15 años y vivo con mi abuelo adoptivo. Para saber más, comenten y no olviden votar muchas gracias.
Y ésta es mi historia de como lo conocí a él, pero empecemos desde el principio...
... Estaba tranquila caminando con mis libros hacia la siguiente clase, sola, ya que todos piensan que soy rara porque soy capaz de escuchar todo a mi alrededor... algo que les pareció muy molesto y creían que si estaban conmigo escucharía todo lo que dicen a las espaldas de otros...
Eso es muy cierto... sin importar lo lejos que me encuentre de los demás podré escuchar todo lo que susurran.
Todas las personas tienen un sonido distinto, sé bien lo que sienten con el sonido; sé cuándo están felices, enojados, ansiosos, tristes ect... Pero hubo un chico el cuál su sonido es inexpresivo...
... Su nombre es... Kaigaku Tsugikuni... el matón de la secundaria.
Él estudia en el mismo salón conmigo después de que tuvo que repetir el año dos veces, y terminó estudiando en el mismo salón que el mío, algo que odiaba con toda mi alma...
Kaigaku siempre demostró ser un matón desde que estoy en primaria, siempre molestaba, insultaba y discriminaba a todos los chicos solitarios de la escuela...
Incluso me molestaba a mí burlándose de mí color de cabello y me preguntaba si me cayó un rayo para que terminara de ese color... Si, eso me cabreaba como no tienen idea 💢.
Aún me preguntaba porqué no puedo percibir nada en su sonido, lo que me causaba escalofríos.
Pero todo lo dejaba pasar, ¿Y porqué se preguntarán?... Pues su familia es adinerada, así que sin importar todo los males que Kaigaku ocasione, él se saldrá con la suya...
Hasta que llegó el día que no lo soporté más...
Estaba un poco apresurada por llegar al salón de música porque teníamos que ensayar, el salón quedaba al otro lado de la escuela, tuve que correr hasta que encontré a Kaigaku molestando a un chico nuevo en la escuela.
Se burlaba de él porque se veía en sus cosas que es un fanático de la naturaleza se notaba por su mochila y su vestimenta.
Kaigaku: Haber que tanto proteges en tu mochila que no quieres que nadie vea. — dijo en tono de burla tratando de quitarle su mochila.
Éste sólo soportaba las lágrimas, mientras que Kaigaku le arrebató su mochila y averiguaba si tendría un objeto de valor.
Ví rojo, me aproximé hacia él para gritarle, y me coloqué justo a su lado.
Zenko: ¡Ya detente! ¡Siempre haces lo mismo y ya me harté! A tí no te gustaría que te quiten tus pertenencias o que te hagan sentir menos que otros — dije con mucha ira.
Y al darme cuenta de lo que dije miré a mi alrededor, y sí, todos me miraban, me sentí muy apenada y tenía miedo de lo que Kaigaku me haría por haberle confrontado.
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Voltee a ver su rostro, y no era lo que yo esperaba... su rostro no reflejaba ira ni nada por el estilo, sino que se veía triste y por primera vez pude percibir su sonido por unos instantes... su sonido reflejaba muchos sentimientos desgarradores, y creí que no pararía de escucharlo que cubrí mis oídos.
Y miré que él ya se había marchado, ayudé al chico que molestó devolviéndole sus pertenencias.
Más tarde salí de la escuela, y por alguna razón no podía quitarme de la cabeza el sonido de Kaigaku... aunque haya sido por unos segundos lo pude percibir, los sentimientos que transmitía a través de su sonido, era tristeza, dolor, depresión, y... miedo y muchos otros que me hicieron llorar incluso...
Por unos momentos pensé en querer hablar con él para saber lo que ocurría, pensé que talvez, sólo talvez él no era tan malo como se refleja...
... Pero... estaba totalmente equivocada...
Porque al día siguiente, por todo el pasillo de la escuela olía horrible, como algo podrido desde hace días.
El olor me daba náuseas, y lo extraño fué que cada vez que me acercaba a mi casillero, el olor era más fuerte. Abrí mi casillero y lo que encontré me dejó pálida...
Había una rata muerta en mi casillero y lo único que quería hacer era gritar, por dos cosas, por miedo y por asco...
Me aparté de mi casillero cubriendo mi boca con ambas manos y evitar no vomitar, pero miré al otro lado del pasillo a Kaigaku, y éste me saludó con una sonrisa triunfante en su rostro.
Mis pensamientos de que parecía ser buena persona desaparecieron en un instante, ¡Lo iba hacer pagar por lo que hizo!
Me provocaba gritarle un millón de cosas, pero sería inútil, porque siempre utiliza esos estupidos audífonos que lo ayudaban a qué no escuchara.
Pero juré que le haría algo que lo hará ver todo lo que le hace a los demás, solo debía saber cómo. Pero había algo que sabía, él es un bravucón, pero... ¿Porqué es así?
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Mis lectores, esta es una nueva historia, espero les guste 😘 Publicaré más capítulos, todo depende del tiempo, los quiero mucho y hasta la próxima 👋 sayonara 😘
